Sobre las fuentes

Este libro se apoya en documentos históricos, sobre todo chinos. Entre ellos hay decretos imperiales, expedientes judiciales, comunicaciones oficiales, correspondencia personal, diarios y relatos de testigos presenciales. La mayoría de ellos ha salido a la luz desde que murió Mao, en 1976, cuando los historiadores pudieron volver a trabajar con los archivos. Gracias a sus denodados esfuerzos, se han clasificado, estudiado y publicado un número inmenso de documentos, e incluso se han podido digitalizar algunos. Ha habido reediciones de antiguos materiales y estudios académicos. Como consecuencia, he tenido a mi alcance un fondo documental gigantesco, además de haber podido consultar los Primeros Archivos Históricos de China, principal guardián de todo lo relacionado con la emperatriz viuda Cixí, con 12 millones de documentos. La inmensa mayoría de las fuentes mencionadas no se ha visto ni utilizado jamás fuera del mundo de habla china.

Los contemporáneos occidentales de la emperatriz viuda dejaron valiosos diarios, cartas y memorias. El diario de la reina Victoria, Hansard y los abundantes intercambios diplomáticos internacionales son valiosas minas de información. Los Archivos de la Freer Gallery of Art y la Arthur M. Sackler Gallery, en Washington D. C., son los únicos lugares que poseen negativos originales de las fotografías de Cixí.