[1] Juan Bautista Bustos (1779-1830), cordobés, gran propietario rural, luchó en las Invasiones Inglesas, adhirió a la revolución de 1810 y combatió en el ejército del Norte. Belgrano lo comisionó para que combatiera la sublevación de Borges en Santiago del Estero (1816) y para que ocupara Córdoba militarmente a raíz de los sucesos del litoral. En 1818 luchó contra López en Fraile Muerto. Jefe del Estado Mayor del Ejército del Norte, se sublevó contra el gobierno central en 1820, y marchó hacia Córdoba, donde tomó el poder, manteniéndose en el gobierno durante ocho años. Como decidido defensor del sistema federal intentó la institucionalización del país, propiciando la reunión de un congreso constituyente que no logró concretar. Se opuso a la revolución de Lavalle en 1818, y fue el primero en condenar el asesinato de Dorrego. Derrotado por Paz en San Roque, debió huir a La Rioja, donde se unió a Quiroga, junto a quien luchó en La Tablada (1829). Luego marchó a Santa Fe, donde encontró la muerte en 1830. <<
[2] Bernabé Aráoz (1782-1824), pertenecía a una poderosa familia tucumana, de gran influencia en la política regional. Combate junto a Belgrano en las batallas de Salta y Tucumán, gobierna su provincia natal desde 1814 y en 1819 proclama la «República de Tucumán», secesión que anuncia la caída del poder central y la desintegración de 1820. Intenta sostener la hegemonía tucumana en el norte del país, enfrentándose por ello a Güemes, gobernador de Salta, y a Ibarra, gobernador de Santiago del Estero. La revolución encabezada por Francisco Javier López lo depone en 1823; éste ordena su fusilamiento al año siguiente. <<
[3] La ciudad y la provincia constituyeron un centro económico, político y cultural de fundamental importancia durante la dominación española. Con la fundación del Virreinato del Río de la Plata y la implantación de libertades comerciales, su poder será eclipsado paulatinamente por Buenos Aires, pues era fundamentalmente un centro comercial crecido al amparo de su función y de nudo de comunicaciones hacia el Alto Perú y Chile. La agricultura, la ganadería y las artesanías eran la base económica de la sierra; la ganadería utilizaba especialmente las pampas de altura y el sector de los llanos lindantes con La Rioja, y hacia el este el pie de las sierras y del área pampeana consolidada sobre la frontera del Río Cuarto. Los censos consignan una población de 102.248 habitantes para toda la provincia, de los cuales 14.187 en la capital. De la Fuente calcula unos 130.800 como población total para 1849. <<
[4] Deán Gregorio Funes (1749-1829), cordobés, doctor en Teología y Derecho, tuvo importante actuación en la política revolucionaria y en la educación universitaria. Encabezó a los diputados del interior incorporados a la Junta Grande (1810), defendiendo sus derechos a la intervención directa de la gestión revolucionaria. En 1811 redactó el Reglamento, primer ensayo constitucional de la República. Fue diputado al Congreso Nacional de 1824. Su labor intelectual se cifra en libros, como el Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán (1816-17), así como en su plan de estudios para la Universidad de Córdoba, de la que fue rector desde 1808. Conocedor de las corrientes de la filosofía del siglo XVIII, Funes prepara un plan renovador que tiene en cuenta las nuevas ideas sin aceptarlas enteramente, pero que se aparta del escolasticismo imperante en la universidad cordobesa. <<
[5] La cañada del río Mapocho, que atraviesa la ciudad de Santiago de Chile. <<
[6] El Facundo participa de la concepción del movimiento revolucionario de 1810 propia de la generación del 37. Sarmiento, como los miembros de la Asociación de Mayo, sentía que había nacido con la patria. Mayo era el grito de libertad y de igualdad frente al absolutismo español, consecuencia de las ideas de los liberales franceses e ingleses que habían circulado muchas veces clandestinamente en el Plata. Escribe Echeverría en el Dogma socialista: «¿Qué quiere decir Mayo? Emancipación, ejercicio de la actividad libre del pueblo argentino, progreso; ¿por qué medio?. Por medio de la libertad, la fraternidad, por medio de la Democracia». El 25 de mayo fue celebrado con gran solemnidad desde su primer aniversario y el fervor por las llamadas Fiestas Mayas continuó hasta 1835, en que cobra importancia el festejo del 9 de julio, día de la independencia argentina. Rosas en su discurso del 25 de mayo de 1836, interpreta el movimiento revolucionario de mayo como de leal vasallaje al rey Fernando VII. Algunos historiadores niegan al movimiento de 1810 los ideales mencionados por Echeverría así como la influencia decisiva del pensamiento francés, destacando en cambio la presencia de la tradición española y del jesuita Francisco Suárez. <<
[7] El acróstico citado por Sarmiento está formado por las iniciales de los sublevados en Córdoba contra la autoridad de la Junta de Buenos Aires, fusilados en Cabeza de Tigre. El héroe de la reconquista de Buenos Aires en la segunda invasión inglesa y virrey impuesto por voluntad popular hasta la llegada de Cisneros, había sido internado en la provincia de Córdoba. En la ciudad de Córdoba, Liniers y las autoridades coloniales deciden resistir a la Junta de Buenos Aires. El 20 de julio de 1810 juran lealtad al Consejo de Regencia y organizan tropas para enfrentar al gobierno criollo. Derrotados por el ejército al mando de Antonio González Balcarce, son fusilados en el camino hacia Buenos Aires. <<
