Nosotros tenemos un deber que cumplir y es el de conseguir para España un porvenir nuevo, más humano y progresivo. Y lo cumpliremos. Pueden caer diez, cien, mil; pero cuando un pueblo quiere vencer, no sucumbe jamás y vence, aun a costa de los mayores sacrificios. Camaradas combatientes, amigos y hermanos: ¡Viva la República!
Dr. JUAN NEGRÍN,
discurso de despedida
a las Brigadas Internacionales.
Les Masies (Tarragona),
25 de octubre de 1938
¿Una cruzada? De acuerdo. Observemos las huestes de los cruzados cuando atraviesan la llanura de la victoria. Cuatro son los grandes capitanes que las conducen: Benito Mussolini, el hombre enviado por la Providencia; Adolf Hitler, el asceta nórdico; António de Oliveira Salazar, el santo estudioso; Francisco Franco Bahamonde, el caballero cristiano. Cada uno de ellos luce en su armadura, sobre su corazón, un emblema. Es una cruz, una extraña cruz. ¿Una cruzada? De acuerdo. Sí, caballeros, tenéis razón; era una cruzada. Pero la cruz era la gamada.
H. R. SOUTHWORTH,
El mito de la cruzada de Franco (1963).
Fueron vencidos, pero no humillados en sus almas. La grandeza moral de una República generosa y de una lucha titánica por la libertad servirá bien a su espíritu en el futuro.
GABRIEL JACKSON,
La República Española
y la Guerra Civil(1967).