Oso

Al perrito lo llamamos Oso porque cuando mamá lo vio por primera vez dijo que parecía una cría de oso. «¡Pues así lo llamaremos!», dije yo, y todos estuvieron de acuerdo en que era el nombre perfecto.

Al día siguiente no fui a clase; no porque me doliese el codo, que me dolía, sino para poder pasarme el día jugando con Oso. Mamá dejó que Via tampoco fuese a clase para que pudiésemos turnarnos para abrazar a Oso y a jugar a tira y afloja con él. Habíamos conservado todos los juguetes de Daisy, así que los sacamos para ver cuáles eran sus favoritos.

Fue muy divertido pasar el día con Via, nosotros solos. Fue como en los viejos tiempos, como antes de empezar a ir al colegio. Antes siempre estaba deseando que Via llegase a casa del colegio para jugar con ella antes de ponerse a hacer los deberes. Ahora que somos mayores y tengo que ir al colegio y me junto con mis amigos, ya nunca lo hacemos.

Por eso fue divertido pasar el día con ella, riéndonos y jugando. Creo que a ella también le gustó.