Lazare flotaba en esa vigilia irritante que lo dejaba con la impresión de no dormir, cuando recibió la información. Desde que había aparecido en ese rompecabezas, había sentido que el tal Gary Varounian desempeñaba algún papel. Por teléfono, el comisario de división Gaillard empezó felicitando a su grupo por la interpelación del propietario del taller, que parecía dispuesto a colaborar a cambio de un trato clemente de la justicia. No había sopesado la gravedad de la situación y, según sus primeras declaraciones, Jérémy Dumoulin era un manipulador nato. Philippe Gaillard, sin embargo, tenía otra noticia que anunciarle, mucho menos alegre. En las últimas horas de la noche, habían encontrado al comandante Revel en la cabecera de Elvire Porte. Nadie sabía cuánto tiempo llevaba allí, y nadie había detectado su presencia porque estaba tumbado en el suelo, sin conocimiento. Elvire Porte, en plenas facultades, se había guardado mucho de dar la alerta. Habían vuelto a llevar a Revel a cuidados intensivos, sufría hipotermia y estaba muy deshidratado. Desde luego, si Elvire Porte había esperado que él la palmara acostado a sus pies, ella misma lo había pagado caro, o peor aún, le había traído muy mala suerte porque, una hora después de que la condujeran al quirófano a las ocho para ponerle un parche en su pelvis hecha papilla, había muerto en la mesa de operaciones.
Informe de investigación
10 de enero de 2012
Del capitán Renaud Lazareal
señor director regional de la policía judicial
de Versalles s/c de la vía jerárquica.
Objeto: homicidios voluntarios y complicidad, fraude al seguro.
Víctimas: Michel Dupont, llamado Eddy Stark, 68 años.
Thomas Fréaud, 25 años.
Marcelle Fréaud, 52 años.
Autores identificados: Jérémy Dumoulin, 26 años, gerente de un bar; Gary Varounian, 32 años, mecánico; Solange Rabat, 53 años, auxiliar de laboratorio.
Referencia: la comisión rogatoria n.º 12/12/77, expedida el 22 de diciembre de 2011 por la señora Nadia Bintge, jueza de instrucción en el TGI de Versalles.
Procesos adjuntos: procesos verbales numerados de 1 a 312 y su copia conforme,
90 sellados,
3 álbumes fotográficos en dos ejemplares.
Para proseguir con las precedentes transmisiones efectuadas en el marco del caso arriba mencionado, tengo el honor de dar cuenta de las investigaciones que han conducido a la imputación de Jérémy Dumoulin como autor principal de los hechos citados en el objeto, y de Gary Varounian y Solange Rabat como cómplices, con la colaboración de los miembros del grupo, el capitán Abdel Mimouni, los tenientes Antoine Glacier y Sonia Breton. Hay que citar que las pesquisas iniciales de esta investigación las llevó a cabo el comandante Maxime Revel, actualmente todavía hospitalizado por graves motivos de salud.
El 20 de diciembre de 2011, hacia las 18 horas, el servicio fue informado del descubrimiento en su domicilio, en el n.º 3 de la calle Mozart en Méry, ciudad vecina de Marly-le-Roi (Yvelines), del cadáver de Michel Dupont, 68 años, más conocido bajo el nombre de Eddy Stark, cantante y artista internacionalmente conocido. Aunque las primeras observaciones y el examen del cuerpo ofrecían dudas respecto a las causas de la muerte, la continuación de las investigaciones y lo que descubrimos de las circunstancias de la defunción permitían afirmar que el cantante había sido víctima de un homicidio voluntario. Sin embargo, numerosos elementos iban a perturbar los inicios de nuestras investigaciones.
La autopsia revelaba, desde el principio, que Eddy Stark estaba enfermo de sida, en fase sintomática irreversible de estadio 3 e incluso 4, con una esperanza de vida del orden de 3 a 6 meses. Además, se constató que Stark no recibía ningún cuidado desde que se le diagnosticó la enfermedad en 2009, en San Francisco, en un laboratorio americano cuya identificación ha resultado particularmente difícil (números 20 a 23). Ese punto, igual que el silencio que el cantante guardó sobre su estado de salud, aclara los acontecimientos que siguieron.
En efecto, poco después del diagnóstico, Stark empezó a tener dificultades financieras. Ya retirado de su carrera y preocupado por ocultar su estado, el cantante, altamente endeudado, empezó a preocuparse por la herencia que dejaría a Steve Stark-Kim, el adolescente que en este momento tiene 18 años, y que había adoptado en 2008, durante una gira por Corea del Sur.
