No me considero permisivo.
Dr. Spock
Benjamin Spock es el autor de Baby and Child Care, traducido al español como Tu hijo, el libro sobre puericultura más vendido (decenas de millones de ejemplares) e influyente desde su primera edición, en 1945. El Dr. Spock fue también una persona comprometida políticamente, que se manifestó contra la intervención norteamericana en Vietnam y a favor del desarme nuclear. A menudo se le ha acusado de ser permisivo; tanto que, en el prólogo a la edición de 1985, se vio obligado a defenderse:
Ciertamente, no habla de tal cosa. Antes bien, veamos algunas de sus advertencias:
A partir de los tres meses de edad […] el niño debe acostumbrarse a dormir solo en su cuna, sin necesidad de compañía. Si el niño duerme con sus padres, es aconsejable separarle cuando tenga seis meses.
Además, si el niño está enfermo o tan ansioso que desea pasar toda la noche en la cama de los padres, aparte de consultar al médico (semejante deseo debe de ser patológico, claro), se recomienda a los padres acudir a la habitación del niño a tranquilizarlo: «Permanezca sentada con él hasta que se duerma».
También se permite a los padres aceptar a los niños en la cama de matrimonio por la mañana, para ser mimados, «siempre que esto no haga que cualquiera de los dos padres se sienta inquieto, porque esto le agita sensaciones sexuales». Sensaciones que dos líneas después se atribuyen a «avances sexuales» del niño. ¿No les parece increíblemente retorcido? Lo primero que se le viene a la mente, cuando un niño pequeño entra en la cama de sus padres para besarles o saltar en el colchón, es que pueda haber una inquietante sensación sexual iniciada además por el niño. Sin embargo, en muchas otras situaciones de la vida cotidiana, objetivamente bastante más comprometidas, nadie advierte cosas similares. En ningún libro encontrará advertencias como «puede ir a la playa, siempre que la observación de los cuerpos semidesnudos no le agite sensaciones sexuales» o «desde luego ir en metro es más ecológico que usar su propio coche, pero pregúntese antes de subir al metro o al autobús si no estará en realidad buscando un roce concupiscente».
Tampoco es muy partidario el Dr. Spock de coger a los niños en brazos o de hacerles mucho caso:
No es necesario que coja al niño en brazos tan pronto como se despierte.
Se mima a un niño de pocos meses de edad ocupándose de él en exceso.
Todo esto no es muy distinto de lo que han dicho otros muchos expertos antiguos y modernos. Si dedico al Dr. Spock un apartado en esta sección de «teorías que no comparto» no es porque sea peor que otros autores, que no lo es, sino por esa falsa fama de permisivo que le rodea. Algunos padres pueden creerlo. Y si hacer dormir solo al niño y cogerlo poco en brazos es ser permisivo, entonces, ¿qué habrá que hacer para ser «firme»?