Notas

[1] IOB y «Revista Hispanoamericana», La España Moderna, año XIII, núm. 149, mayo de 1901, Madrid, pp. 177-178. <<

[2] Clementina Díaz y de Ovando, «Prólogo» a Cuentos del General, Editorial Porrúa, México, 1986, p. IX (Sepan Cuantos, 101). <<

[3] Ibid., p. X. <<

[4] Pedro Serrano, Silueta del general, s.e, México, 1934, p. 57. <<

[5] Ibid., p. 11. <<

[6] Clementina Díaz y de Ovando, op. cit., pp. XXXVII-XXXVIII. <<

[7] Se llamaba institucionistas a los fundadores y seguidores del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos. <<

[8] José Peña González, Manuel Azaña, El hombre, el intelectual y el político, Fundación Colegio del Rey, Alcalá de Henares, 1991. <<

[9] Véase Pedro Serrano, op. cit, pp. 45 y ss. <<

[10] Ibid., p. 47. <<

[11] Sobre el interés que manifestaron algunos de los mexicanos por escuchar lo que en los foros políticos europeos se debatía, hay que agregar la experiencia narrada con ironía por Salvador Quevedo y Zubieta cuando, después de pasada una primera etapa de autoexilio en España, el autor de Recuerdos de un emigrado decidió trasladarse a Inglaterra. Años después, éste recordaba: «Un día se le dijo [a Quevedo y Zubieta] que la reina de Inglaterra iba a hablar en voz alta de México, con motivo de las relaciones en vía de reanudarse entre ambos pueblos, asunto que sería objeto de su discurso de apertura del Parlamento. En consecuencia, fue a él y oyó leer el real mensaje, que hablaba, en efecto, de México, para decir que estaban por arreglarse las relaciones amistosas con ese país, y también con los boers; asociación casual o buscada que enfermó de spleen al autor de los Recuerdos, porque los boers, pueblo del África, son muy bravos y muy nobles, pero muy africanos». Quevedo y Zubieta, Manuel González y su gobierno en México, Espasa-Calpe, Madrid, 1928, p. 16. <<

[12] Pedro Serrano, op. cit., p. 55. <<

[13] Quien publicaría entre 1889 y 1890 polémicos artículos sobre literatura y arte mexicanos y americanos en general, en La España Moderna. <<

[14] Gerardo Sáenz, Luis G. Urbina. Vida y obra, Ediciones de Andrea/Institute of Latin American Studies/University of Texas, México, 1961, p. 242. <<

[15] Personaje que, como historiador incipiente, a Icaza le parecía el más claro ejemplo del pernicioso seguidor de «presentimientos» y no de hechos y, por lo mismo, representante de «todo un sistema crítico muy en boga en la España de entonces» (Francisco A. de Icaza, Obras, I, FCE, México, 1980, p. 80). Manuel Toussaint, al hablar de Calvario y Tabor, se referirá a Walter Scott y a «novelistas muy inferiores como Fernández y González, Tárrago y Mateos» (Manuel Toussaint. Obra literaria, UNAM, México, 1992, p. 479). <<

[16] Con quienes el poeta emparentó al poco tiempo, después de una boda celebrada en la aristocrática iglesia de San Francisco el Grande. <<

[17] Cuyo hijo escribió más adelante en Cervantes, y con el pseudónimo compartido con De Torre, Americus, sobre autores mexicanos. <<

[18] Pedro Serrano, op. cit, pp. 95-96. <<

[19] ¿Y fue el que ordenó la persecución de los sublevados de Jaca? <<

[20] El marqués escribió también poesía. Una oda suya estaba curiosamente titulada, A la muerte del emperador Maximiliano. <<

[21] Pedro Serrano, op. cit., pp. 92-93 y 107. <<

[22] Clementina Díaz y de Ovando, op. cit., pp. XVII y XXXIII. <<

[23] Reyes organizó homenajes a Mallarmé y participó en otro dedicado al propio Riva Palacio, Nervo sería invitado a los de Larra y Rodó e Icaza aportó dinero para el monumento a Valera. <<

