Presentación

Lo que hoy llamamos la Saga de Ender empezó hace casi cuarenta años, en 1977, con una novela corta cuya versión ampliada, EL JUEGO DE ENDER, obtuvo más tarde, allá por 1985, los premios mayores de la ciencia ficción mundial el Hugo y el Nebula. Ni que decir tiene que la versión novela corta ya había obtenido, en 1978, el preciado Campbell Award al mejor autor novel.

Como es sabido, el eje central de EL JUEGO DE ENDER (1985) es la formación de la mentalidad de un líder. Card rehúye el esquema clásico de tipo autoritario para centrar el tema en la capacidad empática de comprender y dirigir los recursos, esencialmente humanos, que un líder debe manejar con soltura. Se trata, por lo tanto, de una novela que, aun atendiendo a los detalles de la formación militar y estratégica, se recrea en la componente psicológica de la formación de la personalidad del joven Ender. Y, no hay que olvidarlo, en el creciente interés por los videojuegos

En la novela, la Tierra se ve amenazada por una raza extraterrestre que se comunica telepáticamente y considera no tener nada en común con los humanos, a los que quiere destruir. Para vencerla es necesario un genio militar, y por ello se ha permitido el nacimiento de Ender, que es, en cierta forma, una anomalía viviente al ser el tercero de los hijos de una pareja en un mundo que ha limitado estrictamente a dos el número de descendientes. Los mejores y más prometedores niños son aislados en el satélite conocido como Escuela de Batalla para que aprendan, se entrenen y, en definitiva, desarrollen capacidades estratégicas con las que la Tierra pueda enfrentarse a la amenaza de los insectores o fórmicos. A la habilidad en el tratamiento de las emociones que es habitual en Card, se une aquí el interés por el empleo en la formación militar, estratégica y psicológica del protagonista de simulaciones de ordenador y juegos de fantasía… Como en la mayoría de novelas de Card, la novela trata en realidad de cómo hacerse adultos y aceptar las responsabilidades que ello comporta.

En otro momento (la presentación de GUERRA DE REGALOS, una novela de 2007 concebida casi como un cuento de Navidad), ya he contado que, al iniciar la subcolección de ciencia ficción en la vieja Libro Amigo que Ediciones B heredó de Editorial Bruguera, me empeñé en que EL JUEGO DE ENDER debía ser la primera de la colección incluso por delante de títulos indiscutibles del género como LOS LENGUAJES DE PAO, de Jack Vance, o EL PLANETA SHAKESPEARE, de Clifford D. Simak. Nunca me arrepentiré de haber insistido y lograr ese reconocimiento implícito a un nuevo autor, Card, quien en los últimos treinta años se ha confirmado como uno de los mejores de la ciencia ficción mundial.

Lo sorprendente fue, también, que esa novela de Card estuviera por entonces libre y que ningún editor español de ciencia ficción hubiera adquirido sus derechos para publicarla en nuestro país. Para mi sorpresa, pues, seguía disponible, y con ella el acceso a toda la obra futura de un autor superlativo. Siempre reconoceré el favor que debo a mi amigo Norman Spinrad (a quien también publiqué en Libro Amigo esa maravilla con elementos ciberpunk avant la lettre titulada JINETES DE LA ANTORCHA), quien, siendo como es una buena persona, no supo olvidar que Card era mormón practicante. Spinrad dedicó su crítica-comentario de EL JUEGO DE ENDER a juzgar la ideología religiosa de su autor en lugar de detenerse en la novela en sí. Otros editores de ciencia ficción en España parece que prefirieron leer esa crítica más bien sectaria de Spinrad al libro de Card y se olvidaron de una novela llamada indiscutiblemente al éxito. Pero yo suelo juzgar por mí mismo; leí la novela y me di cuenta del filón que había en ella en cuanto a temática, personajes, situación y, también, por la insólita capacidad narrativa y empática de un autor por entonces nuevo.

Sea como sea, tras el éxito, que lo fue y rotundo, de EL JUEGO DE ENDER, Card demostró su calidad como novelista con LA VOZ DE LOS MUERTOS (1986), la siguiente aventura de Ender. Se trata de una novela que quizá sea menos popular pero que resulta mucho más compleja y difícil, que exige un brillante novelista y narrador a un mismo tiempo. En esa novela se manejan con soltura diversos personajes en un ambiente (la colonia Lusitania de ascendencia portuguesa) que Card ha de conocer bien por su estancia en Brasil como joven misionero mormón. LA VOZ DE LOS MUERTOS sigue siendo, para mí, la mejor de las novelas de la saga de Ender.

