A aquellos de ustedes, que hayan leído algunas (o posiblemente todas) de mis historias de robots antes, les agradezco su lealtad y paciencia. A aquellos de ustedes que no lo han hecho, espero que este libro les haya proporcionado placer —y yo me siento complacido de habernos conocido—, y espero que volvamos a encontrarnos de nuevo pronto.