Es el año de Dios de mil y quince. Hoy, veintinueve hombres y yo abandonamos Groenlandia para embarcarnos en un viaje por el Mar Occidental. Vamos hacia el Océano Exterior, donde dicen que se encuentra la tierra de la miel y las uvas, la Vinlandia de Leif. En mi juventud, cuando trabajé entre los culdenses en Iona, el hermano Ambrosio me mostró un dibujo del mundo hecho por el erudito español Solino de Sevilla. El dibujo era un círculo dividido en partes y rodeado por el Mare Oceanum. Las dos partes inferiores eran Europa y África. La parte superior era Asia y el Paraíso. Si Vinlandia se encuentra en el Paraíso o en Asia no se sabe, pues Leif Eriksson nunca vio el dibujo e hizo todo el viaje sin un mapa escrito. Aunque usaremos el barco de Leif para nuestro viaje, él no irá a bordo. En lugar de él estarán al mando su hermanastra Freydis y su marido Thorvard. Creo que es de mal agüero iniciar una expedición con una mujer al mando, sobre todo una mujer tan arrogante como Freydis Eriksdottir. Pase lo que pase, seguiré fiel a Cristo, como lo he sido en el pasado. Ruego que Nuestro Señor recuerde mi piedad y devoción y, si he de perecer en este viaje, que Él me reciba en Su Morada Celestial.
—DE LOS PERGAMINOS DE ULFAR