Éste libro está dedicado a varias personas importantes en mi vida. Ante todo y sobre todo, a mi familia: mi guapa y amorosa esposa Cindi, mi dinámica hija Victoria y mi aventurero hijo Alexander. De no haber sido por mi familia, no sería quien soy en la actualidad, ni intentaría llegar a más.

En segundo lugar, a Dan Q. Plunkett y Cullen Q. Tilman, de Enterprise Management, dos hombres notables de este siglo (o de cualquier otro). He aprendido de ellos a controlar los errores del pasado y, a su manera, han ayudado a crear a Trent, aunque dudo que lo supieran. Kari Pardoe, así como Trisha y Sarah Miller, merecen ser mencionadas en su calidad de parientes.

Éste libro está dedicado también a la Central Michigan University, donde obtuve mis títulos de licenciado y master. Lo que aprendí allí supera el ámbito de las clases, y los numerosos y queridos recuerdos en el sótano de Grawn Hall y la Malt Shop me acompañarán siempre.