Notas del «Capítulo 6» (edición)

[1] En la provincia de La Rioja se distinguen dos tipos de paisaje: el de las sierras y valles por un lado y el de los llanos por otro. El primero está constituido por una serie de cordones montañosos orientados de norte a sur, que delimitan valles longitudinales difícilmente comunicados entre sí: impera el clima árido, una agricultura de oasis alimentada por las aguas que bajan de las altas cumbres. Es también zona minera, en la que se explotaban esporádicamente oro y plata desde los tiempos prehispánicos. En los valles se cultiva alfalfa y otras forrajeras para alimento del ganado en tránsito (Chile, Alto Perú), y los cultivos para subsistencia. Por su importancia se destaca el cultivo de la vid, seguido por el olivo y el nogal.

Los Llanos son la planicie encerrada entre las sierras. Constituyen una zona relativamente húmeda con lluvias de tipo torrencial durante el verano. Hay una importante vegetación arbórea, con corpulentos ejemplares de quebracho blanco, chañar, brea, piquillín, mistol, caldén, ralas talas y algarrobos. La recolección de sus frutos da lugar a la importante fiesta regional de la chaya. Fue zona ganadera y continúa siéndolo, complementada por minúsculos oasis de cultivo, aunque la baja densidad de ganado lleva a un alto grado de dispersión de la población. Sólo la ciudad de La Rioja, núcleo inicial de la colonización, ha podido prosperar merced a la actividad comercial pues era escala obligada entre Tucumán y Cuyo. Se denomina llanisto (o llanista, como dice Sarmiento) al poblador de los Llanos, vestido con los típicos guardamontes y guardacalzones de cuero para protegerse de las espinas. Trabajaba en las grandes propiedades rurales —en manos de unos pocos dueños, en continua disputa, como los Ocampo o los Villafañe— o como arriero y tropero. Al reabrirse el mercado chileno en 1817 se revitalizó la economía andina desde Mendoza hasta Salta: vacunos para los saladeros de Valparaíso, mulas para las áreas mineras. De la Fuente estima 24.130 habitantes para 1839 y unos 30.136 para 1849. El empadronamiento dio en 1855 un total de 34.431, con 4.985 para la ciudad de La Rioja. <<

[2] En la década del 20, el mercado británico de capitales se interesa por América Latina. Un grupo de comerciantes porteños, por cuenta de una compañía riojana —con el apoyo de Quiroga— propició una compañía minera británica para explotar el cerro Famatina, al que se presentaba como un nuevo Potosí. También Rivadavia patrocinó una compañía minera riojana. <<

[3] Fruto del algarrobo, que sirve como alimento para el hombre y el ganado. Con la dulce algarroba, molida, se prepara el patay y por fermentación la aloja, bebida alcohólica también llamada chicha de algarrobo. El algarrobo es un frondoso árbol que alcanza los doce metros de altura, con flores amarillas en espigas alargadas. Su madera es usada en carpintería, pavimentos, etc. En el centro del país constituye el árbol por antonomasia y se lo denomina «el árbol». <<

[4] Como otras logias americanas, filiales de la organizada por Miranda en Europa, se crea en Buenos Aires la Logia Lautaro a mediados de 1812. Entre sus miembros figuran José de San Martín, Carlos M. de Alvear y Bernardo Monteagudo. Su objetivo fundamental era la independencia de América. <<

[5] El regimiento número 1 de los Andes, integrante del Ejército Libertador del general San Martín, cruza la cordillera desde Chile con el objeto de reclutar nueva tropa para la campaña al Perú en 1820. Ya en suelo argentino, se subleva bajo las órdenes de Francisco del Corro, el teniente Morillo y el capitán Mendizábal. Sarmiento relata el episodio en El general Fray Félix Aldao. <<

[6] El ejército al mando del general San Martín es derrotado por los españoles en Cancha Rayada el 19 de marzo de 1820. <<

