EL PENDÓN MORADO DE CASTILLA

La característica más importante del pendón morado de Castilla es que no existe ni ha existido nunca. El pendón de Castilla es rojo carmín, como la bandera de Navarra o la de la Unión Soviética.

¿Que cómo diablos surgió el morado como color castellano? Vamos a verlo. La primera referencia escrita sobre el tema se encuentra en las Memorias para la historia de las tropas de la Casa Real de España, Madrid, 1824, por Serafín María de Soto. Allí se dice que el Regimiento n.° 1 o Inmemorial del Rey, tuvo por «primera bandera el pendón morado de Castilla, que debía residir en la compañía Coronela». Ello es, en parte, cierto. El regimiento en cuestión fue fundado el 10 de septiembre de 1634 como coronelía o guardia real, con pendón morado, pero que no correspondía a los colores de Castilla, sino a los de su primer coronel, el conde-duque de Olivares, don Gaspar de Guzmán. A este regimiento se lo llamó «tercio de los morados» y en el siglo XVIII «Regimiento del Rey», con el sobrenombre de Inmemorial por ser, al parecer, la más antigua de las unidades de infantería.

El color de la bandera no era morado «en el sentido actual de violeta oscuro próximo al azul, sino rojo grana como el zumo de la mora». Se encuentra hoy en la Real Armería después de haber estado depositado en la iglesia principal de Reus, donde se encontraba el Regimiento al ser disuelto en 1824 y en la basílica de Atocha de Madrid.

Cito todos estos datos, y textualmente aquellos que van entrecomillados, entresacándolos del interesante libro Memorial de Castilla, de Manuel González Herrero, Segovia, 1978, que recomiendo vivamente a mis oyentes y lectores. No se lo pierdan.

«Los Borbones españoles consagraron con valor oficial para la Casa Real el color morado en lugar del púrpura… Carlos Broschi “Farinelli”, al describir en 1758 la falúa real, capitana de la flotilla que para recreo de Fernando VI se estableció en Aranjuez, dice: "Cuando se embarcan Sus Majestades, además de la bandera que lleva su popa se arbola en el palo mayor el estandarte de las armas reales que es de color morado […] Alfonso XII y Alfonso XIII usaron siempre el guión morado que se izaba en los edificios y buques en los que se encontraba el rey».

Quedamos, pues, en que el color morado no es el color del pendón de Castilla, ya he dicho que era el rojo el característico castellano.

Dice Lope de Vega:

Aquel Fernando venturoso espera

que corone el alcázar de Sevilla

de las rojas banderas de Castilla.

La Jesuralén conquistada, XV, 22-24

En la iglesia de San Martín de Segovia, en el ayuntamiento de Sepúlveda, en San Vicente de Ávila, en los sellos de Alfonso X y Enrique IV, en el pendón de las Navas de Tolosa, que se conserva en el monasterio de las Huelgas de Burgos, en dondequiera que se exhiba un pendón o escudo de Castilla, en todas partes se verá que es rojo carmín con el castillo de oro de tres torres, si lleva escudo.

Por algún tiempo se creyó que los comuneros enarbolaban el pendón morado, pero ello era el resultado de confundir los comuneros del siglo XVI con una sociedad paramasónica llamada Sociedad de los Comuneros, fundada en el siglo XIX y de la que habla con cierta ironía Benito Pérez Galdós en «El Grande Oriente», uno de sus Episodios Nacionales.

Lo curioso del caso es que el auge del republicanismo a finales del siglo pasado, creo que fue el lerrouxismo incipiente, modificó la bandera española roja y gualda —que se había conservado durante la Primera República— sustituyendo la banda roja inferior por la morada para contrarrestar así los movimientos regionalistas —en especial el catalán—, con el que ellos creían que era el color de Castilla en signo de centralismo. Ya lo saben, pues, los republicanos autonómicos, regionalistas o separatistas, cuando enarbolan la bandera republicana hacen ondear al viento no los colores castellanos, sino el propio del conde-duque de Olivares, el más centralista de los ministros de la Casa de Austria.