Cuanto mayor es la ración, más comemos; hasta un 30 por ciento más. Los departamentos de marketing del sector de la alimentación lo saben, así que sobredimensionan las raciones con la idea de conseguir vendernos mayores cantidades. Pero en casa no tenemos ninguna necesidad de sobredimensionar las raciones que nos preparamos, y no deberíamos hacerlo. Un investigador descubrió que solo con reducir el tamaño del plato, por ejemplo de 30 a 25 centímetros de diámetro, la gente reducía también en un 22 por ciento las raciones que consumía.