[7] Gregorio de Las Heras (1780-1866) fue uno de los colaboradores más importantes de la empresa libertadora del general San Martín. Su acción en la batalla de Maipú determinó en buena medida el triunfo criollo. Antes de integrar el Ejército de los Andes había luchado con los chilenos en 1813 (Cucha Cucha, El Membrillar, etc.). Acompañó a San Martín en sus campañas en Chile y en el Perú, regresando en 1821 a Buenos Aires con el grado de mariscal. Representante del partido directorial, ocupa el cargo de Director Supremo entre 1824 y 1825. Retirado de la vida pública, se instala en Chile hasta su muerte. <<

[8] Manuel Corbalán (1774-1847), mendocino, gobernó San Juan en 1814, designado por el Director Posadas. Prestó su ayuda al general San Martín cuando organizaba el Ejército de los Andes. Como diputado al congreso de 1826, defendió la organización del país bajo el sistema federal. Apoyó la gestión de Dorrego. Fue diputado por Mendoza a la Liga Federal de 1830. Contó con la confianza de Juan Manuel de Rosas, con quien luchó contra Lavalle y en la campaña al desierto (1833). Fue nombrado su edecán en 1829. <<

[9] Se refiere al 13 de abril de 1835, fecha en que Rosas asume por segunda vez el gobierno de Buenos Aires. <<

[10] Sustantivo caído en desuso, significa conjunto de vacunos u ovinos. <<

[11] Rosas. <<

[12] Bernardino Rivadavia (1780-1845), porteño, jefe del partido unitario, fue hijo de un funcionario virreinal; su actividad política cobra relevancia como Secretario de Guerra y luego de Gobierno y de Relaciones Exteriores del primer Triunvirato (1811-1812). Interviene directamente en la firma del Tratado con el virrey Elio, que significa el abandono de la lucha en la Banda Oriental y el Éxodo encabezado por Artigas, así como la disolución de la Junta Conservadora. Éstos y otros hechos generan un descontento que provoca la caída del Triunvirato, en la que participa San Martín. Enviado en misión diplomática a Europa (1815-1821), realiza, junto con Belgrano, gestiones para el establecimiento de una monarquía en el Plata y una solución negociada del conflicto con España. Vuelve al primer plano político como Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de Martín Rodríguez, poniendo en práctica los principios del liberalismo en el plano económico, político y cultural. Su resultado es un ordenamiento administrativo y financiero, unido al fomento de la cultura y la educación en la provincia de Buenos Aires: Banco de Descuentos, Registro Estadístico, universidad, reforma eclesiástica, etc. Influido en parte por su enemistad con San Martín, niega la ayuda pedida por éste para continuar su campaña en el Perú. Impulsa el empréstito con la casa inglesa Baring Brothers, concretado en 1824, de desastrosas consecuencias para la Nación. Concluido el gobierno de Martín Rodríguez, viaja a Londres en carácter de enviado oficial: allí promueve la creación de sociedades de inmigración y de explotación minera en el Plata. Nuevamente en su patria en 1826, ocupa la recién creada presidencia de la nación retomando su programa anterior. Da categoría de ley a la enfiteusis, arrendamiento de la tierra pública que persiguió fundamentalmente fines fiscales, y no sociales, y a sus campañas de inmigración —que fracasaron—. Crea el Banco Nacional, nacionaliza la Aduana, federaliza la ciudad de Buenos Aires. El pacto firmado por su ministro García en Río de Janeiro, para poner fin a la guerra con Brasil, provoca el repudio general y el rechazo del mismo Rivadavia, que renuncia a su cargo. Se aleja de la escena política. Se instala en Europa entre 1829 y 1834; en Uruguay hasta 1836, cuando lo expulsa Oribe; en Río de Janeiro y en Cádiz, donde muere en 1845. <<

[13] Al crearse el Banco Nacional se le concedió el monopolio de la emisión de metálico, chocando con las aspiraciones de la provincia de La Rioja que había organizado una sociedad de minas y un banco de rescate y emisión para la explotación de esa riqueza, contando con el respaldo de Buenos Aires. Brittain, presidente de la comunidad mercantil inglesa; Lezica, importante comerciante porteño; y Braulio Costa, comerciante y especulador, socio y amigo personal de Facundo Quiroga, por inspiración de éste, reúnen capitales e influencias, y desplazan a una sociedad análoga creada por el gobernador de la provincia para la acuñación de moneda. <<