[1] No tiene razón Kowalsky (p. 233) al afirmar que una quinta parte de las reservas se embarcó inmediatamente de Cartagena rumbo a Marsella para convertirla en dinero en efectivo. <<
[2] Se encuentra en el acta de la reunión del 30 de septiembre del Consejo del Banco de España en Burgos. Está redactada en un francés deficiente, que he intentado preservar en la traducción. Como indicaremos más tarde, el diario Le Figaro (9 de octubre) daría cuenta con pelos y señales, casi todos correctos, de la operación de venta de oro al Banco de Francia. <<
[3] Proporcionó estas informaciones a posteriori a los consejeros del Banco de España cuando se discutió la evacuación en septiembre en el seno del Consejo General. <<
[4] El decreto se publicó en el avance informativo sobre la dominación roja en España (Causa General) como muestra de la expoliación marxista del patrimonio nacional. Zavala (2006, pp. 286s) ha retomado la tradición de los comentarios acerbos, pero desnortados. <<
[5] Tres ejemplos. En Francia, señala Lepotier, ya en 1938 había empezado a dispersarse el oro entre las sucursales del Banco de Francia, cerca de las costas, e incluso en bancos extranjeros en ultramar. El de Bélgica había depositado 200 toneladas de oro en Francia, que siguieron la suerte de las reservas francesas. En Polonia, iniciadas las hostilidades, 75 toneladas se trasladaron a Francia, como relató Doherty. <<
[6] No es correcta la afirmación de Beevor (p. 233) de que el Consejo de Ministros autorizó entonces el traslado del oro a Moscú. Tampoco ofrece la menor prueba documental. <<
[7] Uno de los originales del decreto figura entre los documentos que Negrín se llevó al exilio y que se entregaron al Gobierno español en 1956. Sin embargo, varias copias se habían filtrado hacia los sublevados. <<
[8] A ambos les conocí personalmente y, en lo sustancial, me confirmaron sus recuerdos. Rancaño estaba casado con Delfina de Azcárate, hija del embajador de la República en Londres. <<
[9] El embajador belga en Madrid se enteró y lo comunicó a Bruselas el 15 de septiembre. Los británicos lo interceptaron (TNA: HW 12/207, BJ066331). Al encargado de negocios norteamericano, Wendelin, un contacto le informó el 21 y confirmó al día siguiente que el oro había salido por tren con destino desconocido. Wendelin pensó que el Gobierno se precavía para el caso de que tuviera que abandonar Madrid (NACP: Confidential U. S. State Dept. Central Files: Spain, Internal Affairs, LMO 74, RL 7, FR: 648 y 831, 852.00/3217 y 3246 respectivamente). <<
[10] Franco Salgado-Araujo, p. 212, recuerda que la noticia del «robo del oro del Banco de España, que los rojos estaban utilizando para sus fines bélicos, pagando con él las deudas por adquisición de armamento en diferentes países» contribuyó a cambiar el optimismo que se respiraba en el Cuartel General. También apuntó en la misma dirección la información sobre la organización de las Brigadas Internacionales. Lo compensó la ruptura del cerco de Oviedo, anunciada el 14 de octubre. <<
[11] Estos envíos de oro llegaron a conocimiento directo de Stalin por una de las cartas (del 17 de septiembre) que, sobre la situación en Cataluña, recibiría de Ilya Ehrenburg y que se han reproducido en Radosh et al., docs. 11-13. El Banco de Francia, al parecer, se negó a aceptarlos porque no procedían del Banco de España (ABI: C 43/446, nota del 16 de septiembre). En el ínterin Federica Montseny clamaba contra el Gobierno central que, según ella, negaba a Cataluña el oro que necesitaba. <<
[12] No es correcta la afirmación de Payne (p. 196) de que cuando el oro se trasladó a Cartagena cerca de una cuarte parte de las reservas se había remitido ya a Francia «para usos comerciales». <<
[13] Las noticias que divulgó casi veinte años más tarde la prensa franquista (Arriba, 13 de enero de 1955) son un puro cuento chino. <<
