Apéndice
Carta de un fan de 1967

Estoy a punto de abrir por vez primera un pequeño sobre azul dirigido a mí y remitido al club de fans de los Who el 16 de enero de 1967, hace cuarenta y cinco años. Hay una pequeña flecha sobre la «o» de Who.

Resulta muy especial abrir esta carta que me escribieron tanto tiempo atrás, en los tiempos gloriosos del estallido de la cultura pop de los sesenta. Si un grupo de quinceañeras me hubiera escrito cuando yo tenía treinta y pocos años, hubiera respondido personalmente. Para cuando llegué a la cuarentena, tenía empleadas a dos secretarias que me ayudaban a procesar las mil cartas que aproximadamente recibía cada mes.

Esta carta en particular proviene de Anne, que escribe en un tono familiar.

«¿Cómo estás? Estuviste brutal en Top of the Pops la semana pasada. Keith me pareció la bomba, y me encantó tu abrigo tan original. ¡Fantástico!».

Luego dice que ya pasa de escuchar «Jack» («Happy Jack»). Que la odia. Está a punto de salirse de las listas. También le aconseja a «Mooney» que diga la verdad sobre si está casado con Kim (algo que no había pasado aún). Y observa acertadamente que no acaba de creerse los rumores porque «Keith es de los que diría cualquier cosa por publicidad».

También regaña a John Entwistle por mantener en secreto el compromiso con su amiga de la escuela Alison. Luego pregunta si me leí el Disc de la semana anterior, donde una periodista afirmaba que yo era guapo.

Entonces Anne dispone veintidós «ja ja» seguidos para indicar lo graciosa que le parece la afirmación. «Resultas fascinante, pero no guapo. ¿Tú te crees guapo? ¿Y Karen?».

Concluye la carta diciendo «el tiempo apremia, y tú eres súper GUAPO».

El secreto de que yo tenía compañera sin duda había dejado de ser secreto; nuestros fans enterados ya sabían su nombre, y Anne era claramente de las enteradas. Parece fastidiarle la perspectiva de que yo también esté fuera del mercado, aunque no deja de evidenciar su atracción por Keith y John.

No menciona a Roger en toda la carta. Roger se había casado secretamente con Jackie en 1964; y Anne, por supuesto, lo sabía. Así que, para ella, estaba definitivamente fuera del mercado.

Aquello que nunca antes habría alcanzado a ver, y hoy puedo ver fácilmente, es que Anne me quería. No quiero decir que estuviera enamorada de mí o que me deseara sexualmente, sino que me amaba.

Esa significativa aura de adoración que se desprendía entre líneas, escondida entre amenazas de repudio si hacíamos discos que le decepcionaran, y su insistencia en que no intentáramos esconderle nuestros amoríos, me habría sido imposible de percibir en 1967. Mi vida habría sido muy distinta si hubiera sido capaz de reconocer una adoración e interés auténticos y cariñosos cuando se me demostraban.

Dos meses atrás, en noviembre de 1966, los Who tocaron en Wintern Gardens, Malvern. Val, de Worcester; me escribe en enero de 1967 para agradecerme que la acompañara a ella y a su amiga después del concierto. Dice que espera que la recuerde: Val, la rubia que se sentó a mi lado.

Val concluye con veinte besos, dos menos que las carcajadas de Anne.