Notas del «Capítulo 4» (edición)

[1] Integraba el Virreinato del Río de la Plata con las provincias de Cochabamba, La Paz, Potosí y La Plata. Sarmiento se refiere a la expedición enviada por la Primera Junta de 1810, al mando de Francisco Ortiz de Ocampo, revelado luego por Antonio González Balcarce. El triunfo de Suipacha (7-XI-1810) significó el momentáneo control revolucionario del Alto Perú, área de gran importancia económica ya que hasta esa fecha de allí provenía el 80% de las exportaciones de Buenos Aires, especialmente las valiosas cargas de metálico. <<

[2] El mariscal español Gaspar Vigodet era gobernador de Montevideo cuando la ciudad fue sitiada por Artigas y el ejército porteño y tomada por el general Alvear. <<

[3] José Rondeau (1773-1844), argentino, tuvo actuación en Montevideo: contra los indios, en defensa de las fronteras uruguayas durante las invasiones portuguesas, en las inglesas, en los dos sitios de Montevideo, etc. Las autoridades de Buenos Aires subordinan a Artigas a la autoridad de Rondeau, ya que éste es un fiel representante de la política del Directorio. En 1812, Artigas y Rondeau firman un documento que proclama la confederación de la Provincia Oriental con las Pcias. Unidas del Río de la Plata. Nombrado Director del ejército del Norte en reemplazo de San Martín, es derrotado en Sipe-Sipe (1815). Es designado Director Supremo dos veces (tras el derrocamiento de Alvear y por la renuncia de Pueyrredón). Intenta (sin éxito) la captura de Güemes, pero debe reconocer, por el pacto de Cerrillos, la legitimidad del gobierno del caudillo salteño. Para impedir el avance de las fuerzas federales del litoral, pide el apoyo de los portugueses. Es derrotado en Cepeda (1820). Posteriormente ocupa cargos diversos: gobernador interino de Buenos Aires, gobernador y capitán general de la República Oriental del Uruguay (1828-30), etc. <<

[4] Tira de cuero para trabar las manos del caballo. <<

[5] El bloqueo francés del puerto de Buenos Aires entre 1838 y 1840 fue consecuencia —tales fueron las razones oficiales— de la situación de varios súbditos franceses residentes en Buenos Aires y de la negativa de Rosas a excluir a los franceses instalados en el país del servicio militar, como ocurría con los ingleses luego del tratado de 1825. La Convención Mackau-Arana, que pone fin al conflicto, firmada el 29 de octubre de 1840, estipula que hasta la conclusión de un tratado los ciudadanos franceses que residan en la Confederación Argentina, así como los argentinos en Francia recibirán el trato de súbditos de las naciones más favorecidas. <<

[6] Diego de la Fuente calcula para toda la provincia una población de 22.480 habitantes en 1839 y de 19.720 para 1849. Woodbine Parish le atribuye en 1847 20.000 habitantes. La provincia de Santa Fe se dedicaba fundamentalmente a la explotación ganadera. La cría y comercialización de mulas destinadas a las ferias de Salta y Jujuy para abastecer el mercado altoperuano, de gran importancia para la provincia durante la época colonial, disminuyó considerablemente con las guerras de independencia y civiles. Como la Banda Oriental, Santa Fe vio arrasados sus campos y saqueados sus ganados con una intensidad no sufrida por ninguna otra provincia argentina. A este hecho se sumaban las luchas continuas contra los indígenas chaqueños. Los ganados pedidos por E. López en 1820 contribuyeron a repoblar la pampa santafesina, aunque su recuperación fue lenta. <<

[7] De la Fuente calcula su población en 29.421 habitantes para 1839 y 35.865 para 1849. Woodbine Parish estima una población de 20.000. La ganadería era la actividad económica fundamental, pues cuenta con excelentes campos para el inverne del ganado que se criaba en la llanura colindante. Dicho ganado abastecía al mercado cuyano. Poseía también madera en abundancia. <<

[8] Dice J. O. French, quien estuvo en Famatina entre 1826 y 1828: «Se elaboran aquí anualmente alrededor de 7.000 barriles de vino de 10 galones cada uno y 100 de coñac; se cultiva una pequeña cantidad de algodón y maíz, no se cultiva trigo, pero se siembra un poco de cebada para el alimento del ganado vacuno y caballar. Sin embargo, sólo unos pocos caballos de montar y vacas para ordeñar, pueden subsistir en los alrededores, debido a la falta de suficientes campos de pastoreo. El ganado vacuno de consumo se compra principalmente en el departamento de Los Llanos, donde se adquiere anualmente alrededor de 16.000 cabezas». <<

[9] Pedro Ignacio de Castro Barros (1777-1849), sacerdote y doctor en teología, representó a su provincia natal, La Rioja, en la Asamblea General Constituyente y en el Congreso de Tucumán, adhiriendo a una organización monárquica. Combatió la reforma eclesiástica porteña. Siendo rector de la Universidad de Córdoba (1825-1829) colaboró con el gobierno de José María Paz. A la caída de éste y luego de una detención breve en Buenos Aires, emigra a Montevideo (1833) y posteriormente a Chile (1841), donde muere ocho años más tarde. Sarmiento escribió su necrología en la Crónica de 13, 27 de mayo y 10 de junio de 1849, comienzo de una biografía que no concluyó (Obras completas, III). <<