Ahí interviene el primer actor del caso, Thomas Fréaud. Ese joven había sido el amante de Stark de 2007 a 2008. Tenía entonces 22 años y vivía con su madre, Marcelle Fréaud, en Flins (Yvelines). De extracción modesta, Thomas Fréaud pudo llegar a vislumbrar la ilusión de una vida más cómoda en compañía de Stark. El idilio se acabó cuando Stark, que no quería perjudicar a Thomas en exceso, le propuso que trabajara para él como jardinero y paisajista. El chico estaba diplomado en la materia y tenía ciertas competencias. La ruptura no impedía a Stark ir con regularidad a locales para gays acompañado de Thomas Fréaud. Una de esas noches, Thomas se reencontró con un chico que había conocido cuando tenía 11 años y vivía en Rambouillet, porque su madre trabajaba entonces como auxiliar de la clínica privada de Sainte-Marie. Se trata de Jérémy Dumoulin, hijo de Jean-Paul Dumoulin y de Elvire Porte, ambos fallecidos en circunstancias que habrá que mencionar más adelante. Los dos chicos se habían conocido en la MJC de L’Usine à chapeaux de Rambouillet, en un coro dirigido por la señora Marieke Revel (esposa del comandante Revel, desaparecida misteriosamente en diciembre de 2001). Después de unos meses en los que intimaron mucho, los dos chicos se separaron. Jérémy Dumoulin se alejó de Rambouillet después de la muerte de su padre en noviembre de 2001 y, sobre todo, después de la muerte de sus abuelos, Liliane y Jean Porte, en diciembre de 2001. La madre de Thomas Fréaud, más o menos por la misma época, dejó su trabajo en la clínica Sainte-Marie y aceptó un trabajo de guardesa en Flins. Para comprender la personalidad de los dos chicos, debemos remitirnos a las relaciones específicas establecidas por el servicio y, en el caso de Jérémy Dumoulin, al examen realizado por el psiquiatra, el doctor Abraham Setti. Presentado como un sujeto problemático y perverso, manipulador y asocial, Jérémy Dumoulin vio enseguida el beneficio que podía sacar de su reencuentro con Thomas, en la estela de una celebridad del mundo del espectáculo. Tras conseguir infiltrarse en el círculo íntimo de Stark, rápidamente se olió que la estrella de rock estaba al borde de la quiebra financiera, además de enfermo. Aunque no lo ha confesado explícitamente, y de hecho ha atribuido la mayoría de sus malas ideas a su camarada muerto, consiguió que Stark se confesara con él, presentándole una solución que podía satisfacer a todo el mundo.
Lo primero que hay que recordar es que Stark no quería ni confesar su enfermedad, ni recibir tratamiento, lo que equivalía a suicidarse lentamente. Jérémy Dumoulin lo entendió enseguida. Además, con el pretexto de proteger a Steve, el hijo adoptivo, planteó a Stark un plan irrefutable. El cantante ya era titular de dos seguros de vida (cf. copias en el anexo) que solo tenía que modificar para aumentar las garantías. Además, contrató otros dos seguros con grupos extranjeros, con el mismo nivel de garantías en caso de muerte accidental. Dado que en todos los casos se excluía cualquier pago en caso de suicidio, la operación consistía en montar todo el dispositivo y después esperar un tiempo razonable para poner fin a la vida de Stark (con su propio consentimiento) y hacer creer, así, a todo el mundo que su muerte había sobrevenido como resultado de un accidente durante una sesión de estimulación autoerótica. El médico personal del cantante acudiría a confirmar el deceso, no mencionaría la enfermedad y así se saldrían con la suya. Como adelanto por los primeros gastos y como contrapartida por sus servicios, Jérémy pidió a Stark un millón de euros, que gastó tan pronto como el cantante se lo transfirió (en las secciones 42 a 47 del proceso verbal se detallan los diferentes movimientos de fondos).
Se puede considerar que ese plan sencillo habría podido funcionar si, por una parte, los instigadores hubieran sido menos avariciosos al exigir garantías menos exorbitantes, y si, por otro lado, se hubieran ceñido a los pasos previstos. Examinemos las razones del fracaso.
