EXTRACTOS DE LAS FLORES DE POESÍA DE VARIOS INGENIOS DE ESTA CORTE
***************
Impreso del siglo XVII sin pie de imprenta conservado en la Sección «Condado de Guadalmedina» del Archivo y Biblioteca de los Duques del Nuevo Extremo (Sevilla).
§
DON MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
A LA MEMORIA DE LOS SOLDADOS ESPAÑOLES MUERTOS EN LA PÉRDIDA DE LA GOLETA.
De entre esta tierra estéril, derribada,
destos terrones por el suelo echados,
las almas santas de tres mil soldados
subieron vivas a mejor morada,
siendo primero en vano ejercitada
la fuerza de sus brazos esforzados,
hasta que al fin, de pocos y cansados
dieron la vida al filo de la espada.
Y éste es el suelo que continuo ha sido
de mil memorias lamentables lleno
en los pasados siglos y presentes.
Mas no más justas de su duro seno
habrán al claro cielo almas subido,
ni aun él sostuvo cuerpos tan valientes.
* * *
LICENCIADO D. MIGUEL SERRANO
DESDE SANTA FE DE BOGOTÁ, AL JOVEN SOLDADO ÍÑIGO BALBOA.
Hijo de Flandes por fatal acoso
sombra del capitán se ha convertido.
Joven, buen aprendiz, lector furioso,
de Quixotes y Lopes ha aprendido.
Fidel, leal, marcado por su sino,
de amores sufre por fatal belleza
que enemiga nació de su camino:
venganza habrá de amores y de Alquézar
A tiempo daga, a tiempo valentía,
a tiempo, en noche negra, compañía.
Sin alabanza falsa es lo que fuiste.
Y por eso decir bien se ha podido:
aunque mozo, y de amores malherido,
nunca vencido fue, ni su Alatriste.
* * *
DEL MISMO
AL CAPITÁN DON DIEGO ALATRISTE Y TENORIO, VETERANO DE FLANDES, ITALIA, BERBERÍA Y LEVANTE.
De Atocha al Arcabuz ronda una sombra
que, por valor, el capitán ha sido.
A sagrado se acoge quien lo nombra;
a sepultura aquel quien le haya herido.
Leal vasallo de su rey, su espada
perdona vida a reyes y a validos.
Ronda su huella por la encrucijada
donde su rey lo abandonó al olvido.
No halla reposo si reposo encuentra;
alquila espada, nunca honores renta;
que si no queda honor, no queda nada.
Y a glorias vuelve, quien de glorias vino,
a dar la cara con fatal destino,
temblando el corazón; nunca la espada.
* * *
DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO
A LA MEMORIA DEL DUQUE DE OSUNA, VIRREY DE NÁPOLES, MUERTO EN PRISIÓN.
Faltar pudo su patria al grande Osuna,
pero no a su defensa sus hazañas;
diéronle muerte y cárcel las Españas
de quien él hizo esclava la Fortuna.
Lloraron sus invidias una a una
con las propias naciones las extrañas;
su tumba son de Flandes las campañas,
y su epitafio la sangrienta luna.
En sus exequias encendió el Vesubio
Parténope, y Trinacria al Mongibelo;
el llanto militar creció en diluvio.
Diole el mejor lugar Marte en su cielo;
la Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio
murmuran con dolor su desconsuelo.
* * *
DE SOR AMAYA ELZECANO
ABADESA DEL CONVENTO DE LAS ADORATRICES BENITAS, A LA FIGURA DEL CAPITÁN DON DIEGO ALATRISTE.
La Fama siega laurel
con el filo de tu acero,
capitán aventurero,
hidalgo y soldado fiel.
Y pobre de todo aquel
arriscado a desmentir
ese modo de vivir
o esa manera de obrar;
que quien bien sabe callar,
se sabe mejor batir.