[1] Javier López fue gobernador de Tucumán. Después de Oncativo, logró destituir a Ibarra, gobernador de Santiago del Estero (1830). Junto con Lamadrid, fue derrotado en La Ciudadela por Quiroga. <<
[2] Juan Arenareen, militar alemán o sueco. En la Argentina integra las fuerzas del general Paz y luego de Lamadrid. Muere en la batalla de La Ciudadela en 1831. <<
[3] «Bosque en forma de lista o borde de un bosque que en la planicie, a la distancia, aparece como una banda, semejante a una gran ceja. El nombre ha sido dado por semejanza, y es antiguo en América; se dice también en Cuba, Méjico, Bolivia y el Perú; monte está usado en el sentido de “bosque” o de “selva”» (Berta E. V. de Battini, ob. cit., pág. 440) <<
[4] Quiroga entra en Tucumán en 1826, luego de deponer al gobernador de Catamarca y de vencer a Lamadrid en El Tala. Nuevamente se apodera de la ciudad, recuperada por Lamadrid, luego de derrotar a éste en El Rincón el 6 de julio de 1827. Por tercera vez ocupa Tucumán, luego de vencer a Lamadrid en La Ciudadela, el 4 de noviembre de 1831. <<
[5] El presbítero José Eusebio Colombres (1778-1859) es recordado especialmente por el impulso que dio a la explotación de la caña de azúcar y al uso de trapiches, en su provincia natal de Tucumán. Tuvo actuación política importante en su provincia. Fue Ministro de Gobierno de Bernabé Aráoz y estuvo al lado de los unitarios en la Coalición del Norte. La derrota de esta liga lo obligó a emigrar a Bolivia, regresando al país luego de Caseros. <<
[6] La provincia de Tucumán integra el Noroeste argentino, en la Colonia de gran vitalidad económica por su vinculación con el mercado potosino. Goza de un clima tropical serrano que posibilita su vegetación, cuyo principal exponente es la majestuosa selva tucumano-boliviana. En la época de publicación del Facundo presentaba una economía diversificada que incluía cultivos tropicales —arroz, tabaco, azúcar—, cereales —trigo—, pasturas —alfalfa—, así como maíz, naranjas, hortalizas y legumbres. La selva le proporcionaba la materia prima para la fabricación de carretas —una de sus industrias más importantes— y de finos muebles. Los dos bloqueos sufridos por Buenos Aires le permitieron vender importantes cargamentos de azúcar y aguardiente al litoral. El Censo provincial de 1845 da sobre un total de 57.876 habitantes, 16.822 para el departamento Capital. <<
[7] El capitán Joseph Andrews, fuerte accionista de la Asociación Minera Chilena y Peruana, recorrió el territorio argentino en 1825, camino a Potosí y Arica. A su regreso a Inglaterra publicó Journey from Buenos Ayres through the Provinces of Córdoba, Tucumán and Salta (1827), cuya traducción integral fue hecha en la colección La Cultura Argentina en 1919, con el título Viaje de Buenos Aires a Potosí y Arica. <<
[8] Manuel Gregorio Quiroga fue electo gobernador de San Juan el 17/I/1827, ante la huida de Pedro del Carril a causa del avance de Facundo. <<
[9] En Buenos Aires. Sarmiento escribe el Facundo en Chile. <<
[10] Fracasadas las negociaciones entre la Confederación y el Brasil para llegar a un acuerdo defensivo y ofensivo contra el partido riverista uruguayo y los revolucionarios del Río Grande, el Imperio cambia su alianza política. Se une a Paraguay y a Corrientes luego de romper relaciones con la Argentina en 1843. Al año siguiente envía a Europa al vizconde de Abrantes con el objeto de conseguir la intervención armada de Inglaterra y Francia en el Río de la Plata. Aunque inicialmente promovió la intervención, las potencias europeas migraron a Brasil, que tendrá entonces una política neutral. <<
[11] Ambas provincias del noroeste argentino crecen y prosperan en la época colonial al amparo de la ruta al Alto Perú, especialmente ocn el tráfico de mulas para la minería potosina (30.000 cabezas anuales entre 1800 y 1808). Dueños de forrajes y potreros, se enriquecían con el tráfico, que movilizaba la colocación de otros productos del área. Al cierre del mercado con el Alto Perú (1815 a 1825) se sumó la requisa de animales y la leva de hombres para la guerra, así como la devastación provocada por los continuos avances y retrocesos de la disputada frontera norte. El cultivo básico de la región era el maíz para la alimentación, al que se unía el trigo y la viticultura en las haciendas; también se cultivaba la caña de azúcar, sin alcanzar la trascendencia que tendrá al finalizar el siglo. Los tejidos del área, que utilizan la abundante mano de obra indígena, alcanzan un amplio mercado. De la Fuente calcula para Jujuy una población de 22.262 habitantes en 1839 y de 27.146 en 1849 (Woodbine Parish: 20.000). Las cifras estimadas para Salta son de 48.970 y 59.750, respectivamente, en tanto que Woodbine Parish anota 60.000. <<
[12] Datan de comienzos del siglo XIX los proyectos de convertir en vías de circulación a los tributarios del Paraná que atraviesan el Chaco. La navegación del Bermejo permitiría el desarrollo de la vasta región del Chaco, en los actuales territorios de Paraguay, Argentina y Bolivia. Entre estos intentos se destaca el emprendido por la Sociedad del Río Bermejo en 1824, al cual hace referencia Sarmiento. La explotación fue realizada por Nicolás Descalzi, quien publicó mapas y material informativo. El desconocimiento del área alentó proyectos como éste, renovados a la caída de Rosas, que se desvanecieron cuando nuevas exploraciones revelaron las reales posibilidades tanto del Bermejo como del Pilcomayo y Salado del Norte. <<
[13] Se refiere a la asociación a que se alude en la nota anterior. Pablo Soria había remontado el Bermejo «dede sus fuentes hasta Nembucú», siendo prisionero en el Paraguay durante cinco años. El British Packet del 7/I/1832 (N° 281) publica el aviso de la venta del mapa confeccionado por Soria y del relato de su viaje. <<