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EVITA PRODUCTOS CON GANCHOS COMO «LIGHT», «DESNATADO» O «BAJO EN GRASA» EN SU NOMBRE

La campaña para crear versiones bajas en grasa o desnatadas de alimentos tradicionales (que cuenta ya con cuarenta años de historia) ha sido todo un fracaso: hemos engordado a base de productos light. ¿Por qué? Pues porque el quitar la grasa de los alimentos no los convierte necesariamente en adelgazantes. Los hidratos de carbono también pueden engordar, y muchos alimentos bajos en grasa o desnatados incrementan su contenido de azúcares para compensar la pérdida de sabor. Además, al demonizar un solo nutriente, la grasa, inevitablemente estamos dando vía libre a otro nutriente supuestamente «bueno» —en este caso los hidratos de carbono— y procedemos a ingerir demasiada cantidad de este último. Desde que en los años setenta nació en Estados Unidos la campaña de los productos bajos en grasa, en realidad sus habitantes han estado ingiriendo más de 500 calorías adicionales cada día, la mayoría de ellas en forma de carbohidratos refinados como el azúcar. El resultado de esto ha sido que, desde finales de los años setenta, el peso medio de los varones estadounidenses se ha elevado en casi 8 kilos, y en unos 8,5 el de las mujeres. Más vale comer la versión auténtica con moderación que hincharse de productos light, atiborrados de azúcares y sal.