[14] En un telegrama del 30 de septiembre Morel se hizo eco de la desmoralización de las milicias, en plena huida hacia Madrid. Bastaba un cañoneo ligero de los sublevados para generar una espantada. Las primeras líneas no tenían armas automáticas, carecían de instrucciones y de apoyo artillero, los pueblecillos de la retaguardia estaban llenos de desertores. Una imagen ligeramente diferente de la que propalaba la propaganda. <<
[15] Telegrama del 22 de septiembre. <<
[16] Quizá tenga interés mencionar aquí que en los DDF no hay prácticamente mención alguna a la operación de venta del oro ni a las reacciones que suscitara en el seno de la Administración francesa. Hay que acudir, entre otros, a los papeles de Auriol en los Archivos Nacionales, o a los del Banco de Francia, para documentarla. <<
[17] Negrín le dio a conocer además los recursos de que se disponía: unos 600 millones de dólares oro al contado, pero habría más —como así fue— una vez que se movilizaran recursos adicionales. <<
[18] El oro depositado en Nueva York se utilizó esencialmente en 1944 y 1945 para cubrir las necesidades de divisas y para restituir al Banco Nacional de Bélgica las reservas que confió a Francia y que cayeron en manos alemanas. El oro de Fort-de-France y Kayes se repatrió entre 1945 y 1947 para cubrir el déficit exterior. Este tipo de informaciones no penetró demasiado en la literatura pro-franquista. (Banque de France, pp. 104s). <<
[19] La embajada norteamericana informó el 30 de agosto que también se reconocía con claridad la necesidad de disponer de un mando unificado, como sugería entre otros Indalecio Prieto. Largo Caballero, sin embargo, «y otros dirigentes extremistas», insistían en que el nuevo ejército se formara sobre la base de las unidades de milicias ya existentes a mando de sus oficiales. Los inconvenientes de la carencia de un mando unificado eran considerables a la hora de combatir a los rebeldes y la ineficacia resultante de las operaciones militares podría, quizá, convencerles de que habría que aceptarlo (TNA: HW 12/207, BJ066107). <<
[20] Cardona (2006, p. 63) indica, con razón, que «sus éxitos no se deberían a la genialidad ni a los conocimientos sino a la naturaleza de la militancia comunista, animada por una fe y una entrega sin límites y sometida por el estalinismo a una disciplina sin concesiones». Los conocimientos militares de Líster o Modesto, que habían recibido previamente en Moscú, eran muy elementales. <<
[21] El 26 de agosto había escrito: «Hemos pasado del período del entusiasmo inicial para entrar ya de lleno en el de la organización, sin la cual no habrá modo de proseguir con éxito la guerra. Y no hay organización posible sin mando único». <<
[22] Poco antes de asumir la cartera Prieto se había pronunciado al respecto: «Tenemos derecho, quienes aquí resistimos la acometida del fascismo, a la solidaridad de la democracia del mundo entero. Pero no a una solidaridad platónica que tiene por objetivo meros mensajes de simpatía, sino a una solidaridad que se traduzca en apoyos efectivos […] Vencerá quien disponga de más elementos modernos de combate. Que no se nos nieguen a nosotros aquéllos a que moral y legalmente tenemos derecho»(Gibaja, p. 136). <<
[23] Este episodio se describe en el expediente «Spanish Revolt: Question of Great Britain’s Relations with Future Spanish Government», 9 de septiembre de 1936. TNA: FO 371/20538. <<
[24] Decía así: «En momentos en que España inicia una nueva estructuración de su vida político-social, inspirándose en anhelos que responden al concepto de libertad y renovación, estima el Gobierno de la República indispensable no sólo mantener y fomentar sus relaciones internacionales sino estrecharlas con otras democracias afines, entre las cuales es uno de sus más altos exponentes la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Identificado, por otra parte, el Comité central ejecutivo de la URSS en los mismos ideales de paz y progreso, por cuya consecución viene laborando, ha dado forma tangible al reconocimiento mutuo de ambos Gobiernos y designado su embajador extraordinario y plenipotenciario». <<
