Fue Charlotte quien me dio la primicia de por qué todos pasaban de mí. Encontré una nota dentro de la taquilla a última hora de la tarde.
Nos vemos en el aula 301 después de clase. ¡Ven solo!
Charlotte
Ella ya estaba en el aula cuando entré.
—¿Qué hay? —dije.
—Hola —contestó.
Fue hasta la puerta, miró a izquierda y derecha, cerró la puerta y la atrancó desde dentro. Luego me miró y se puso a morderse las uñas mientras hablaba.
—Me siento fatal por lo que está pasando y solo quería contarte lo que sé. Prométeme que no le dirás a nadie que he hablado contigo.
—Lo prometo.
—Julian celebró una fiesta enorme durante las vacaciones —dijo—. Pero enorme de verdad. Una amiga de mi hermana celebró su cumpleaños en el mismo sitio el año pasado. Había unas doscientas personas, o sea que el sitio es enorme de verdad.
—Ya, ¿y qué?
—Pues que… bueno, que allí estaba casi todo el curso.
—Todos no —bromeé.
—Ya, todos no. Pero allí había hasta padres. Los míos, por ejemplo. Ya sabes que la madre de Julian es la vicepresidenta del consejo escolar, ¿no? Conoce a un montón de gente. En fin, lo que pasó en la fiesta fue que Julian les dijo a todos que le habías pegado un puñetazo porque tienes problemas emocionales…
—¿Cómo?
—Y que iban a expulsarte, pero que sus padres le suplicaron al director que no lo hicieran…
—¿Cómo?
—Y que nada de todo eso habría sucedido si Traseronian no te hubiese obligado a hacerte amigo de Auggie. Dijo que su madre pensaba que, abre comillas, habías explotado por culpa de tanta presión, cierra comillas.
No podía creerme lo que estaba oyendo.
—No se lo tragaría nadie, ¿no? —pregunté.
Charlotte se encogió de hombros.
—Esa no es la cuestión. La cuestión es que Julian es muy popular. Y mi madre se ha enterado de que su madre está presionando al colegio para que revise la solicitud de admisión de Auggie.
—¿Puede hacer eso?
—Dice que Beecher no es un colegio de inserción, uno de esos tipos de colegios que mezclan alumnos normales con alumnos con necesidades especiales.
—Qué tontería. Auggie no tiene necesidades especiales.
—Ya, pero dice que si el colegio está cambiando su modo de hacer las cosas…
—¡Pero es que no están cambiando nada!
—Sí, claro que sí. ¿No te diste cuenta de que cambiaron el tema de la exposición de arte de Año Nuevo? En cursos anteriores, los de quinto tenían que pintar un autorretrato, pero este año nos han hecho pintar esos ridículos autorretratos como si fuéramos animales.
—No es para tanto.
—¡Ya lo sé! No te estoy diciendo que esté de acuerdo, solo te digo qué es lo que dice ella.
—Ya lo sé, ya lo sé. Esto es un desastre…
—Sí, ya lo sé. Julian dijo que, según él, ser amigo de Auggie te está deprimiendo, y que por tu propio bien no deberías juntarte tanto con él. Y que si empiezas a perder a todos tus antiguos amigos podrás reaccionar. Así que, por tu propio bien, va a dejar de ser tu amigo.
—Últimas noticias: ¡yo dejé de ser amigo suyo primero!
—Ya, pero ha convencido a todos para que dejen de ser amigos tuyos… por tu propio bien. Por eso nadie quiere hablar contigo.
—Tú estás hablando conmigo.
—Sí, bueno, esto es más cosa de chicos —explicó—. Las chicas son neutrales. Menos el grupo de Savanna, que sale con el grupo de Julian. Pero, para todas las demás, esta guerra es cosa de chicos.
Asentí. Ella ladeó la cabeza e hizo un mohín, como si me compadeciese.
—¿Te parece bien que te haya contado todo esto? —preguntó.
—¡Sí, claro! Me da igual quién me hable o deje de hablarme —mentí—. Todo esto me parece una tontería.
Charlotte asintió con la cabeza.
—Oye, ¿Auggie sabe algo de esto? —pregunté.
—Claro que no. Bueno, yo no se lo he contado.
—¿Y Summer?
—No creo. Oye, tengo que irme. Para que lo sepas, mi madre piensa que la madre de Julian es idiota. Dice que a la gente como ella le preocupa más cómo queda la foto de la clase de su hijo que hacer lo que hay que hacer. Te enteraste de lo del Photoshop, ¿no?
—Sí, eso fue de muy mal gusto.
—Y tanto —contestó—. Bueno, tengo que irme. Solo quería que supieras lo que está pasando y eso.
—Gracias, Charlotte.
—Si me entero de algo más, ya te lo contaré —dijo.
Antes de salir, miró a izquierda y derecha para comprobar que nadie la veía salir. Supuse que, aunque fuese neutral, no quería que la viesen conmigo.