[1] En la presente obra tratamos de colmar el hueco en la historiografía que lamenta Stone (p. 40) donde hasta ahora no se han perfilado las circunstancias que condujeron a la decisión de Stalin con la misma precisión que en los casos de Hitler y Mussolini. <<

[2] Esta afirmación está contrastada en la historiografía y es documentable más allá de toda duda, como se verá más adelante. Subsisten, sin embargo, alegaciones como las de Arias Ramos (p. 102) del tenor siguiente: «De todas las potencias europeas, y aunque hay historiadores que no participan de esta opinión, la que no tuvo desde un principio sonrojo (sic) en manifestar su claro, rotundo y no disimulado apoyo a uno de los dos bandos fue la URSS». <<

[3] Había habido incluso rumores de que un barco comercial (sic) ruso había bombardeado Ceuta el 20 de julio (DAPE, doc. 17). Sin duda una muestra de la intoxicación que por entonces se entremezclaba en las noticias sobre España. <<

[4] Serrano (p. 51) descubrió en los archivos de la policía parisina la nota redactada por algún informador el 25 de julio a tenor de la cual los soviéticos habían pedido al PCF que se guardara de grandes manifestaciones de simpatía a favor de la España republicana a fin de no poner en un brete a Francia. Esto podría explicar el telegrama de Thorez (Dimitrov-Pons, p. 42) del 30 de agosto protestando contra los «intentos de presión por parte de la embajada soviética a propósito de nuestra línea en relación con España». <<

[5] Probablemente se trataría de la rebelión venizelista contra el Gobierno griego en la primavera de 1936. En tal caso la postura de París también había estribado en no vender armas al primero (Renouvin, p. 331). El tema resurgió de nuevo en los medios, al estallar la guerra civil. <<

[6] Radek no era un don nadie. Había sido uno de los fundadores del KPD y miembro del Comité Ejecutivo de la Comintern en sus primeros años. En mayo de 1934 se le había puesto a la cabeza de la Oficina de Información Internacional, encargada de preparar la que se suministraba al aparato central del PCUS (Belooussova, pp. 25s). Durante algún tiempo Stalin se sirvió de él para lanzar opiniones en materia de política exterior y actuaba como una especie de portavoz semioficial. Ello no obstante fue detenido en septiembre de 1936 y encausado en el segundo gran juicio de Moscú, cuando se le condenó a diez años de trabajos forzados. Fue asesinado por sus compañeros en Siberia en 1939. <<

[7] Instrucciones en Radosh et al., doc. 7. Mi interpretación es completamente diferente a la de Bennassar (p. 175) quien se basa en este mismo documento para empezar a lanzar, aunque no demostrar, su tesis de la manipulación soviética de la República. Los británicos interceptaron el telegrama. <<

[8] A la luz de lo que antecede quizá sea posible interpretar algunas de las afirmaciones que contienen los apuntes de Litvinov, publicados tras su fallecimiento en 1952 y diseccionados por el eminente historiador que fue E. H. Carr. En ellos (p. 208) se indica que el Politburó había considerado la adopción oficial de una política de no intervención, si bien se sugirió que no había por qué llevarla a la práctica. Dice mucho a favor de la veracidad de esta parte de los apuntes que insistan en que los esfuerzos soviéticos se orientaban a conseguir la neutralidad de Portugal. Como Lisboa no lo aceptaría, la Unión Soviética podría actuar si fuese necesario. Los apuntes continúan afirmando que el Politburó no se sentía inclinado a suministrar armas gratis a los republicanos y que Stalin quería ganar algo a cambio (aunque escrito esto último en forma críptica). Carr establece (p. 12) nítidamente los diferentes grados de aceptabilidad o de verosimilitud de tales apuntes: una parte procede indudablemente de Litvinov de una u otra manera y otra consiste en modificaciones añadidas más tarde, probablemente escritas por alguien próximo a Litvinov, pero que contienen una gran dosis de ficción. Hay, pues, que pensar que en las referencias indicadas se trataría de un añadido o que no había sido escrito por el propio comisario. <<

[9] Al embajador en Roma le dijo lo mismo añadiendo que no esperaban llegar a un acuerdo sobre el tema y que no dudaba un minuto que italianos y alemanes seguirían prestando ayuda hasta la derrota final de los sublevados (Haslam, pp. 112s). <<

[10] En esa misma fecha, sin embargo, la embajada portuguesa en Varsovia señaló que, «según una persona informada, los sóviets están interviniendo directamente en España»(DAPE, doc. 110). <<

