El «nudo gordiano» no es solamente una preciosa leyenda sobre la iniciativa humana, sino también un tipo especial de conocimiento que ha desempeñado un papel considerable en la historia del espíritu humano. Simboliza todas las victorias de los investigadores que, al abordar cierto problema, lo han hecho desde un punto de vista totalmente diferente a los criterios contemporáneos. Desestimar o ignorar por completo los intentos anteriores de resolver un problema, intentar su solución desde fuera, partiendo desde otras premisas, utilizando otros instrumentos de investigación, presuponiendo otra visión del mundo, he aquí el meollo del tipo del conocimiento «gordiánico». Este tipo de conocimiento aparece especialmente en las épocas de transición de una fase cultural a otra, de un estilo a otro. Sin duda, el conocimiento «gordiánico» es el tipo de conocimiento que tendrá preeminencia en nuestros tiempos.
Por ejemplo, según mi opinión, solamente una solución «gordiánica», desde fuera, podrá resolver el problema de la muerte. Si partimos desde los datos biológicos, de la célula, el cerebro, la relación con la vida anímica, metapsíquica, etc., no llegaremos a avanzar ni un paso en la revelación del misterio de la muerte. Tenemos que partir desde otro tipo de datos y siguiendo una demostración indirecta. En efecto, podemos observar que, en ciertos casos, la ley de la gravedad queda abolida y el cuerpo humano puede elevarse en el aire (los ejemplos de levitación son confirmados hoy en día por la ciencia); se puede observar también que, en algunos casos, la ley de la combustión del cuerpo humano queda abolida y que ciertos hombres pueden permanecer sobre brasas encendidas sin sufrir el más mínimo daño (casos bien analizados y unánimemente aceptados). Se impone, pues, la siguiente conclusión: en ciertas situaciones, las leyes físicas y biológicas que condicionan la vida humana pueden ser derogadas. Ante esta conclusión, el problema de la muerte recibe otro sentido. La interdependencia de la vida orgánica y la vida anímica ya no es tan categórica. Porque si las leyes de la vida orgánica pueden ser abolidas en ciertas circunstancias (levitación, incombustión), también podrán ser abolidas en otras circunstancias (por ejemplo, la muerte). Posiblemente, si investigáramos en esa dirección llegaríamos a unos resultados efectivos.
El conocimiento «gordiánico» presupone el inconformismo, la imaginación, el riesgo, la eficacia. Sobre las manchas blancas de los antiguos mapas se podía leer: hic sunt leones. Durante cientos de años se trasmitía esta información de hombre a hombre y de sabio a sabio, hasta que uno de ellos se hacía la pregunta: «¿Y si no hay leones?». Y partía por su cuenta para convencerse in situ. Se han hecho muchos descubrimientos geográficos por gente que partía para encontrar lo que figuraba en los mapas. Pero hay otros descubrimientos, descubrimientos hechos por gente que partía para convencerse de que los mapas eran engañosos, tal como ellos sospechaban desde el principio.