Freydis fue hasta la puerta de la casa del hermano. Alguien acababa de salir, dejando la puerta entreabierta. Ella la abrió y permaneció un rato en el umbral sin decir una palabra. Finnbogi yacía en la cama, lejos de la puerta; estaba despierto y dijo: «¿Qué haces aquí, Freydis?»

SAGA GROENLANDESA

Ramas surgían del encantado tallo,

Cargadas de flor y fruto, de lo cual dieron

A cada uno, pero quien así recibió de ellas

Y probó, a él el chorro de la ola

Muy, muy lejos parecía lamentarse y desvariar

En lejanas costas; y si su compañero habló,

Su voz era tenue, como las voces de la tumba,

Y parecía profundamente dormido, y aún así bien despierto,

Y la música en sus oídos su corazón hacía latir.

ALFRED LORD TENNYSON,

Los comedores de Lotos

Salieron hacia las grandes extensiones y, como necesitaron telas para secarse y comida, se dirigieron hacia Wineland, allá arriba en el hielo y el país deshabitado… El mal puede acabar con la suerte para que uno muera pronto.

INSCRIPCIÓN RÚNICA, RINGERIKE, NORUEGA