[11] Esto era exagerado. No lo era el que el acorazado había visitado Ceuta el 3 de agosto y que tal acción había despertado una gran emoción en el exterior (Merkes, p. 165). <<

[12] Esta conclusión es aceptable en la perspectiva de hoy. Cortado del apoyo nazi-fascista, ¿qué hubiera podido hacer, a la larga, Franco?<<

[13] Se encuentran en RGVA: fondo 33987, inventario 3, legajo 845. <<

[14] Como señala Zaloga, el Ejército Rojo no había vuelto a utilizar la designación tradicional para los grados de jefes y oficiales. En aquel tiempo empleaba otra basada en el papel que desempeñaban. Komrot significaba comandante de compañía, equivalente a capitán, y kombat comandante de batallón. Con frecuencia el comandante de brigada (kombrig) se hace corresponder con general. Dado que se había suprimido el rango de teniente coronel, kombrig podría, no obstante, equivaler a coronel. Por encima se encontraban las denominaciones siguientes: komdiv, komkor, komdarm de segunda clase y komdarm de primera clase, es decir, generales de una a cuatro estrellas. El último era la graduación más elevada por debajo de la de mariscal. Tales denominaciones se publicaron el 23 de septiembre de 1935 y de ellas informó a París el teniente coronel Simon ocho días más tarde. SHD: legajo 7N 3122. <<

[15] El empleo de tal vocablo permite inferir que el autor se preocupaba de transferir a unas coordenadas inteligibles para la alta dirección política una situación social que en modo alguno era similar a la evolución soviética. <<

[16] Lo que nos interesa en este momento es documentar las percepciones que iban desarrollándose en Moscú, no la exactitud de las mismas. De este informe lo más importante es la apreciación de que la situación evolucionaba de forma favorable para el Gobierno. Los siguientes la aguarían rápidamente. <<

[17] Nótese el énfasis puesto en las milicias como componentes esenciales de la capacidad de resistencia y avance republicana. No respondía en modo alguno a la realidad y ello da una curiosa impresión de análisis abstracto a este informe del GRU, que abarca las páginas 2-9. <<

[18] Ésta es la primera valoración moscovita que conocemos que pone el énfasis en dicho factor, que discurrirá como una línea roja por muchas posteriores y llegaría a su apogeo en los consejos que Stalin dio a Largo Caballero a finales de 1936. <<

[19] La primera se llevó, naturalmente, a la práctica. En cuanto a la segunda era inviable ya que Galicia estaba controlada por los sublevados. Es inevitable pensar que el GRU transponía algunos de los esquemas intelectuales del período de la preguerra. <<

[20] Ésta fue una recomendación muy importante. No tuvo, sin embargo, consecuencias operativas aunque un sector del Gobierno republicano consideró la cuestión. En el verano de 1936 era, no obstante, de difícil realización y hubiese interferido con las gestiones que se realizaban con Francia. <<

[21] Esto no significa ignorar que, al contemplar la política exterior soviética, muchos observadores contrapusieran en la época una tendencia «nacional», moderada, y otra expansionista, «doctrinal», liderada por la Comintern. El influyente sir Robert Vansittart, en el informe de un viaje a Alemania, argumentó así. <<

[22] La documentación relevante se encuentra en RGASPI, fondo 17, inventario 162, asunto 20. <<

[23] El informe hizo de nuevo hincapié sobre la posibilidad de utilizar el puerto donostiarra para aprovisionarse de Alemania. Sin duda el GRU desconocía que Hitler había decidido abastecer a Franco y sólo a Franco y que los puertos que se usarían al efecto serían los andaluces y Lisboa. Sólo en una ocasión se utilizó el de La Coruña. <<

[24] Las cifras eran exageradas y alguien escribió a mano: «estos datos requieren comprobación». Se trataba de una información ambigua. Después del Usaramo, que llevó una parte de la inicial ayuda alemana a Franco, los siguientes barcos fueron el Kamerun y, sobre todo, el Wigbert, con rumbo a Lisboa. El informe de Yolk se encuentra en las páginas 12-14 del legajo mencionado. <<

[25] Cruz (p. 268) lo resume así: «desde principios de agosto, la intervención alemana e italiana reequilibró a favor de los rebeldes una situación previa de práctica rendición». <<

[26] Esto era, sin duda, reflejo de la ansiedad que atenazaba al Kremlin. La caracterización de los tres riesgos se mantuvo largo tiempo. <<