[24] Pedro Serrano, op. cit., pp. 102-103. <<

[25] Vicente Riva Palacio, Cuentos del general, pp. 25 y 26. <<

[26] Véase Alfonso Reyes, Obras completas, I, FCE, México, 1976, p. 253. <<

[27] José Ortiz Monasterio, «Francisco Sosa: cartas a Vicente Riva Palacio», Literatura Mexicana, vol. VII, núm. 2, 1996, p. 554. <<

[28] Citado por Marta Isabel Hernández Prieto en «El escritor mexicano Vicente Riva Palacio en el Madrid del siglo XIX», Anales de Literatura Hispanoamericana, núm. 22, 1993, Madrid, pp. 109-110. <<

[29] Pedro Serrano, Silueta del general, s.e., 1934, p. 56. <<

[30] María Isabel Hernández Prieto, op. cit., p. 106. <<

[31] El periódico que fundó y prácticamente escribía por completo, llevaría como cabecera un nombre muy del gusto de Riva Palacio: Las Píldoras. Los pseudónimos que utilizó no se quedarían atrás en cuanto a ingenio: Publicio y El abate Rascarrabias. <<

[32] La diferencia entre una y otra postura estaría, sin embargo, en el hecho de que, al contrario del diplomático, Guzmán requería para su subsistencia, además de las regalías, del cobro de las publicaciones semanales. <<

[33] Reyes figuró bajo esta condición de iniciador, en cuando menos dos de los proyectos de José Ortega y Gasset, los más importantes del momento: España y El Sol. <<

[34] Vicente Riva Palacio: «Sección hispano-ultramarina. Excmo. Sr. D. V. Barrantes», La España Moderna, año I, núm 7, julio de 1889, Madrid, pp. 127-129. <<

[35] La España Moderna, marzo de 1889, Madrid, pp. 146-160. <<

[36] La España Moderna, año I, núm. 7, julio de 1889, Madrid, pp. 115-126. <<

[37] Véase María Isabel Hernández Prieto, op. cit., p. 103. <<

[38] Véase F. Francisco Villegas, «Impresiones literarias», La España Moderna, año V, núm. LIX, noviembre de 1893, Madrid, p. 207. <<

[39] María Isabel Hernández Prieto, op. cit., p. 108. <<

[40] Véase Clementina Díaz y de Ovando, op. cit., p. IX. <<

[41] La Ilustración Española y Americana (a partir de ahora, LIEA), año XXXII, núm. I, 8 de enero, 1888, Madrid, pp. 26-27. <<

[42] Véase Pedro Serrano, op. cit., p. 55. Se sabe, gracias a Rubén Darío, que durante una fiesta diplomática ofrecida por el general, Cánovas resolvió una situación tensa provocada por el hecho de que la reina regente de España, María Cristina, pariente de Maximiliano, no perdonara el que Riva Palacio hubiera sido de los militares que lo enjuiciaron. <<

[43] LIEA, año XXXVI, núm XXVIII, 30 de julio de 1892, Madrid, pp. 58,59 y 62. Ese mismo año, Riva Palacio publicaría la conferencia como libro (Establecimiento y propagación del cristianismo en la Nueva España, Casa Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1892). <<

[44] La foto se repetiría en 1896, al morir el diplomático en Madrid. <<

[45] LIEA, año XXXVI, núm. XXXVII, 8 de octubre de 1892, Madrid, pp. 219 y 220. <<

[46] LIEA, año XL, núm IX, 8 de marzo de 1896, Madrid, pp. 139, 140, 142 y 143. <<

[47] Véase Luis Leal, «Los cuentos del general», Literatura Mexicana, vol., VII, núm. 2, 1996, México, pp. 325-333. <<