[25] En el libro de las hermanas Abramson (pp. 186ss) hay informaciones a tenor de las cuales los españoles estuvieron descontentos de Orlov. También lo estuvo el propio Berzin, quien lo recibió de mala gana y pronto comprobó que el agente de la NKVD se entrometía con frecuencia en asuntos que no le competían. <<
[26] Gazur (p. 57) señala que este intercambio tuvo lugar en la presentación de credenciales (sic) de Orlov y Gorev al presidente del Gobierno, precisión un tanto infortunada. Sólo los embajadores las presentan. <<
[27] Este desconocido tema se alumbra, mínimamente, en TNA: FO 371/20581. Hubo, no obstante, algún que otro curso de aprendizaje en Francia de vuelo elemental (Lario, p. 101). La experiencia costó un dineral y no dio buenos resultados, por lo que se eliminó en cuanto fue posible (Hidalgo de Cisneros, pp. 197s y 236). Es improbable que ya en septiembre funcionase un curso en Cartagena sobre mantenimiento de los bombarderos Katiuska del futuro, como afirma Jesús Salas (p. 173) recogiendo el testimonio de un participante. <<
[28] Quizá no sea preciso subrayar demasiado que la distorsión brutal de todo este proceso es la pieza esencial de la argumentación de Radosh y sus colaboradores en un libro de interpretación mediocre e hipersesgada que el profesor De la Cierva (2003, pp. 21s y 393) califica de «definitivo». En esta obra aludiremos a algunos de sus numerosos errores. <<
[29] Su destino, como el de tantos otros, fue trágico. Detenido en Moscú dos semanas antes de que estallara la guerra con el Tercer Reich, cuando estaba recuperándose de un grave accidente, fue fusilado en octubre de 1941 y rehabilitado en 1956. Fue dos veces héroe de la Unión Soviética. <<
[30] AFCJN: carpeta 24, 1-38. La expedición a que estos gastos se refiere la componían 192 hombres. <<
[31] Javier Tusell ha hecho una excelente presentación de Araquistáin en el volumen de sus escritos. Mi opinión personal sobre él es, sin embargo, bastante negativa. A pesar de su experiencia de embajador (poco más de un año en Berlín, de febrero de 1932 a mayo de 1933), tenía una visión muy personal y profundamente desenfocada de las relaciones internacionales de la época. De temperamento un tanto violento, sus juicios hay que tomarlos con dos toneladas de sal. <<
[32] También le caracterizó como «un ardiente estudioso del experimento soviético». <<
[33] Suele caracterizársele como ex director general pero fue la categoría de exsubsecretario la que se comunicó a Rosenberg oficialmente. <<
[34] A Rosenberg se le informó del futuro nombramiento el 12 de septiembre a la vez que se le rogó que gestionara con urgencia el correspondiente plácet, cosa que hizo el mismo día: AMAEC: legajo 317, E 22640. Esto significa que la decisión respecto a Pascua se tomó casi inmediatamente después de que el nuevo Gobierno se constituyera. <<
[35] Referencias biográficas en el anexo del despacho de lord Chilston del 16 de octubre de 1936 (TNA: FO 371/20568), a su vez tomadas de la prensa soviética de la época. <<
[36] Kowalsky (p. 44) las ha reproducido. Silencia las visitas al Estado Mayor. A este autor y a Payne (p. 247) parece molestarles que las instrucciones no hubieran sido más concretas. En un ejemplo francés, cabe recordar que cuando por primera vez se envió a Moscú a un agregado militar (en el marco de una operación de amplios vuelos) las instrucciones que recibió de las autoridades políticas parisinas, presidentes de la República y del Gobierno, no fueron mucho más precisas (Guelton, p. 68). <<
[37] A efectos administrativos se consideró que tomó posesión de su destino el 1 de octubre. Saiz Cidoncha (p. 235) aduce que la llegada de Rosenberg coincidió con la presentación de credenciales de Pascua. <<
[38] AMAEC-AB: 8/telegramas/caja 164. <<