eleanor
El lunes por la mañana, cuando vio a Park plantado en la parada del autobús escolar, se le escapó una risilla. En serio, una risilla. Se sintió como un personaje de dibujos animados, roja como un tomate y sacando corazoncitos por las orejas.
Qué boba.
park
Cuando vio a Eleanor caminando hacia él, sintió el impulso de correr hacia ella y levantarla en vilo. Como los protagonistas de los culebrones que veía su madre. Cogió las tiras de la mochila para contenerse…
En cierto modo, fue maravilloso.
eleanor
Park y ella medían lo mismo pero él parecía más alto.
park
Las pestañas de Eleanor eran del mismo color que sus pecas.
eleanor
De camino al instituto, hablaron del Álbum Blanco, pero solo fue una excusa para mirarse los labios. Cualquiera habría pensado que sabían leerlos.
Tal vez por eso Park no podía parar de reír, ni siquiera cuando hablaban de «Helter Skelter», que no es precisamente la canción más divertida de los Beatles. No lo era ni aun antes de que Charles Manson se apropiara de ella.