INCISO 4

HAY UN montón de frases que son enciclopedias.

Hubo un tiempo en el que me dediqué a buscar frases así.

Puñetazos en la mente.

«Nunca tienes lo que deseas, sino lo que no consigues evitar».

¿Acaso es mentira?

«Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si están de acuerdo es por un malentendido».

¿Cómo se suelta una perla así y luego no se olvida? ¿Se escribe? ¿Es así como pasa a la posteridad? ¿Hay tíos que se dedican a crear frases célebres?

Lo que sí hay es gente que vive de soltar las frases de los demás. Algunos incluso se las atribuyen a los demás. «Como decía Fulano de Tal», y el personal pone cara de circunstancias. Nadie va a leerse toda la obra de Fulano de Tal para buscar esa dichosa frase. O sea que el tipo puede inventársela y atribuírsela a quien le dé la gana, y más si el presunto autor está muerto. «Como decía Fulano de Tal» es sinónimo de inteligencia, de superioridad. El que escucha asiente con la cabeza, queda humillado. Él no conoce esa frase. Incluso trata de memorizarla, si es buena, si es sublime, para soltarla en su círculo. De esta forma una frase puede ser como un euro, que se estrena en Barcelona, circula por Vigo, por Almería, y en una semana ha llegado a Venecia pasando por París, Roma o…

Esta también es muy buena:

«La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa».

Todos los cagaderos de todos los lavabos del mundo están llenos de frases idiotas, dibujos estúpidos, y aun así, siempre aparece alguna perla. Estás sentado, frente a una puerta, oliendo a muerte, y te dan ganas de pasar a la posteridad. La posteridad del WC, vale, pero la posteridad al fin y al cabo, porque a lo largo de un día, semanas o meses, antes de que pinten la puerta de nuevo o la cambien, mogollón de peña te leerá. Yo haría que una cámara vigilara a los escritores y poetas de los cagaderos. Si la frase es mala, el cagadero devora al infractor. Si es buena, por un hueco llega la recompensa en forma de papel higiénico perfumado.

Yo me quedo con esa que dice. «Cuidado con lo que deseas, porque puedes conseguirlo».

Primero hay que empezar por saber lo que se desea.