[10] General Dávila (1798-1823). Tomó posesión en 1817 de la provincia chilena de Coquimbo con las fuerzas de Zelada. De regreso a La Rioja, su provincia natal, luchó contra Quiroga. Murió en el encuentro de El Puesto. <<

[11] Francisco Ortiz de Ocampo (1771-1840), riojano, perteneciente a una importante familia. Intervino en las invasiones inglesas. Tuvo el mando del primer ejército patriota, destinado al Alto Perú (1810), que debió abandonar por negarse a fusilar a Liniers. Presidente de Charcas (una de las ocho provincias en que Belgrano dividió el Alto Perú) hasta las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma; gobernador de Córdoba en 1811 y 1814. Actuó a las órdenes de San Martín cuando éste preparaba el Ejército de Los Andes. Gobernador de Mendoza en 1815; de La Rioja a fines de 1816, y en 1820, al deponer al gobernador Gregorio González. Derrocado por Quiroga, pasa a Buenos Aires. Cae prisionero en Córdoba (revolución de 1826), habiendo sido reincorporado al mando de su ejército al triunfar Paz. En 1831 cae prisionero de Quiroga. Obtenida su libertad, se retira de la vida pública. <<

[12] De la Fuente estima unos 73.360 habitantes para 1839 y unos 89.430 para 1849 en toda la provincia. Para Woodbine Parish la población total asciende a unos 50.000 habitantes. La ciudad de Santiago del Estero tuvo gran importancia en la época colonial. Paso obligado hacia el Alto Perú y provista de abundante mano de obra indígena, pudo desarrollar una economía diversificada y autosubsistente: ganado, cereales y algodón constituían los productos fundamentales; la lana y el algodón eran la materia prima para la fabricación de tejidos. La decadencia del mercado potosino y las guerras sumieron a Santiago del Estero, como a muchas otras provincias del interior, en la pobreza y el estancamiento. <<

[13] La provincia de San Juan presenta en esta época una agricultura muy diversificada, especialmente en el oasis sanjuanino propiamente dicho, con gran difusión del cultivo de trigo, además de los tradicionales viñedos y plantaciones de higueras y durazneros para la preparación de frutas desecadas (orejones, pelones, pasas). Cobra importancia el cultivo de las forrajeras, sobre todo en los valles integrados a las rutas de Chile —por los diferentes pasos cordilleranos, como Los Patos, Aguanegra o los que remontan el río Blanco hasta el paso de Comecaballos—, destinadas a alimentar mulas y vacunos para el área minera chilena. De la Fuente calcula unos 33.070 habitantes en 1829 y 40.340 en 1839 para toda la provincia. Woodbine Parish hace descender esta cifra a 25.000. <<

[14] Martín Yanzón gobernó la provincia de San Juan desde el 27 de abril de 1834 hasta el 27 de enero de 1836, en que fue depuesto por la legislatura luego de su derrota por Tomás Brizuela en Fiambalá. Benavides lo sucede a partir del 8 de mayo de 1836. <<

[15] Desde joven interviene Tomás Brizuela en las guerras civiles. En 1831 depone al gobernador Villafañe en su provincia natal. Federal, sigue la política rosista, pero al organizarse la Liga del Interior, adhiere al movimiento disidente, del cual es elegido su director (1840). La derrota de Quebracho Herrado precipita la caída de la Liga. Brizuela debe abandonar la ocupada ciudad de La Rioja. Vencido por Benavides, muere a consecuencia de las heridas recibidas (1841). <<

[16] Nazario Benavides (1805-1858), federal, combate con Quiroga en 1831 en las campañas sobre Tucumán y Salta, y con Aldao en la campaña al desierto organizada por Rosas en 1833. Es gobernador de su provincia natal, San Juan, con breves intervalos, desde 1836 hasta 1854. Seguirá una política moderada, contando entre sus colaboradores a hombres cultos de la ciudad adictos al liberalismo unitario o al ideario de la generación del 37. Sarmiento es uno de ellos: en Recuerdos de provincia (cap. «La vida pública») lo define como «caudillo manso». Integra las filas federales y en ellas lucha contra Brizuela, Lamadrid y Peñaloza. En 1851 adhiere al pronunciamiento del general Urquiza contra Rosas y al año siguiente, mientras se halla reunido en San Nicolás, un movimiento provincial lo depone de su cargo, en el cual es repuesto por Urquiza. En 1858, encarcelado luego de resistir la elección del gobernador Gómez Rufino, es asesinado. Este hecho alcanza importante repercusión nacional. <<

[17] Lo había fundado Sarmiento y su hermana Bienvenida. <<

[18] Guillermo Rawson (1821-1890). Médico sanjuanino amigo de Sarmiento. Partidario de Mitre, fue su Ministro de Interior, pero al romper políticamente con éste se quebró también la amistad con Sarmiento. <<