Evidentemente, las compañías de seguros exigen informes médicos cuando se trata de cantidades tan importantes. Sin embargo, permiten que el cliente elija al médico. Para no correr riesgos, Jérémy Dumoulin se había encargado de conseguir un certificado falso. El primer problema sobreviene en este momento porque todas las compañías, además del simple certificado de buena salud, exigen exámenes completos: análisis de sangre, análisis de orina y, en particular, de VIH… Stark se asusta y quiere abandonar. Pide a Jérémy Dumoulin que le devuelva el dinero, lo que, por supuesto, es imposible porque ya se había gastado todo el adelanto. Dumoulin procura contemporizar y, entonces, hace un descubrimiento milagroso: tiene el mismo grupo sanguíneo que Stark, AB negativo. Todo siguió su curso, Stark se deja convencer, movido también por los vigilantes que tiene en su puerta y porque su situación se vuelve muy tensa. Siguiendo una idea de Jérémy Dumoulin, Thomas acude a su madre y a sus contactos en el mundo médico en busca de ayuda. Marcelle Fréaud no está de acuerdo al principio, pero su hijo la persuade prometiéndole un cambio de vida y, además, afirma que la operación carece de riesgo. Stark y Jérémy acuden el mismo día y a la misma hora al laboratorio Desgenets en Rambouillet, donde se someten a los diversos estudios exigidos. Solange Rabat, una amiga de Marcelle Fréaud, una auxiliar de laboratorio de la clínica Desgenets y, como ella, antigua empleada de la clínica Sainte-Marie, cambia las etiquetas. Una acción nada complicada y, sobre todo, por la que le pagan 100.000 euros. Esa persona (proceso verbal sección 193) confiesa que se dejó convencer por el dinero prometido que le permitía liquidar una deuda muy preocupante.
Las aseguradoras no han detectado ninguna anomalía en ese estadio y han ratificado las disposiciones, incluidas las modificaciones de beneficiarios. Por haber puesto el plan en marcha, donado su sangre y asegurado la falsificación, Dumoulin debía recuperar la mitad de las cantidades establecidas con las aseguradoras, por intermediación de Thomas Fréaud, al que, antes, Stark también había instituido como uno de sus dos legatarios en el testamento. La relación amorosa entre Stark y Fréaud justificaba oficialmente la generosidad del cantante con él, por si las compañías de seguros tenían curiosidad.
Sin embargo, conforme el tiempo fue pasando, aparecieron divergencias de opinión entre los tres hombres. Según toda evidencia, el cantante debió de querer retrasar su «suicidio» asistido o simplemente renunciar a la idea. De repente, su enfermedad progresaba y la espera comprometía el plan. La aparición de lesiones de Kaposi alarmó a Jérémy Dumoulin, que empezó a amenazar a Stark. El testimonio de Stefan Bouglan, barman del Black Moon, sitúa el inicio de esa ansiedad por actuar a finales del mes de noviembre. Stark, como contrapartida, se puso en contacto con una de las compañías de seguros para modificar algunas disposiciones respecto a los beneficiarios (supresión de Fréaud de la lista, cf. sección sellada n.º 72). La razón por la que no había continuado con esa estrategia con las otras compañías de seguros sigue siendo desconocida. Es posible que simplemente no hubiera tenido tiempo. Deseaba también modificar su testamento tal y como confirma el notario Delamare, en su declaración (PV sección 75), y había hecho algunos trámites en ese sentido.
Jérémy Dumoulin decide pasar a la acción después de un último intento con Stark. Lo visitó el 20 de diciembre para desearle Feliz Navidad (proceso verbal de Jérémy Dumoulin) y anunciarle que renunciaba al plan definitivamente. Según las declaraciones de Gary Varounian, que habló con más elocuencia sobre el tema, la estrella se habría quejado a Dumoulin de violentos dolores abdominales y de contracturas en la espalda. Los analgésicos habituales no le hacían efecto. Dumoulin le habría propuesto enviarle a una «amiga» para que le administrara morfina. Se puede suponer que Stark aceptó, y así dio a Dumoulin y a sus cómplices la oportunidad de poner en marcha su plan. En todo caso, Marcelle Fréaud se presenta en casa de Stark hacia las 13 horas, abre la puerta con la llave de su hijo (cf. PV de la entrevista a Marion Vallon y Gabriel Maheux). Es lógico pensar que Thomas Fréaud, al contrario de lo que declaró el primer día, se encontrara ya en la propiedad y que, con ayuda de su madre, organizara la puesta en escena prevista inicialmente después de que Stark recibiera una inyección de una mezcla de Rohipnol y ketamina.
Durante ese tiempo, Jérémy Dumoulin, que había llevado a Marcelle Fréaud hasta allí, esperaba en una calle, a doscientos metros de allí (dato establecido por el testimonio de Gabriel Maheux). Recogió a la mujer y la llevó de vuelta a Rambouillet. No ha sido posible establecer si eso estaba previsto en el plan o fue una decisión improvisada. Es posible que Jérémy Dumoulin temiera lo que pasó después y quisiera cubrirse las espaldas manteniendo a Marcelle Fréaud bajo control.