Luego, Card se enzarzó en lo que viene a ser casi una disquisición filosófica en ENDER EL XENOCIDA (1991) e HIJOS DE LA MENTE (1996), en las que Ender perdía protagonismo frente a esa superdotada niña Qing-jao, que descubre la causa de la desaparición de la Flota Estelar, y las aventuras de sus hermanos Valentine y Peter (aunque sigo convencido de que el tiempo nos traerá algún día las auténticas novelas de Peter y Valentine, unos personajes tan ricos y potentes como el mismísimo Ender…). Todo ello se mezclaba con la idea filosófica de los «filotes» que se le había ocurrido al autor años atrás. Un nuevo ejemplo de la capacidad reflexiva de un Card en vena.

Pero la sorpresa definitiva la trajo, en 1999, esa nueva vuelta de tuerca que fue LA SOMBRA DE ENDER. La idea de volver a contar la historia de EL JUEGO DE ENDER pero desde el punto de vista de Bean, su lugarteniente, ha sido un maravilloso hallazgo. En realidad, Ender como gran genio estratega que es, resulta un personaje psicológicamente más plano que Bean. Niño problemático con una infancia difícil y una salud que amenaza su futuro, Bean resulta ser un personaje mucho más poliédrico que el mismísimo Ender, y con su historia da pie también a desarrollar toda una subserie (la de la sombra de Ender) en la que los protagonistas son esos otros genios de la estrategia militar y política que acaban siendo también los compañeros de Ender en la Escuela de Batalla. Un autor sumamente inteligente como Card no podía dejar escapar ese filón. De ahí salieron LA SOMBRA DEL HEGEMÓN (2001), MARIONETAS DE LA SOMBRA (2002), LA SOMBRA DEL GIGANTE (2005) y SOMBRAS EN FUGA (2012). Y se anuncia para un inmediato futuro una nueva novela (cuando, al menos yo, ya daba por concluida esa subserie con el último título, SOMBRAS EN FUGA, aunque seguro que Card sabe cómo sorprenderme de nuevo…).

Para completar la lista de las novelas de la saga de Ender, solo citaré la más reciente de las protagonizadas por este, ENDER EN EL EXILIO (2008) en la que volvemos a un Ender ahora ya adolescente enfrentándose al descubrimiento del sexo femenino (aunque ya pudiera haber habido algo de ello en LA VOZ DE LOS MUERTOS, pero en una edad vital de Ender no excesivamente adecuada para ello).

Desde la segunda mitad de la década de los noventa, he percibido en Scott un creciente interés por un personaje que parecía colateral a la saga aunque ya intervenía en EL JUEGO DE ENDER. Se trata de Mazer Rackham, el maorí que actúa como «maestro» de Ender en la Escuela de Batalla.

Por si les interesa, el nombre de Rackham es famoso. El origen parece ser un pirata llamado Jack Rackham (1682-1720), al que se llamó también Calico Jack y quien, por sus camisas y vestimenta, parece haber sido la fuente de inspiración del Jack Sparrow de la serie cinematográfica Piratas del Caribe. Y, last but not least, también da nombre al pirata Rackham el Rojo de las aventuras de Tintín tal como se nos cuenta desde El secreto del Unicornio… En realidad no sé por qué Orson Scott Card usó este nombre (y más en un personaje que no tenía al parecer nada que ver con los piratas…), pero así son las cosas.

Cuando Card vendió los derechos cinematográficos de EL JUEGO DE ENDER y empezó a redactar guiones para la película, resultaba evidente (al menos para quienes conocíamos alguno de los entresijos de esa tan dilatada producción cinematográfica y, además, tuvimos la oportunidad de hablar con Scott) que el personaje de Mazer Rackham era, ya en aquel momento (antes incluso de que se publicara LA SOMBRA DE ENDER en 1999 o los cómics en torno a EL JUEGO DE ENDER que datan de 2008), uno de los favoritos de su autor.

De ahí surge la actual trilogía en torno a la Primera Guerra Fórmica, que se desarrolla en los siguientes volúmenes: LA TIERRA DESPREVENIDA (2012), LA TIERRA EN LLAMAS (2013) y la inminente LA TIERRA DESPIERTA (Earth Awakens). El protagonismo de la serie parecía estar orientado hacia Mazer Rackham.

Pero Card es demasiado buen escritor para que fuera «solo» así.

