Esta recomendación suena casi tan absurda como la de «come comida», pero hoy en día ya no puede darse por sentado. Cada vez picamos más entre horas y comemos menos acompañados. Los sociólogos e investigadores de mercado que estudian los hábitos alimentarios ya no organizan sus resultados en función de las tres comidas tradicionales. Ahora computan «ocasiones de ingestión» e informan de que a las tres principales —desayuno, almuerzo y cena— hemos añadido una cuarta, que se extiende a lo largo del día: la ingestión constante de líquidos o tentempiés mientras vemos la tele, conducimos, trabajamos, etcétera. (Según un estudio, casi una quinta parte de lo que comen los estadounidenses de entre 18 y 50 años se ingiere dentro del coche). En teoría, tiene sentido tomar cinco o seis comidas más frugales a lo largo del día, pero en la práctica la gente que come así acaba ingiriendo más cantidad y picando más tentempiés procesados. Así que, a menos que puedas asegurarte de que todo lo que picas sea comida de verdad, limítate a las tres comidas tradicionales.