Bree saca unos cuantos diarios finos y blancos de los abarrotados estantes de la biblioteca.
—Casi todo lo que hay en esta sala es documentación de la formación rebelde —explica—. Alineación de fuerzas, planes de ataque, estrategias defensivas… Pero esto —añade, levantando los pálidos diarios antes de dejarlos en la mesa, ante mí—, esto es lo bueno.
—¿Pruebas del Proyecto Laicos?
—Pruebas y más. Notas y comentarios escritos por Frank en persona.
Paso la mano por la cubierta del primero. El material es blando, como cuero gastado, y las esquinas se curvan hacia el techo. En el centro solo hay un número uno escrito a mano. Es el primero de muchos. Respiro hondo y lo abro.
Las palabras de dentro son demasiado uniformes para estar escritas a mano, me recuerdan a los registros que Emma y yo encontramos en Taem, con la misma separación entre todas las letras y líneas completamente paralelas. Me inclino sobre estas páginas encuadernadas y leo.
Se han establecido cinco grupos de prueba por todo AmEste, etiquetados, por ahora, de la A a la E. Como la naturaleza del proyecto es crear soldados duraderos y fuertes, necesitamos un amplio abanico de sujetos para la experimentación. Cada grupo de prueba se encontrará con una situación distinta, desde la más deseable (en el A) a la menos deseable (en el E). Mi predicción inicial es que los soldados más útiles saldrán de los grupos con entornos más exigentes, pero el tiempo lo dirá.
Cada grupo se rodeará de un muro y recibirá herramientas básicas para la supervivencia (hachas, sierras, cuchillos, etc.). Algunos grupos incluso contarán con refugios ya construidos; teniendo en cuenta el número de comunidades abandonadas o en ruinas después de la Segunda Guerra Civil, sería absurdo desaprovechar esos recursos. Levantaremos muros de manera estratégica, y nos aseguraremos de que nuestras cámaras y nuestros sistemas de vigilancia permitan la observación desde la sala de control de Taem.
Los sujetos de prueba son una mezcla de niños y niñas, todos de quince años o menores, sacados de instituciones abarrotadas a causa de la guerra. Todavía queda por decidir cuándo se recuperarán los sujetos de prueba para transferirlos a Taem y proseguir con la investigación.
Hay una página en blanco antes de la siguiente página escrita. Miro a Bree, pero ella tiene la nariz metida en un libro, así que sigo leyendo.
Desglose de los grupos de prueba:
Grupo A: Territorio Occidental. Las condiciones de vida más idóneas. Granjas en funcionamiento, fábricas y reservas de alimentos. Terreno fértil, buen tiempo. Casas de civiles construidas y con electricidad.
Grupo B: Llanuras Meridionales. Condiciones de vida cómodas. Casas construidas. Gran lago de agua dulce, terrenos cultivables, tiempo cálido.
Grupo C: Región de la Capital. Condiciones de vida básicas. Buen tiempo y buenos terrenos. Cabañas en ruinas, pero con posibilidad de reparación. Agua: pequeño lago y ríos.
Grupo D: Costa. Condiciones de vida difíciles. Agua dulce limitada; terrenos rocosos y secos rodeados de agua salada. Sin estructuras construidas, mucho sol, expuestos al viento y a otros elementos. Inviernos fríos.
Grupo E: Área Norte. Condiciones para la supervivencia del más fuerte. Inviernos fríos y largos. Veranos cortos y frescos. Mucho bosque. Sin estructuras construidas.
En las siguientes páginas habla de los primeros días del proyecto y se incluyen las observaciones iniciales de Frank. Los cinco grupos pasan por una fase a la que se refiere como «histeria», en la que, independientemente de las condiciones del entorno, los niños se dejan llevar por el pánico. Conocen su identidad, y tienen algunos de los conocimientos básicos aprendidos en el colegio, pero no saben nada del mundo exterior, ni recuerdan a la gente de dicho mundo. Esa situación tan conveniente es resultado del trabajo de manipulación de la memoria que se realizó en los laboratorios de Frank antes de colocar a los sujetos detrás del Muro. Cuando pasa la histeria, empieza el verdadero espectáculo, que ocupa un puñado de los diarios de Frank.