[27] La carta de Kalinin, presidente del Comité Central Ejecutivo de la URSS, a Azaña dándole cuenta del nombramiento está fechada la víspera. AMAEC: legajo 364, E Rosenberg. <<

[28] Éste es un aspecto hasta ahora poco conocido en la historiografía. Mi sospecha es que, por razones de imagen, el Kremlin prefirió dejarle en España durante algunos meses hasta que al final Stalin ordenó su regreso en febrero de 1937. <<

[29] Sorprende que Radosh et al. no mencionen estos tres nombramientos ni que tampoco indiquen la fecha en que se produjeron. No son datos irrelevantes. Los que se ofrecen difieren de los que indica Kowalsky, pp. 29 y 412. Los mismos nombramientos se indican en el acta de la reunión del Politburó del 1 de septiembre de 1936. No se ha encontrado, que yo sepa, documentación republicana que muestre los contactos que debieron de preceder al envío de los representantes soviéticos. Zavala (2005, p. 187) hace a Berzin agregado militar, lo cual no es correcto. <<

[30] En una carta a Kaganovich del 20 de agosto Litvinov escribió: «En su pasado de militante hay un fallo. En 1923 votó por la plataforma trotskista. Esta situación, que nunca ha ocultado, no le ha deparado ninguna crítica del partido en el momento de las depuraciones ni ha impedido su trabajo en el Comisariado o en el extranjero. Dadas las circunstancias actuales, no considero sin embargo posible transferir a Gaikis a un puesto en España sin una autorización especial del Comité Central»(Dullin, 2001, p. 242). <<

[31] De la Cierva (2003, p. 505) afirma que Gorev llegó a Madrid incluso antes que el embajador. <<

[32] AHPCE: sección EM soviético, legajo 28, docs. 324 y 326. <<

[33] Agradezco a Boris Volodarsky, quien está escribiendo una biografía de Orlov, esta información. <<

[34] En los años veinte, por ejemplo, la parte operativa del SIS había adoptado una estructura geográfica basada en grupos por países que supervisaban la labor de los agentes y estaciones radicados en el extranjero. España figuraba dentro del «grupo suizo» que se encargaba de Suiza, Francia, Italia y España (Ph. Davies, pp. 67s). Se trae esto a colación porque hay historiadores franquistas que se desmelenan ante la idea de agentes soviéticos en el suelo patrio. <<

[35] Según narra en sus memorias (p. 133) «la víspera se había bombardeado por primera vez a la capital» (en lo que participaron aviones alemanes: ADAP, pp. 5153). Como esto ocurrió el 27/28 de agosto, hay que situar su llegada inmediatamente después de la de Rosenberg. El 30 de agosto ABC publicó ciertos extremos de la entrevista que Azaña había concedido a Koltsov. El presidente habría afirmado: «Transmita usted al pueblo soviético que su simpatía, su importante apoyo, nos han emocionado profundamente; pero no nos ha asombrado. Para mí siempre ha sido evidente que la gran democracia soviética (sic) no podía menos de ser solidaria con la democracia española». Convenía ser no ya cortés sino hipercortés. Kuznetsov no era «almirante», como afirma De la Cierva (2003, p. 289). <<

[36] No, como indica De la Cierva (2003, p. 501) «hasta entonces jefe del GRU». Es un error que se repite hasta nuestros días (por ejemplo, Stone, p. 42 y Madridejos, p. 63). Su currículum figura en Schauff (p. 233): en 1921 fue nombrado director adjunto del GRU y tres años más tarde su director. En 1935 pasó a la segunda jefatura del Ejército del Lejano Oriente. <<

[37] Según Volodarsky, ambos eran también agentes del GRU. <<

[38] Dado que la dirección que se indicaba de la embajada era el hotel Palace, cabe pensar que la nota hubo de escribirse poco antes de su instalación en éste, que tuvo lugar a finales de septiembre (El Popular, Málaga, 30 de septiembre. Agradezco esta referencia a María Ángeles Ayala). Ignoro si la correspondiente entrada se distribuyó a las representaciones extranjeras. <<

[39] Es verosímil que la proximidad del diplomático británico hiciera que los soviéticos, siempre muy cuidadosos en materia de seguridad, prefirieran otro lugar. <<

[40] La impresión de King coincidió con la de Azaña (1990, p. 129) a quien le pareció un «viejo fanático». <<

[41] AVP RF: fondo 097, inventario 1, expediente 102, legajo 14, página 19. En este legajo se encuentran numerosos informes de Antonov-Ovseenko, algunos de los cuales están reproducidos en Radosh et al. <<