[8] El Director Supremo Rondeau, enfrentado a Ramírez y a López, ordena que el Ejército del Norte, al mando de Belgrano, envíe tropas en su auxilio. En la Posta de Arequito (provincia de Santa Fe), las divisiones enviadas se sublevan comandadas por el general Bustos, Alejandro Heredia y José M. Paz (8 de enero de 1820), pues se niegan a participar en la guerra civil. El general Francisco Fernández de la Cruz, al mando del ejército, entrega la dirección a Bustos, que se encaminará a Córdoba. <<
[9] Manuel Belgrano (1770-1820), porteño, abogado, estudioso de las teorías de la fisiocracia y del liberalismo, trató de influir en una transformación de las condiciones económicas del Plata desde su cargo de secretario del Consulado (1793). Fue secretario de la Junta de 1810 y dirigió los ejércitos patriotas en el Paraguay y en el Alto Perú. La primera empresa fracasó en el enfrentamiento de Tacuarí (1811) pero dio frutos como semilla independentista. Enfrentó a las poderosas tropas realistas, venciéndolas en Tucumán (1812) y Salta (1813) e impidiendo su avance hacia el Plata. Derrotado en Vilcapugio y Ayohúma encabeza la dolorosa retirada hacia Jujuy y Tucumán. Para la organización institucional del país propuso una monarquía que coronara a un descendiente de los Incas. Declarada la independencia (1816), vuelve al mando del Ejército del Norte, luchando en acuerdo con Güemes en la guerra de defensa. Obedeciendo órdenes del gobierno central baja a Santa Fe, tratando de lograr la paz con Estanislao López. Agravada su salud, abandona el cargo, muriendo en Buenos Aires en 1820. <<
[10] Carlos María de Alvear (1789-1852), regresa a Argentina, su tierra natal, en 1812, junto con el general San Martín, con quien organiza la Logia Lautaro, distanciándose posteriormente de él. En 1815 es nombrado Director Supremo. Durante su gestión, impopular y aristocratizante, dispone el reemplazo de San Martín en la gobernación de Cuyo y llega a ofrecer a Gran Bretaña el Protectorado de las Provincias Unidas, que a su pesar no llega a concretarse. Estos hechos provocan su caída. En 1820 intenta conseguir la gobernación de Buenos Aires, pero es derrotado por Manuel Dorrego en San Nicolás. Como ministro de Guerra de Rivadavia comanda las fuerzas argentinas en la guerra con el Brasil. Logra victorias importantes, entre ellas la de Ituzaingó. Producida la revolución del 1º de diciembre de 1829, es Ministro de Guerra de Lavalle, por breve tiempo. Desde 1838 es ministro plenipotenciario en los Estados Unidos, donde muere. <<
[11] Martín Rodríguez (1771-1845), porteño, actuó en las invasiones inglesas dirigiendo el Escuadrón de Patricios. Luchó junto a Belgrano en el Paraguay, participando del levantamiento del 5 de abril. Incorporado en 1812 a las tropas de Belgrano, fue derrotado en Venta y Media y Sipe-Sipe. En 1820 sus tropas, con apoyo de las milicias rurales, eliminan las amenazas de rebelión. Tras la derrota de Dorrego es nombrado gobernador y capitán general de la provincia, designando a Rivadavia y Manuel García como sus ministros. En su gobierno se instauran las reformas (militar, eclesiástica, de justicia), se crea la Universidad, se suprime el déficit fiscal, se crea el Banco de Descuentos, etc. Ejerce la magistratura hasta 1824 con la adhesión de las clases altas. Entre 1825-7 es jefe del ejército sobre el uruguay y contra el Brasil, batiéndose en Navarro. Vencido Lavalle, emigra al Uruguay. <<
[12] Sancionada en 1822 por iniciativa de Rivadavia, permitió el retorno a Buenos Aires de los alejados de ella por actuación política, lo que benefició a Dorrego, Pagola, Alvear, Sarratea, el padre Castañeda, etc. <<
[13] El Banco Nacional fue creado, por iniciativa de Manuel García, en 1826, para funciones de descuentos y emisión, absorbiendo el Banco de Descuentos creado por el gobierno de Martín Rodríguez. No logró convertirse en parte orgánica de las economías provinciales o nacional, y chocó con los intereses de La Rioja debido a su monopolio para emisión en metálico. En 1836 Rosas lo disolvió, respondiendo a motivos económicos y políticos. <<
[14] Las críticas de Sarmiento a los unitarios coinciden con las de Echeverría (edición de 1846 del Dogma socialista), quien afirma que los unitarios de Montevideo se distinguen por su «desconocimiento de la realidad, estrechez de miras, sectarismo y apego excesivo a conceptos puramente formales, esterilidad programática». <<
[15] Los federales sustentaron una organización republicana del país, respetando las autonomías provinciales. No tenían principios homogéneos, como los unitarios, adecuándose a las demandas de las circunstancias. Disponían de firme base política en las clases populares y medias rurales y urbanas. Hay diferencias entre los federales del litoral o del interior del país y los de Buenos Aires: éstos eran celosos defensores de su autonomía provincial y por lo tanto de los derechos de aduana del puerto de Buenos Aires. <<
[16] Realistas y patriotas: partidarios de la dominación española y criollos o revolucionarios. Congresistas y ejecutivistas: partidarios del Congreso de 1824-6 y del Director Supremo Pueyrredón. Pleucones y liberales: conservadores y liberales, según denominación propia de Chile, que casi no se usó en Buenos Aires. <<
[17] Julián Segundo de Agüero (1796-1851), sacerdote porteño, adhirió a la Revolución de Mayo y en 1821 fue diputado a la Legislatura de Buenos Aires. Apoyó la reforma eclesiástica como presidente de la Junta de Representantes. Fue ministro de Rivadavia y jefe del partido unitario. Apoyó la revolución de Lavalle (1828) marchando con Rivadavia al extranjero luego de Puente Márquez. Murió en 1851 en Montevideo. <<