En efecto, una vez que su madre se hubo ido, Thomas Fréaud fue, sin duda, consciente de lo que había hecho: había «dejado colgado» a Stark, aunque quizá pensara que lo estaba salvando. Hay que citar que el cordel utilizado no se encontró en las diversas pesquisas. Tampoco la zapatilla de deporte correspondiente a la huella bajo la ventana y que se puede atribuir a Marcelle Fréaud. Esta, al llegar a la mansión, podría haber ido a mirar por la ventana para saber dónde se hallaba Stark antes de entrar. Después de constatar que el cantante estaba muerto, a Fréaud le entró el pánico. No se sabe qué hizo después. En todo caso, nadie recuerda haberlo visto en el vertedero de Chesnay, ni en Jardiland, en Maurepas, adonde él afirmaba haber ido. ¿Intentó ir a ver a su madre o a Jérémy Dumoulin? ¿No se movió? En cualquier caso, él fue quien alertó a los gendarmes al final de la tarde, desde la propiedad de Stark. Aunque intentó encontrar a Jérémy Dumoulin, no tuvo éxito, ya que este último, preocupado por construir una coartada, pasaba la tarde en compañía de Gary Varounian, en su concesionario de Rambouillet. Los dos se separaron hacia las 19 horas, y Jérémy Dumoulin volvió a su bar Les Furieux. La integridad de los movimientos de los diferentes protagonistas ese día y los siguientes surge de dos fuentes: las indicaciones de Nathan Lepic en la pared de su habitación (PV 86 a 89), y las notas que tomó Annette Reposoir (PV 90 y 91), gerente de la Casa de la prensa, ambos con domicilio delante del bar de Dumoulin. Esas notas no se contradicen y establecen los puntos fundamentales siguientes:
—El 20 de diciembre, Jérémy Dumoulin se fue en su Range Rover a las 12, solo. Volvió alrededor de las 15 horas en compañía de una mujer corpulenta vestida con una bata blanca. La foto de Marcelle Fréaud se mostró a los dos testigos que no pudieron identificarla con seguridad.
—El 20 de diciembre, por la noche, Jérémy salió en torno a las 23 horas, para volver a la 1 h 15 m en compañía de un muchacho que Nathan Lepic identifica como Thomas Fréaud, mientras que Annette Reposoir dice no estar muy segura (aunque no tiene una vista fiable).
—El 24 de diciembre, Jérémy Dumoulin se fue hacia las 22 horas, solo. Volvió a las 2 del 25 de diciembre, también solo. El bar Les Furieux y el «hostal» cerraron poco después.
—El 25 de diciembre, a las 5, el Porsche Cayenne de Gary Varounian llegó a Les Furieux. Hay testigos que vieron a Varounian entrar en la casa por la puerta del pequeño patio. Poco después salió con Jérémy. Estaban ayudando a un hombre a caminar y lo hicieron subir al asiento del pasajero del Range Rover. Volvieron a la casa y salieron otra vez con alguien que parecía inanimado o dormido. En los minutos que siguieron, Jérémy enganchó una carretilla a la parte trasera de su vehículo, donde cargaron a la segunda persona. El Porsche y el Range Rover partieron en direcciones opuestas.
Gary Varounian reconoce haber ayudado a Jérémy Dumoulin a instalar a Thomas y a Marcelle Fréaud en la carretilla del Range Rover. En ese momento, en su opinión, estaban vivos, aunque sedados o drogados, y Jérémy afirmaba que solo quería llevarlos a su casa. Como Varounian estaba preocupado por saber cómo Jérémy conseguiría sacarlos del vehículo, este respondió: «Ya me las arreglaré». Varounian había bebido mucho en la velada de Nochebuena que había organizado en el Black Moon. Sabemos que el Range Rover de Dumoulin se incendió a primera hora de la mañana, cerca del estanque Du Prince en Poigny-la-Forêt pero, teniendo en cuenta que el interesado todavía no ha reconocido los hechos y, por tanto, tampoco ha dado explicaciones, nadie sabe cómo volvió a su casa. Es posible que volviera a pie, puesto que solo estaba a 6 kilómetros. Una vez de regreso, llamó a la comisaría para denunciar el robo de su vehículo.
—El 25 de diciembre a las 10 h 45 m, el Porsche Cayenne que conducía Gary Varounian vuelve a Les Furieux. Los dos hombres se vuelven a ir juntos a bordo de ese vehículo.