[42] En su correspondencia con Moscú, Tumanov utilizó papel con el membrete de la embajada de la URSS en España. Muestras de ello se hallan en AVP RF: fondo 097, inventario 1, expediente 102, legajo 17. <<

[43] Toda esta información procede de diversos despachos, generalmente manuscritos, conservados en CADN, caja 566B. Por la de origen vasco estoy muy agradecido a Juan José Sánchez Arreseigor. <<

[44] Quizá convenga señalar que muy poco de lo que se aborda en este apartado y en el siguiente figura en la Biblia por excelencia en que para numerosos autores se ha convertido la obra de Bolloten. <<

[45] Innecesario es destacar que afirmaciones como la de Zavala (2005, p. 248), por muy recientes que sean, según las cuales la URSS había enviado material bélico a España desde el 25 de julio carecen de todo fundamento. Tampoco me es posible seguir a Kowalsky (2004, p. 94) cuando afirma que «los líderes republicanos no tuvieron más remedio que aceptar de mala gana la ayuda soviética». Muy al contrario. La ansiaban. <<

[46] Esta reconstrucción choca frontalmente con la afirmación de Largo Caballero (2007, p. 3436) de que no se sabía muy bien quién había hecho pedidos de armamento a la Unión Soviética, como si la iniciativa de enviarlo no hubiese tenido nada que ver con los Gobiernos republicanos. <<

[47] Se encuentra en TNA, HW 12/27. El efecto que tuvo el conocimiento de las comunicaciones interceptadas en los medios dirigentes británicos parece que fue nulo. <<

[48] Es inevitable comparar esta pregunta con la decisión el día anterior de enviarlo, como ya vimos en el capítulo tercero. Elorza y Bizcarrondo mencionan este telegrama pero reproducen otra parte del mismo. La afirmación de Vidal (1998, p. 48) de que la IC no mostró interés por lo que ocurría en España no es sostenible. <<

[49] Las instrucciones (Radosh et al., doc. 6) están tomadas del telegrama descifrado por los británicos. Ignoro por qué estos autores no utilizaron la transcripción del original que se encuentra en Dallin y Firsov, pp. 46-48. Ello les impide mencionar el visado explícito de Stalin, que no es un dato despreciable, aunque quizá lo fuera posteriormente. Estaban en línea con las afirmaciones de Dimitrov del día anterior. <<

[50] RGASPI: fondo 17, inventario 16, asunto 21, número de expediente 240. <<

[51] En el diario de Dimitrov, hay una referencia el 31 de agosto al envío a España de emigrados españoles desde América (sería América Latina) y de otros países, amén de pilotos y ayuda material. No estoy de acuerdo con la afirmación de Fuentes (p. 292) de que antes de la llegada de Rosenberg ya era un hecho habitual la presencia de «agentes, espías, técnicos y asesores soviéticos». Al contrario, era totalmente incipiente. <<

[52] Salvo que se acepte al escasamente fiable Martínez Amutio (pp. 22-27) según el cual «Stepanov» y otro agente (Grigory Stern) llegaron el 30 de julio. Ahora bien, dado que este Stern fue el sucesor de Berzin como consejero militar jefe y que no apareció hasta 1937 (Schauff, p. 234) hay razones para dudar de tales aserciones. Tampoco pudo ser el homónimo (Manfred Stern) porque llegó más tarde de lo que afirma Martínez Amutio. De la Cierva (2003, p. 501) y Stone (p. 42) también meten a Grigory Stern en el saco. <<

[53] Esto es algo que parece habérsele escapado a West. Es cierto que en la versión de Banac la referencia es algo críptica. Hay que recurrir a la alemana, al cuidado de Bayerlein (p. 126), para darse cuenta plenamente del caso. En la misma entrada aparece Moskvin, por lo que la información quizá procediera de la NKVD. <<

[54] Figura en AVP RF: fondo 010, inventario 11, legajo 53, expediente 71, páginas 29s. <<

[55] Era, en efecto, la respuesta a un telegrama enviado desde París en un código especial y por conducto hiperseguro. <<

[56] Ignoro de quién pudiera tratarse y tampoco si era un seudónimo o denominación en clave. <<

[57] Debía de tratarse de Simon Bentsov, agregado aéreo en París. <<

[58] En DBFP, pp. 162-166, se encuentran las explicaciones y especulaciones del embajador británico sobre este primer gran proceso, que sólo duró unos pocos días y terminó con la masacre de todos los encausados. Esta farsa judicial y sus antecedentes han sido examinados de forma vívida por Sebag Montefiore, pp. 189-198. <<