[19] Declaró la independencia argentina el 9 de julio de 1816. <<

[20] Francisco Narciso de Laprida (1786-1829), abogado sanjuanino. Como diputado por su provincia presidió el Congreso de Tucumán cuando declaró la independencia (1816-1818). Al producirse el motín del Regimiento N° 1 de los Andes interviene para lograr que Mendizábal sea nombrado gobernador de San Juan. A pesar de ello, Mendizábal lo arresta, consiguiendo Laprida huir a Mendoza. Es diputado en el Congreso Constituyente de 1824. Vuelve a San Juan a la caída de Rivadavia. Emigra a Mendoza ante los avances de Quiroga, donde contribuye a organizar tropas de defensa. En el potrero de Pilar lo ataca Aldao y huye, pero una partida lo alcanza y le da muerte. <<

[21] Se refiere a José Félix, Francisco y José Aldao. <<

[22] Fray Justo Santa María de Oro (1772-1836), actuó como diputado por San Juan en el Congreso de Tucumán, pidiendo consulta de los pueblos antes de decidir la adopción de la monarquía como forma de gobierno para las Provincias Unidas. Su participación en la política sanjuanina lo lleva al destierro entre 1818 y 1828. En 1830 es obispo de San Juan. <<

[23] Teniente gobernador de San Juan en 1820. <<

[24] Salvador María del Carril (1798-1883), abogado perteneciente a la clase alta sanjuanina. Gobernó su provincia entre 1823 y 1825, tratando de implantar medidas de corte liberal (Carta de Mayo), como la libertad de prensa y la libertad religiosa, hecho que provoca reacciones que lo llevan a pedir el auxilio de José Aldao, que restablece a los liberales en el poder. Es Ministro de Hacienda de Rivadavia en 1826 y aliado de Lavalle y Paz durante todo el período rosista. Integra el Congreso Constituyente de 1853 y secunda como vicepresidente al general Justo José de Urquiza. <<

[25] Domingo Oro (1800-1879), cumplió una misión diplomática ante Bolívar durante la presidencia de Rivadavia. Fue ministro de guerra de Dorrego, aunque no integraba sus filas. Actuó como consejero de Estanislao López en Santa Fe y en su provincia natal fue ministro de Yanzón, pero acusado de conspirar es desterrado a Chile. Regresa al país luego de la caída de Rosas, incorporándose a los partidarios de Bartolomé Mitre. <<

[26] Fue ministro de Salvador María del Carril cuando era gobernador de San Juan. <<

[27] José María Paz (1791-1854), cordobés, estudió en el Seminario de Loreto y en la Universidad. Participó en las batallas de Tucumán, Salta, Vilcapugio, Ayohúma y en Sipe-Sipe. Tomó parte en la sublevación de Arequito contra el gobierno nacional. Firmada la paz con el Brasil, depuso a Bustos —siendo gobernador de Córdoba ese año (1828)— y derrotó a Quiroga en Oncativo y La Tablada. Encabezó la coalición de nueve provincias investido con el Supremo Poder Militar, constituyendo la Liga del Interior; en 1831 fue capturado por tropas santafesinas, y en 1835 entregado a Rosas. Escapó al Uruguay en 1840. Al año siguiente, al frente de tropas correntinas, venció a Echagüe en Caaguazú, siendo nombrado gobernador en 1842. Ese mismo año, como jefe militar en Montevideo, organizó la resistencia al sitio. Llamado por Madariaga, dirigió la resistencia contra Rosas. Urquiza derrota a los correntinos en Laguna Limpia (1946) y Paz se encamina al Paraguay y luego a Brasil (1847). Escribe sus Memorias (1849). En 1853, de vuelta a Buenos Aires, dirige la resistencia porteña contra el sitio del urquicista Lagos. Muere al año siguiente. <<

[28] «Andar, mezclarse y tratar con las primeras familias del país» (Segovia). <<

[29] Víctor Cousin influyó en la generación del 37 y era muy leído en Chile durante el exilio de Sarmiento. Raúl A. Orgaz en su Sociología Argentina (ob. cit.) señala que la octava palabra simbólica del Dogma socialista de Echeverría proviene de la influencia de Cousin; también tuvo especial importancia en la concepción de la historia de Vicente F. López y, respecto de Sarmiento, no escapó al primer comentador del Facundo, el anónimo crítico de El Siglo de Chile, quien afirma que el interés de la obra radica especialmente en la manera en que allí se utiliza la concepción de Cousin, Montesquieu, Herder y Vico. Orgaz considera que la concepción del caudillo de Sarmiento parte de las ideas de Cousin sobre la génesis y la función social del «hombre representativo», cuya base es, a su vez, el pensamiento de Hegel. El Curso de historia de la filosofía de Cousin, citado por Sarmiento en el último capítulo de Facundo, se comenzó a publicar por entregas, traducido por José Tomás Guido y Alfredo G. Bellamare, en Buenos Aires en 1834. Este dato muestra el interés que el autor despertó en los jóvenes del 37, quienes más tarde rechazaron el rumbo tomado por su pensamiento. <<