Bueno, cogí el plano de esquemas y lo relacionaba todo con historias de sexo y edad. Este tío vivía en una casa con tres mujeres. Azotaba a una (su nombre era el nombre de la calle y su edad el número por donde se cortaba); se comía a otra (lo mismo), y simplemente se jodía a la tercera (lo mismo). Luego estaban todos estos maricas y de ellos (su nombre era Avenida Manfred) tenía 33 años…, etc., etc., etc.
Estoy seguro de que no me hubieran dejado entrar en aquella cabina de cristal si hubieran sabido lo que pensaba mientras miraba todas aquellas cartas. Todas me parecían como viejas amigas.
Aun así, me hice un lío con algunas de mis orgías.
Diez días más tarde, cuando volví, sabía qué haría cada uno con quién.
Conseguí el 100 por cien en 5 minutos.
Y recibí una carta de felicitación del Director General de Correos de la ciudad.