A mi vieja amiga Amaya, que me enseñó a dar los primeros pasos en el arte de escribir.
A Ángeles, mi editora en Planeta, por confiar en mí y despertar la sensación de que estaba creando un nuevo género. A Emilio y Maya por su buen criterio y tacto a la hora de hacerme aportaciones que enriquecieran la novela.
A mi familia y amigos, que supieron respetar el tiempo y el espacio en el que me entregaba al indescriptible placer de imaginar y redactar.
A mis socios, colegas y colaboradores de Atesora y Líder-haz-GO!, las plataformas desde las que he conocido a los clientes que han confiado en mí.
Quiero también utilizar este apartado para dedicar un homenaje a todas esas empresas, y a las personas que están detrás, que en los últimos años han confiado de manera continuada en mi saber hacer y profesionalidad como coach. Cada uno de ellos sabe a quién me refiero. Les agradezco el esfuerzo y los recursos dedicados, pero, sobre todo, la sensibilidad que demuestran día a día por el desarrollo de las personas que hacen crecer sus empresas.
Nokia, L’Oréal, Merrill Lynch, Leroy Merlin, Airbus, Pernod Ricard, BMW, Deloitte, KPMG, Saica Pack, Smurfit Kappa, Siemens, Lonza, Becton Dickinson, Lilly, Mars, Mantequerías Arias, Dell, Gate Gourmet, Loewe, Barloworld Finanzauto, Aristocracy, Amadeus, Bankia, OMD, Stock Uno, Dalkia, Oracle.
Un especial agradecimiento a todos aquellos profesionales con los que he trabajado desde que decidí dedicarme a la apasionante tarea de acompañar a otros en su crecimiento.
Gracias por vuestra actitud abierta al aprendizaje, gracias por vuestras reflexiones, gracias por vuestras preguntas, gracias por vuestros desafíos, sin los que no hubiera mejorado como coach, gracias por vuestras sonrisas cómplices, gracias por vuestros abrazos.
A todos os deseo mucho éxito.