[48] Véase Clementina Díaz y de Ovando, op. cit., pp. XXX y ss. <<

[49] Quedan fuera algunos «protocuentos» y aquellos otros que vienen entrelazados con los editoriales del periódico La Orquesta y que no hubo manera de darles vida autónoma, como en otros casos sí lo hicimos. Quedan fuera, pues, «Gas para los globos», «Contóme una beata», «El relojero de Toluca» y «Sólo una cuarta». Además quedó fuera «La historia de los siete durmientes», cuyo título se antojaba para cuento, pero resultó ser un erudito ensayo de historia antigua. <<

[50] Manuel Toussaint, Manuel Toussaint. Obra literaria, UNAM, México, 1992, pp. 479 y 481. <<

[51] No incluido en la edición original y sí en la preparada por Clementina Díaz y de Ovando, LIEA, año XXXVI, núm. XXXIV, 15 de septiembre de 1892, Madrid, pp. 158 y 159. <<

[52] Ibid., núm. XXXV, 22 de septiembre de 1892, Madrid, pp. 179 y 180. <<

[53] Ibid., núm. XXXVI, 30 de septiembre de 1892, Madrid, p. 199. <<

[54] Ibid., núm. XXXIX, 22 de octubre 1892, Madrid, p. 274. <<

[55] Incluido en la primera edición, aunque sin el subtítulo. Ibid., núm XI, 30 de octubre de 1892, Madrid, p. 290. <<

[56] No incluido en la edición original, pero sí en la de Díaz y de Ovando. Ibid., núm. XLI, 8 de noviembre de 1892, Madrid, pp. 310 y 311. <<

[57] Ibid., núm. XLII, 15 de noviembre de 1892, Madrid, p. 331. <<

[58] Ibid., núm. XLIII, 22 de noviembre de 1892, Madrid, p. 351. <<

[59] Ibid., núm. XLV, 8 de diciembre de 1892, Madrid, pp. 391 y 394. <<

[60] Ibid., núm. XLVII, 22 de diciembre de 1892, Madrid, p. 430. <<

[61] Véase María Isabel Hernández Prieto, op. cit., p. 110. <<

[62] La investigadora española observa que este relato no fue recogido por Clementina Díaz y de Ovando en la edición de Cuentos del general del año 1975. <<

[63] Sobre las relaciones entre la poesía de Riva Palacio y la poesía española, véase Pablo Mora, «El Escorial y la poesía formal», Literatura Mexicana, vol., VII, núm. 2, 1996, México, pp. 365-381. <<

[64] Clementina Díaz y de Ovando, op. cit., pp. XXXVIII y ss. <<

[65] «Gatos» se les llama a los personajes más castizos de Madrid. <<

[66] Y que recuerda en cierta forma la adoptada por Servando Teresa de Mier durante la invasión napoleónica a España. <<

[67] Manuel Toussaint, op. cit., p. 480. <<

[68] Luis Leal, op. cit., p. 325. <<

[69] Véase José Ortiz Monasterio, «Estudio preliminar», en Ensayos históricos, CNCA/UNAM/IMC/Instituto Mora, México, 1997, pp. 29 y ss. <<

[70] El Bouquet de El Movimiento-Semanario de Literatura, México, 1861, pp. 34-35. Agradecemos a Fernando Tola de Habich este importante hallazgo. <<

[71] La Orquesta, marzo 23 de 1870. <<

[72] La Orquesta, abril 6 de 1870. <<

[73] La Orquesta, abril 2 de 1870. <<

[74] La Orquesta, abril 6 de 1870. <<

[75] El Nacional, agosto 18 de 1892. <<

[76] El Tiempo Ilustrado, octubre 23 de 1892. <<

[77] LIEA, noviembre 8 de 1892. <<

[78] LIEA, enero 15 de 1893. <<

[79] LIEA, febrero 8 de 1893. <<

[80] El Tiempo, septiembre 3 de 1893. <<