Algunos robots no humanos

No voy a ordenar las historias de robots en el orden en que fueron escritas. En vez de ello, voy a agruparlas según la naturaleza de su contenido. En esta primera división, por ejemplo, trato de robots que no poseen forma humana…, un perro, un automóvil, una caja. ¿Por qué no? Los robots industriales que se han convertido en realidad no poseen apariencia humana.

La primera historia de todas las recopiladas aquí, El mejor amigo de un muchacho, no pertenece a ninguna de mis primeras recopilaciones. Fue escrita el 10 de septiembre de 1974, y puede que encuentren ustedes en ella un eco distante de Robbie, escrita treinta y cinco años antes, y que aparece más tarde en este mismo volumen. No piensen que no soy consciente de ello.

Incidentalmente, observarán ustedes que en esas tres historias el concepto del Robot-como-Pathos se halla claramente marcado. Puede que observen también, sin embargo, que en Sally no parece haber el menor indicio de las Tres Leyes, y que hay más que una alusión al Robot-como-Amenaza. Bien, si en su momento decidí hacerlo así, supongo que estaba en mi derecho. ¿Quién hay por ahí para impedírmelo?