El 25 de diciembre, a las 9, unos hombres que hacían jogging alertaron de la presencia de un vehículo prácticamente calcinado, cerca de Poigny-la-Forêt, en cuyo interior se encontraba un cadáver quemado (PV 101 a 127). La autopsia revelaba que el hombre, sin duda alguna, se había quemado vivo, tal y como atestiguaba la presencia de hollín en los pulmones. Más tarde, los exámenes anatómico-patológicos y toxicológicos practicados a Thomas Fréaud (identificado por su ADN) probaban esta hipótesis por la gran cantidad de cianuro, un elemento producido en abundancia durante la combustión de plásticos, y una tasa de monóxido de carbono muy elevada (más de diez veces superior a la que se encuentra en los pulmones de un fumador). Sin embargo, se descubrió igualmente una tasa importante de una molécula de benzodiacepina contenida en algunos poderosos ansiolíticos, como el Tranxene, el Xanax o el Prozac, que indica que Thomas Fréaud estaba vivo pero inconsciente cuando se incendió el vehículo.
El cuerpo de Marcelle Fréaud no se encontró ese día, ni tampoco en el Range Rover, donde los testigos dicen haber visto cargar algún fardo. La carcasa del vehículo no reveló nada determinante para la investigación.
Se recogieron numerosos testimonios entre los clientes del bar Les Furieux y aquellos, quizá los mismos, que frecuentaban el hostal vecino. Las camareras del bar se dedicaban allí a la prostitución; los clientes, con reserva, a sesiones de intercambio de pareja y a prácticas sexuales en grupo. No se encuentra a ningún testigo que afirme haber visto a los Fréaud, madre e hijo, durante los cuatro días en los que se hospedaron en el establecimiento. Las camareras, con excepción de Linda Mimar que preparó la habitación Pacific, no han podido aportar ningún testimonio valioso.
Parece que Jérémy Dumoulin se encargó él mismo de los Fréaud durante el tiempo que estuvieron allí, probablemente drogados, aunque tampoco se encuentran razones para que los mantuviera tanto tiempo con vida. La única hipótesis que justifica esta espera es que aún confiaba en poder utilizar a Thomas para recuperar los fondos de seguros, tal y como atestiguan las cartas que le hizo escribir. La retención de Marcelle Fréaud era, según esta hipótesis, un medio de presión añadida contra Thomas. En definitiva, cuando estuvieron redactadas las cartas y se granjeó la participación de Gary Varounian en el resto del plan, decidió que el chico y su madre ya no le servían de nada, y se libró de ellos.
Los dos establecimientos, el bar Les Furieux y su anexo, quedaron cerrados.
El papel que desempeñó Gary Varounian parece a día de hoy totalmente claro. Ayudó a Jérémy Dumoulin, al que conocía porque el joven se había convertido en un cliente importante de su concesionario de vehículos de lujo. Por cuestiones de interés, según parece, puesto que ya había invertido junto a él en el proyecto de desarrollo de un complejo turístico que ofrecería servicios de prostitución, en Ibiza. Ya se habían gastado dos millones en ese asunto, y para acabarlo se necesitaban dos o tres más (PV de 130 a 138). Los fondos de los seguros de vida de Stark eran, por tanto, imprescindibles. Se puede creer a Varounian cuando afirma que no sabía que el plan de Jérémy Dumoulin para conseguir grandes sumas de dinero conllevaba cometer un asesinato. Sin embargo, la posibilidad de que no hubiera comprendido, en definitiva, su papel en la muerte de Stark y, sobre todo, en las de los Fréaud, era muy pequeña. También se puede afirmar que a estas dos últimas víctimas se les podría haber perdonado la vida.
En este punto, se puede concluir que Jérémy Dumoulin está en posición de aclarar los puntos todavía oscuros de este caso, si en algún momento acepta dar las explicaciones pertinentes.
Asimismo, los datos recabados durante el desarrollo de esta investigación permiten pensar que Jérémy Dumoulin podría estar también implicado en el doble asesinato de sus abuelos, Liliane y Jean Porte, perpetrado el 20 de diciembre de 2001. La participación de Thomas Fréaud en estos hechos también debe tenerse en cuenta.
Asimismo, sería interesante reabrir la investigación sobre la muerte de Jean-Paul Dumoulin, en noviembre de 2001, puesto que la hipótesis de un homicidio disfrazado de accidente es muy sólida, un acto, además, en el que su hijo Jérémy Dumoulin podría haber participado.
El capitán de policía