Viajes a Sudamérica
Egon, el hermano de mi abuelo, nunca tuvo barco propio, pero le encantaba viajar lejos, entre otros lugares a Sudamérica. Cuando estaba en casa, en Öland, trabajaba como peluquero y como buzo en Borgholm, aunque no al mismo tiempo. Si un barco se enredaba con cables o redes de pesca, Egon dejaba de cortar el pelo y bajaba al puerto para bucear y limpiar las hélices. Egon también era un magnífico narrador de historias. Cuando yo era pequeño me encantaba escuchar sus exóticos cuentos chinos. Creía que todo lo que oía era cierto.