Los idus[3] de marzo.
Estoy estudiando prosa en Latín. La estuve estudiando. La seguiré estudiando, y seguiré y seguiré estudiando. Me presentaré de nuevo al examen en la séptima hora del próximo martes, y lo aprobaré a cualquier costo. Así que puede esperar a que lo próximo que escuche de mí será que soy completamente feliz y libre de condicionamientos en mis estudios.
Le escribiré una carta respetable cuando todo termine. Esta noche tengo un compromiso urgente con el ablativo absoluto.
Suya, con evidente prisa,
J. A.
26 de marzo.
Sr. P. P. L. Smith:
Señor: Usted nunca contesta mis preguntas, nunca muestra el más mínimo interés por nada de lo que hago. Es muy probable que sea usted el más horrendo de todos aquellos horrendos síndicos del orfanato y que la única razón que haya tenido para educarme no sea la de interesarse por mí sino exclusivamente cumplir con su sentido del deber.
Sigo sin saber nada de usted. Sin duda alguna arroja todas mis cartas al canasto sin leerlas, razón por la cual de ahora en adelante me limitaré a escribir sobre mis estudios.
Mis exámenes complementarios de matemáticas y latín tuvieron lugar la semana pasada. Aprobé los dos exámenes y ahora figuro incondicionalmente como alumna regular.
Suya affma.
Jerusha Abbott