Lógicamente, cuando la nave de los fórmicos (insectores les sigue llamando mi subconsciente) llega al sistema, el primer avistamiento y confrontación debe darse en el Cinturón de Kuiper, el conjunto de cuerpos cometarios que orbitan alrededor del Sol a distancias de entre treinta y cien unidades astronómicas (seguro que no hace falta, pero les recordaré que una ua es la distancia media entre la Tierra y el Sol, que es de unos ciento cincuenta millones de kilómetros, tal como lo definió la Unión Astronómica Internacional el 31 de agosto de 2012).

Y, lógicamente, una amenaza a todo el planeta debe ser afrontada por todo el planeta. La trilogía de la Primera Guerra Fórmica seguramente sea aquella cuyo héroe principal ha de ser Mazer Rackham, pero una amenaza a un planeta es un problema para toda la especie. Por eso, en LA TIERRA DESPREVENIDA, Card (y su brillante colaborador Aaron Johnston) nos describen la vida de las familias mineras libres del Cinturón de Kuiper ya que serán los primeros que se encuentren con la nave invasora de los fórmicos.

Con sorpresa leí LA TIERRA DESPREVENIDA esperando encontrarme con Mazer Rackham y, como saben los lectores, prácticamente este personaje no interviene en la primera parte de la nueva trilogía. Sí le encontramos ya, pero no como protagonista único ni central, en esta segunda parte que hoy presentamos, aunque su papel va aumentando en importancia.

Personalmente me parece muy acertada esa atención universalizada que convierte la presente trilogía en una especie de novela coral con diversos personajes colaborando, sin saberlo, en el enfrentamiento con los fórmicos.

Aunque para llegar a la conclusión de esa historia habrá que esperar al siguiente volumen, LA TIERRA DESPIERTA al que les emplazo.

Por cierto, en la escala cronológica esa Primera Guerra Fórmica ocurre un centenar de años antes de lo narrado en EL JUEGO DE ENDER, y la presencia del mismo Mazer Rackham en esa guerra y, también, cien años más tarde, en EL JUEGO DE ENDER, presenta algunos «problemas de calendario». En el mundo del cómic se han resuelto con un largo viaje de Rackham a velocidades cercanas a las de la luz con el evidente efecto relativista (la conocida «paradoja de los gemelos», tan usada por los divulgadores científicos), que también se usa en las historias de Ender y Bean para alterar la unidad espacio-temporal entre Ender y sus compañeros. Curioso.

Y no puedo finalizar sin comentar que por fin se ha estrenado la película de EL JUEGO DE ENDER, tras casi dos décadas de espera. Por si puede ser de interés, mi opinión es que los muchos guiones que escribió Card (aunque al final no sea suyo el definitivo) han servido para algo y la película resulta adecuadamente digna.

El filme respeta bien la idea de la novela y también deja abierto el final para una posible continuación (LA VOZ DE LOS MUERTOS, la segunda entrega de la saga de Ender, es una gran novela, nunca me cansaré de repetirlo). No sé si Hollywood acabará haciéndola, pero, hoy en día, ya hay otras posibilidades. En su largo debate con los productores cinematográficos al uso, Scott decidió crear su propia productora y, ante las quejas de Hollywood respecto de los novelistas no especializados en guiones cinematográficos, ahora Card trabaja con Aaron Johnston, un guionista de cine que se ha incorporado a su equipo y con el que Card ha coescrito algunas de sus últimas novelas. Por ejemplo, esta trilogía de la Primera Guerra Fórmica.

De nuevo haciendo referencia a la película, mi opinión es que respeta bastante la novela original, con la salvedad de que su primera mitad resulta demasiado militarista por dos razones esenciales: la primera es ese «vocabulario de marines» («Señor, sí, señor» y las cancioncillas en carrera…), y la segunda el que en lugar de niños de entre siete y nueve años, los de la película sean adolescentes de doce a quince, cuya violencia puede ser más dura. EL JUEGO DE ENDER trata de la formación de un líder que ha de conducir una batalla definitiva para el futuro de la especie humana, pero no se trata de una batalla basada en la violencia física sino estratégica. Ender descubre precisamente que para vencer a tu enemigo debes entenderlo, y eso mismo hace que ya no desees vencerlo

De ahí la continuación que constituye esa saga de Ender, la de su sombra y ahora la de su maestro Mazer Rackham. Una de las más interesantes, amenas y empáticas construcciones de la ciencia ficción en los últimos treinta años.

Que ustedes la disfruten.

MIQUEL BARCELÓ