Agradecimientos

Agradezco a mi padre que me haya transmitido unos genes para escribir tan sumamente perseverantes y le doy las gracias por las A historias de su abuelo, que dieron vida a Lester. Debo mi inmenso agradecimiento a esas personas maravillosas y mágicas que son Andrea Cirillo y Kelly Harms. Vaya mi enorme gratitud en forma de galletas de mantequilla para Shauna Summers, Nita Taublib, Carolyn Mays y Peggy Gordijn. Todo mi cariño para esos locos Duetter y para Daphne Atkeson, por animarme a escribir este libro y mejorarlo después. Gracias a Michelle Pittman (¡por partida doble!) y a Heidi Hensley, quienes se merecen unas tiaras por su amistad y su paciencia sin límites.

Una mención especial para la inefable Miss Snark. Y me descubro ante Dawn Hughes, peluquero extraordinario, por haberme ayudado a documentarme correctamente sobre todo lo relacionado con las peluquerías. 260a ni Sarah Addison Allen.