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COCINA

El hecho de que cocines tú mismo o dejes que otros hagan el trabajo por ti no debería afectar demasiado a tu salud, en teoría. Sin embargo, a menos que puedas permitirte contratar a un chef particular para que te prepare las comidas siguiendo tus instrucciones al pie de la letra, dejar que otros cocinen por ti implica una pérdida de control sobre lo que comes, tanto en cuestión de raciones como de ingredientes. Cocinar tú mismo es la única forma segura de recuperar el control sobre tu dieta y arrebatárselo a los fabricantes de alimentos procesados y los científicos de la industria de la alimentación, además de garantizar que comes comida de verdad y no sustancias comestibles con aspecto alimenticio, repletas de grasas perjudiciales, jarabe de maíz rico en fructosa y con un exceso de sal. A nadie debería extrañarle que el declive de la cocina casera esté directamente relacionado con el aumento de la obesidad, y existen estudios que parecen indicar que la gente que cocina en casa suele llevar una dieta más saludable.

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