uno

COME CUANDO TENGAS HAMBRE, NO CUANDO ESTÉS ABURRIDO

Es sorprendente lo poco que tiene que ver comer con tener hambre para muchos de nosotros. Comemos por aburrimiento, para entretenernos, para reconfortarnos o para recompensarnos por algo. Intenta tomar conciencia de por qué comes y pregúntate si de verdad tienes hambre, tanto antes de comer como mientras estás en ello. (Un truco: si no tienes hambre como para comerte una manzana, es que no estás hambriento). La comida es un antidepresivo que sale muy caro.

uno