EL CORNUDO PÓSTUMO
O DE DOS MUNDOS[2]
Es aquel cuya mujer tiene un niño, diez o doce meses después de su muerte. La ley se los adjudica aunque no haya podido ser el padre y se encuentra así cornudo de dos mundos o cornudo en esta vida y en la otra, ya que después de habérselos puesto en esta vida, se los siguen plantando sobre su ataúd. Esta especie es opuesta a la del cornudo en ciernes, uno es cornudo antes y el otro después del matrimonio. Son, de pleno derecho, llamados a abrir y cerrar la marcha de la procesión. En esta numeración también están comprendidos aquellos que mueren con un amor violento, solicitando a su viuda guardar el celibato, y un temor a la infidelidad que no espera ni siquiera su muerte para realizarse.