Gracias a Bill Keith, por ayudarme en la Gen Con a definir el personaje de Trent y por obligarme a quemarme las cejas con Benedict Arnold. Los héroes traidores son personajes, en el mejor de los casos, difíciles. A Donna, como siempre, por su paciencia.
Gracias también a Sobhna Garg por ayudarme con las convenciones de denominación utilizadas para algunas naves y para las localidades de Huntress. Mi reconocimiento también a los dardos de la fortuna que el verdadero Russou debe afrontar. También es necesario dar las gracias por este libro a todos mis anteriores y (posiblemente) actuales jefes, gracias por las nociones sobre política que me han permitido describir a los Jaguares de Humo tan corruptos y oscuros. Es extraño que la política de despacho pueda aparecer en una novela, ¿no?
Gracias también a los otros autores de BattleTech, que siguen azuzando esta chispa hasta convertirla en una llama. Para escribir dentro del universo BattleTech es necesario establecer una gran coordinación y cooperación con otras personas. Mi sincero agradecimiento para mis compañeros de armas, Mike Stackpole y Robert Thurston, por nuestra reunión en la Gen Con, en la que pusimos las bases del trabajo, así como a los demás cuyos libros hemos seguido por la senda de la Ruta del Exodo. ¡Nos veremos en Huntress, chicos!