Interesante desarrollo de los acontecimientos en los grupos B y C. En ambos grupos ha surgido un líder que intenta repartir funciones y responsabilidades. Cada líder ha dado nombre a su tierra. El grupo B se hace llamar Dextern (el apellido de su líder) y el grupo C, Barro Negro (seleccionado por la apariencia de la tierra del lugar). El grupo A se encuentra en un estado de caos y disputas constantes. E lucha por sobrevivir a las condiciones meteorológicas. (…)
El grupo D, que al final ha decidido llamarse Agua Salada, ha seguido el ejemplo de los otros y ha elegido un líder. Giro sorprendente de los acontecimientos: es una hembra. El grupo A sigue sin nombre y en conflicto. El grupo E está casi extinto. Puede que las condiciones hayan sido demasiado extremas. (…)
Al cabo de seis meses, todos los grupos han descubierto ya el Muro. Solo lo han trepado algunos. Todos lo han considerado poco seguro por los cadáveres que devolvemos, de modo que ya están educados para limitarse a los confines de su territorio. Esto es esencial, ya que, si deseamos que nuestros experimentos continúen después de la primera generación de sujetos, no podemos permitir que escalen el Muro cuando quieran. (…)
El grupo A ha pasado del caos a la guerra. Los sujetos se han dividido y luchan unos contra otros por los recursos y el control de las mejores viviendas. (…)
El Grupo C tiene un pueblo tan estable que resulta sorprendente. En poco más de un año cuentan con pastos y mercados. Han reconstruido todas las cabañas y su líder ha creado un consejo con representantes elegidos por el grupo para tomar las decisiones sobre el estilo de vida de la comunidad. Se habla de hacer algo similar en el B. (…)
El grupo D es muy ingenioso. Han encontrado manantiales de agua dulce y los han conducido a unos depósitos. Han construido refugios para protegerse del sol y del viento. Las mujeres ostentan un poder sorprendente en este grupo, en comparación con los demás, y comparten muchos de los roles tradicionalmente masculinos. (…)
El grupo E se ha extinguido. La investigación en esa zona ha terminado. El grupo A sigue con su guerra. Se ha derramado mucha sangre y temo que acaben por eliminarse los unos a los otros por completo. (…)
Se acerca la primera extracción. Se ha acordado que sacar a los sujetos de prueba del grupo A sería una estupidez. Los niños se han vuelto locos, y cualquier tecnología creada a partir de ellos sería inestable y volátil. El Proyecto Laicos ha terminado para el grupo A. Voy a cortarles la electricidad del todo, salvo la de las cámaras. Seguirán allí para confirmar lo que esperamos: la muerte de todos los salvajes. Las extracciones se realizarán en los grupos B, C y D.
Los dieciocho años parece una edad apropiada para los chicos. Han madurado bien y están en su mejor momento físico. No obstante, en el grupo D, muchas de las chicas son tan fuertes y duras como los machos, y comparten con ellos roles y profesiones similares. Teniendo en cuenta esta revelación, creo que sería beneficioso contar con varios sujetos de prueba de género femenino, así que el grupo D nos los proveerá. Sacaremos a las chicas a los dieciséis, de forma selectiva, asegurándonos de extraer tan solo a las mejores candidatas para la experimentación.
Todos los sujetos extraídos se enviarán a Taem, donde continuará la investigación. Se mantendrán en alas y laboratorios separados. No habrá interacción entre los sujetos de prueba de las distintas ubicaciones. (…)
Paso al siguiente grupo de libros, que están repletos de notas sobre los Raptos: cómo se realizan y cómo reacciona cada grupo ante ellos. El temblor de tierra y la sensación de malestar general durante los Raptos de Barro Negro empieza a tener sentido. La Orden llega en helicóptero (un pájaro de acero que suena de forma parecida a los objetos que vi tripular a AmOeste durante el ataque a Taem) y suelta unas drogas inodoras para contener al pueblo mientras se llevan al chico.
Hay cientos de páginas sobre los experimentos en los siguientes diarios, pero solo las ojeo por encima, ya que las escenas que describe Frank son demasiado deprimentes y no quiero leer sobre las personas que murieron en su mesa de operaciones. Avanzo por la documentación a toda prisa y, antes de darme cuenta, he llegado al último diario.
Hoy he reclutado a un nuevo miembro para nuestros laboratorios, un chico llamado Harvey Maldoon. Es joven, pero brillante, un genio de tan solo dieciséis años. El chico, bendito sea, es muy trabajador y está convencido de poder crear una Imitación tan hábil y madura como el original. Me promete que conseguirá que las copias estén sanas y fuertes, y que no flaqueen al cabo de un día, como las réplicas que han creado mis otros técnicos.
Los «Raptos» (un término acuñado en el grupo C y que hemos adoptado a nivel interno) continuarán, y cruzo los dedos por que Harvey tenga éxito. Necesito que tenga éxito. Solo entonces podré construir un complejo de producción más cercano a las fronteras. AmOeste sigue intentando infiltrarse. Son insistentes y, aunque debo proteger a los nuestros de su ira y nuestra agua de su codicia, no puedo seguir perdiendo miembros de la Orden en la lucha. Estas Imitaciones, estas vidas sin familia, ni historia, ni hogar, serán un recurso de valor incalculable.
El diario termina ahí, aunque sé cómo se desarrolla la historia. Seguirán experimentando durante muchos años y, a pesar de que Harvey al final obtiene una Imitación viable, nunca llega a crear la producción ilimitada que Frank todavía busca. Mientras tanto, todo se desmorona en Taem. Las leyes se vuelven autoritarias y la gente empieza a huir, Elijah de los primeros. Los rebeldes se convertirán en otro estorbo para los planes de Frank y, cuando por fin huye Harvey, Frank hace todo lo que está en su poder por recuperarlo.
