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Donnie Garth tiene la ducha a tope. Está de pie bajo el chorro, mirando el mar a través del cristal, cuando de pronto aparece Frankie Machine con una pistola en la mano.

Garth cierra el grifo. Frank le pasa una toalla.

—¿Te acuerdas de mí?

Garth asiente con la cabeza.

—Cúbrete —dice Frank.

Garth se enrolla la toalla alrededor de la cintura. Frank le hace gestos para que salga de la ducha y se siente. Garth ocupa una silla junto a la ventana y Frank se sienta enfrente.

—He enviado al hoyo a dos personas por tu culpa —dice Frank.

Garth vuelve a asentir. Frank sonríe:

—No llevo ningún transmisor. El chivato eres tú, no yo. La verdad es que siempre me he preguntado cómo habías conseguido librarte de todo aquello, porque tú siempre te salvas de todo, ¿no es así, Donnie?

Garth no responde.

—Bien —dice Frank—, pero de esta no te vas a salvar.

—¿De qué? —pregunta Garth. Parece pequeño y viejo, allí sentado envuelto en la toalla, mientras el agua le chorrea por las piernas flacas sobre la alfombra gruesa.

—Summer Lorensen —dice Frank.

Alza la pistola y apunta al pecho de Garth.

—¡Yo no fui!

—Entonces ¿quién fue?

Garth parece reacio, como si tratara de decidir a quién le tiene más miedo.

—Quienquiera que sea —dice Frank— no está aquí sentado a punto de meterte una bala en el cuerpo, Donnie, y en cambio yo sí. Te vi por la ventana aquella noche, la pequeña actuación entre Alison y Summer, y después me fui. ¿Qué fue lo que me perdí?

—El senador —dice Garth— no pudo… cumplir. Era todo un montaje. La chica Lorensen se lo estaba suplicando, era parte de la representación, pero no se le empinó. Ella le hizo de todo, te lo juro, pero no hubo nada que hacer.

—Y entonces ¿qué pasó?

—Ella se rió.

—¿Cómo?

—Ella se echó a reír —dice Garth—. No creo que pretendiera nada con eso; creo que simplemente ella era así, bueno, pero él se enfureció y perdió los estribos.

—Sigue.

—¡Si tú estabas allí! ¡Tú lo sabes!

«Lo que pasa es que no sabes distinguir a un conserje del otro, ¿verdad, Donnie? Mike o yo te solucionábamos los follones, ¿qué diferencia había? Te limpiábamos las cagadas y no tenías que volver a verlas».

Ahora tiene claro lo que ocurrió. Metieron el cadáver en el coche y Mike se la llevó a aquella carretera solitaria y la tiró allí. Y después se le ocurrió «estrangularla» y llenarle la boca de piedras. Y así el «hijo afortunado» queda limpio.

Habría sido homicidio sin premeditación. Le habrían caído, ¿cuánto?, ¿dos o tres años como máximo?, o puede que ninguno, pero su carrera política habría quedado arruinada. Y eso no lo podíamos permitir, ¿verdad? Y menos por una puta. «No se han registrado víctimas humanas».

«Todo marcha bien hasta que a Mike empiezan a apretarle las clavijas por el asesinato de Goldstein, así que empieza a buscar algo que dar a cambio. Y tiene algo bueno, salvo que no se va a poner a sí mismo en la diana y entonces me pone a mí. Gracias, Mike».

Conque el «hijo afortunado» empieza a limpiar su pasado y llega hasta Donnie, que llega hasta Detroit para que se encarguen por él.

«Porque estos mafiosos no hacen nunca su propio trabajo sucio. Tienen a gente como yo para hacerlo».

¿Qué habrá ofrecido el «hijo afortunado» a la Combinación?

¡Joder! Si va a ser presidente, ¿qué no podrá ofrecerles?

—¿Te ha usado como intermediario? —pregunta Frank—. Dime la verdad, Donnie.

Garth asiente con la cabeza. Tiene los ojos muy abiertos de miedo; está temblando y suda y a Frank le da asco ver que la parte delantera de su toalla se ha teñido de amarillo.

Frank echa atrás el percutor y oye gimotear a Garth. Frank suelta el percutor y baja la pistola.

—Oye —dice Frank—, ya han intentado matarme a mí y sí que mataron a Alison Demers. Se van a cargar a quienquiera que sepa algo sobre lo que ocurrió aquella noche, incluido tú. ¿O todavía piensas que te vas a librar?

«Aunque, ¿por qué no? —piensa Frank—. Después de todo, siempre se libra».

—Si yo fuera tú —dice Frank—, echaría a correr.

Sin embargo, sabe que no lo hará. Los Donnie Garth del mundo no creen que la gente los vaya a matar; creen que la gente mata por ellos.