Notas del «Capítulo 15» (edición)

[1] Sobre la base del Colegio de la Unión del Sur, el ministro Rivadavia creó en 1823 el Colegio de Ciencias Morales con el fin de formar alumnos para la Universidad. En 1830 fue disuelto. Este colegio becaba a estudiantes de la ciudad y de las provincias, de allí la referencia de Sarmiento. <<

[2] El Colegio de San Carlos había tomado este nombre en 1813. Fue absorbido luego por el Colegio de la Unión del Sur creado por el director Pueyrredón. <<

[3] Institución creada por el librero Marcos Sastre, con fines culturales; se inauguró en 1837 y en él participaron Juan B. Alberdi, Juan M. Gutiérrez, Manuel Quiroga Rosas, Félix Frías, Esteban Echeverría, Vicente F. López, Carlos Tejedor, etc. Sus socios, obtenidos por suscripción, contaban con una buena biblioteca en el Salón y con las reuniones semanales donde se leían sus trabajos y se discutían temas culturales, económicos, etc., cuya fuente eran el socialismo utópico y el romanticismo literario. Se advierte en los discursos la presencia de Quintet, Jouffroy, Michelet, Tocqueville, Mazzini, así como de Saint-Simon y Leroux. Los conceptos sobre literatura y cultura nacional tenían su fuente en los trabajos de Villemain, Sainte Beuve, Fortoul y Schlegel y en las obras de Chateaubriand, Hugo, Vigny, Lamartine o Byron, a los que se sumaban los españoles Larra y Espronceda. El primer discurso del Salón fue pronunciado por su fundador: «Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina», la segunda disertación correspondió a Alberdi —«Civilización propia y nacional»— y la tercera a Juan M. Gutiérrez, quien señaló el atraso español como fuente del atraso argentino, y del cual deberíamos independizarnos de la misma manera que se había hecho en el plano político, mediante la adopción de las realizaciones logradas por los países más adelantados de Europa, adaptadas a nuestro desarrollo social. Echeverría, de quien se leyó La Cautiva, aún inédita, en una de las reuniones, fue el jefe ideológico del grupo. El Salón debió cerrarse a principios de 1838, merced a algunas insinuaciones de Rosas y de amenazas policiales. <<

[4] Las Palabras Simbólicas fueron publicadas en El Iniciador de Montevideo el 1°/I/1839, por Alberdi. Habían surgido de la discusión en la Asociación de la Joven Argentina, luego llamada Asociación de Mayo (1846), fundada por Echeverría al desaparecer el Salón Literario. Integran el Dogma socialista redactado por Echeverría. <<

[5] Ocupada la isla por los franceses, éstos entregaron su control a Lavalle. Esta isla tenía interés estratégico pues controlaba el acceso al Paraná y al Uruguay. <<

[6] Ambrosio Cramer muere en el combate de Chascomús el 7/XI/1839. <<

[7] Miguel Soler (1783-1849), se inicia muy joven en la carrera de las armas. Combate en las invasiones inglesas, en el sitio de Montevideo y en el Ejército de los Andes. Regresa al país en 1820. Impuesto por las fuerzas de caballería de la campaña de Buenos Aires al cargo de gobernador, dura en él apenas una semana (23-30/VI/1820), al ser derrotado por Estanislao López en Cañada de la Cruz. Participa luego en la guerra con el Brasil (1825-1827). <<

[8] En Viajes (cap. «Montevideo»), Sarmiento proporciona los siguientes datos sobre el número de extranjeros en Montevideo: «En octubre de 1843 daba el padrón estos curiosos resultados: Habitantes de la ciudad: orientales: 11.431; americanos: 3.170; europeos: 15.252; africanos (libres): 1.344». <<

[9] Alude a las defensas colocadas por el general Mansilla en el río Paraná, en el lugar denominado Vuelta de Obligado, para impedir el avance de la expedición comercial y de guerra anglofrancesa, que contaba con una artillería muy superior a la de la Confederación. Mansilla montó baterías y atravesó el Paraná con cadenas y pontones desde una costa a otra. La batalla, librada el 29/XI/1845, no pudo detener el avance de la escuadra extranjera, que cortó las defensas planeadas por Mansilla. <<

[10] Los unos han viajado por Europa: alude a Alberdi. Los otros han residido en el Brasil: José Mármol, poeta unitario, autor de Los cantos del peregrino y de la novela política Amalia (1851-54); cuales en Bolivia: Zuviría, entre otros; cuales en Chile: Vicente F. López, Tejedor, Bartolomé Mitre, Peña, el mismo Sarmiento. <<

[11] Concursos literarios celebrados en Montevideo en el aniversario de la Revolución. El más importante de ellos fue el de 1841, donde resultaron premiados J. M. Gutiérrez, Luis A. Domínguez y J. Mármol, desconocido por entonces. La importancia de este Certamen Poético —tal fue su nombre— radica no tanto en la calidad de las obras premiadas sino en la polémica de Juan B. Alberdi con Florencio Varela, uno de los jurados, a raíz del rechazo que aquél hace de los fundamentos del dictamen, circunstancia que le permite exponer y defender los presupuestos del romanticismo literario. <<

[12] Pedro de Angelis (1784-1859), intelectual liberal de origen napolitano, debió abandonar su país por su actuación política. Rivadavia lo conoció en París y lo invitó a establecerse en Buenos Aires. Cumplirá en el país dos importantes funciones, aunque de muy diferente signo moral. Su innegable capacidad periodística será puesta sucesivamente al servicio de Rivadavia, de Viamonte y de Rosas, con quien llega a sostener una relación francamente servil. Esta condición de intelectual adocenado contribuyó a empañar la enorme importancia de su otra actividad, la de sus trabajos de recopilador de importantes documentos del pasado argentino, de sus estudios de las lenguas indígenas, tanto como las propias de un hombre de su cultura en el ambiente intelectual limitado del Buenos Aires de entonces: Echeverría, Gutiérrez y muchos otros encontraron en de Angelis, en la etapa de su formación, la palabra orientadora y el acceso a su biblioteca, la más valiosa del país en cuanto al material sobre historia. En 1835 comienzan a aparecer quincenalmente los cuadernillos que integrarán los seis volúmenes de la Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna del Río de la Plata (incluye las obras de Ruy Díaz de Guzmán, U. Schmidl, Martín del Barco Centenera, etc.). Entre sus otras obras sólo citaremos: Recopilación de leyes y decretos promulgados en Buenos Aires desde el 25 de mayo de 1810 hasta el fin de diciembre de 1835 (1837), Ensayo histórico sobre la vida del Exmo. Sr. D. Juan Manuel de Rosas, Proyecto de Organización para la industria pública de la provincia de Buenos Aires. <<