Cierro el último diario y lo empujo hacia los otros. Cuesta digerir tanto en tan poco tiempo; aun así, curiosamente, es un alivio conocer la verdad. Leerlo hace que sea algo probado y concreto.
—Entonces, tú estabas en el grupo D, en Agua Salada —le digo a Bree, y ella levanta la cabeza y asiente—. ¿Fallyn también?
—Ya lo has pillado. En el valle de la Grieta hay un representante de cada grupo de prueba, que se convierte en capitán bajo las órdenes de Ryder.
Hago las cuentas en un segundo, pero no cuadran.
—Hay cuatro capitanes y solo tres grupos se enfrentaron a los Raptos.
—Raid es del grupo B, Dextern; Fallyn es de Agua Salada; tu padre es de Barro Negro. Y después está Elijah. Él representa a los ciudadanos de Taem, que son muchos. De hecho, son el grueso de los rebeldes.
Así que a lo mejor los registros de Frank eran correctos, al fin y al cabo.
—¿Empezó Elijah la rebelión? —pregunto.
—Sí y no. Fue uno de los primeros en buscar fuera de la ciudad a otras personas que compartieran su punto de vista, aunque creo que su huida no significaba nada hasta que conoció a Ryder. Sus caminos se cruzaron en algún lugar más allá de la Horquilla y empezaron a reunir seguidores. Entonces fue cuando empezó la rebelión de verdad.
—¿Y Ryder? Quiero decir, sé que era de Barro Negro, pero ¿cómo acabó aquí?
—No sé demasiado. Tú y yo tuvimos suerte, Gray. Cuando nos raptaron, Harvey ya había huido y, gracias a eso, los experimentos de Frank estaban en suspenso. Pero Ryder no contó con esa ventaja. Le mintieron, le dijeron que Frank intentaba liberar Barro Negro, y después pasó por una operación tras otra, pensando que los técnicos del laboratorio conseguirían encontrar algo en su sangre que salvaría a su gente del Muro.
»Por lo que he oído, Ryder se hizo muy amigo de otro de los chicos de Barro Negro. Comentaban que Frank no parecía estar más cerca de solucionar nada y ambos pensaban que su única oportunidad de llevar una vida medio normal era alejarse todo lo posible de Taem. Empezaron a hablar de huir y, al final, Ryder lo hizo.
—¿Y el otro chico?
—Los dos forzaron la entrada del despacho de Frank durante su huida en vez de escapar directamente a las colinas. Una idea estúpida, en mi opinión, pero al menos Ryder consiguió hacerse con los diarios que acabas de leer. El problema es que los grabaron con las cámaras, lo que alertó a la Orden. Solo logró salir Ryder.
—¿Después se escondió en el bosque hasta que lo encontró Elijah, unos cuantos años después?
—Sí. Para entonces, Ryder ya no quería seguir luchando contra Frank. Era viejo y estaba más o menos satisfecho. Sin embargo, cuando Elijah le contó todo lo que Frank había hecho a la ciudad y a sus habitantes, Ryder se convenció de que nunca es demasiado tarde para contraatacar.
Todas las piezas encajan: los registros de la Central se conectan con los diarios de esta biblioteca, que se terminan de completar con las historias de Bree. Me duele el cerebro, aunque en el buen sentido. La verdad es adictiva.
—¿Y tú? —le pregunto—. ¿Cuál es tu historia?
—Me raptaron, aunque en la isla lo llamábamos Robo. Vi un vídeo en el que Frank me decía que Harvey estaba detrás de todo, que necesitaba de mi paciencia y de mi ayuda para poder liberar Agua Salada. Un día estaba en una misión de reconocimiento y me di cuenta de que no quería volver. En aquel momento confiaba en Frank, pero no quería pasarme toda la vida buscando a Harvey. Supongo que eso me convierte en una egoísta, en realidad, por no querer salvar a los míos, pero estaba sola y asustada. Así que, mientras los demás dormían, antes de pararme a pensar si era buena idea, me largué. Unos días después tropecé con un tosco campamento rebelde.
—¿Cuánto hace de eso?
—Un año, más o menos.
—Entonces tienes… ¿dieciséis, diecisiete?
—Casi diecisiete.
—No pareces tan mayor.
—¿Y eso? ¿Porque soy muy madura y sensata? —pregunta, sonriendo con orgullo.
—Más bien lo contrario, porque eres salvaje e impulsiva.
—Bah, que te den —me suelta en un tono medio en serio, medio en broma—. Eres tan impulsivo como yo, puede que incluso más.
—Creo que nos parecemos más de lo que nos gustaría reconocer.
—He servido con más responsabilidad que tú a la causa rebelde —dice, frunciendo el entrecejo—. Doy todo y más en las misiones, y siempre cumplo mis promesas. Solo por eso ya somos muy distintos.
—Solo necesito una oportunidad, Bree. Yo también me crezco bajo presión —afirmo, sonriendo, y ella pone los ojos en blanco.
—¿Ah, sí? Bueno, pues yo necesito un trago.
Deja los diarios de Frank en el estante y salimos de la biblioteca en busca de alcohol.