[59] La carta de Krestinsky está en AVP RF: fondo 010, inventario 11, legajo 53, expediente 71, página 37. <<

[60] El Politburó había decidido el 17 de agosto que el NKVT vendiera inmediatamente a los españoles a precio reducido cualesquiera cantidades necesarias y en las condiciones más favorables. RGASPI: fondo 17, inventario 162, legajo 20, número de expediente 244. Indudablemente el tema se había tratado anteriormente al más alto nivel. <<

[61] Rayfield, p. 196, esboza un retrato profundamente negativo de Kaganovich, cruel, insensible al dolor de otros y monomaniático. Hombre del aparato, sin apenas estudios, sobre él escribió una biografía Kahan, sobrino suyo norteamericano. En la introducción a su correspondencia con Stalin hay una breve reseña. Se le ha identificado como signatario individual de unas 36 000 sentencias de muerte (p. 35). <<

[62] Martínez Molinos ha descubierto que a finales de noviembre de 1936 Petrofina comunicó a CAMPSA que consideraba anulado el contrato de junio. <<

[63] Las facturas de esta operación, por un importe total de unos 60 000 dólares, las abonó la CAMPSA el 25 de noviembre. <<

[64] Banac, p. 27, transcribiendo la entrada del diario para ese día de Georgi Dimitrov. También se encuentra en Bayerlein, p. 126. Esto deja obsoletas las elucubraciones de Vidal (1998, p. 50) de que «durante meses […] la actitud de la Comintern, que se puede documentar con exactitud», excluyó «siempre una intervención armada en la guerra civil». <<

[65] A tenor de lo indicado por Brun-Zechowoj (pp. 70s), que ha utilizado documentos comunistas búlgaros relacionados con Dimitrov, éste señalaría que fue el Comité Ejecutivo de la Comintern el que se hizo cargo de los preparativos. <<

[66] Orlov aprovechó la ocasión para lanzar fuertes puyas contra Vorochilov que, según él, había dicho que de no ser posible arreglarlos sobre el terreno habría que dinamitarlos. Vorochilov no era un genio de la guerra y muchos, entre ellos el temible Beria, le consideraban bastante estúpido. Stalin, al parecer, jugaba con él (Beria, p. 165). Volkogonov (p. 191) ofrece una imagen bastante negativa suya, tanto política como profesional: «ejecutor estúpido, incapaz de una opinión personal». <<

[67] Volodarsky destruirá muchos otros de los mitos que sobre sí mismo tejió Orlov y de los que últimamente se ha hecho portavoz, patético, Gazur. <<

[68] Chinsky ha sido el primer autor en haber explorado los paquetes de documentos que se enviaban a Sochi pero, naturalmente, no se ha fijado en el tema español. He aquí, pues, otra futura línea de investigación. <<

[69] Telegrama del 18 de agosto. Mientras no se diga lo contrario, las informaciones suministradas por Morel proceden de SHD: legajo 7N 2755. Ninguno de ellos ha sido publicado en los DDF. <<

[70] Citados en Espinosa (2003, pp. 9s) que contiene una vívida descripción de la campaña. <<

[71] Como señala Preston (2005, p. 197) la «deliberada brutalidad constituía lo que un estudioso ha denominado “didactismo por el terror”. El objetivo era enterrar literalmente de una vez por todas la aspiración de los campesinos sin tierra de colectivizar las grandes fincas». <<

[72] Espinosa (2002, p. 11) ha popularizado las instrucciones que formalizó Yagüe en Marruecos el 30 de julio: «utilizar las fuerzas moras», «conferir el mando del orden público y seguridad en las ciudades a elementos de Falange», «detener a las autoridades civiles españolas que sean sospechosas», «eliminar los elementos izquierdistas: comunistas, anarquistas, sindicalistas, masones, etc.». No estará de más recordar que, todavía en el momento de escribir estas líneas, existen calles en España dedicadas a la imperecedera memoria de este auténtico killer. <<

[73] Señala Cardona (1985, p. 213) que la lucha se planteaba «entre un ejército profesional y columnas mal estructuradas de milicianos que establecían la defensa de acuerdo con una técnica muy simple. Sin servicio avanzado de seguridad, reservas ni organización en profundidad, la posición defensiva era una sola línea transversal. Cuando el enemigo lograba romper las primeras posiciones, todo el frente se derrumbaba sin posiciones retrasadas que lo sostuvieran». <<

[74] La posibilidad del cierre de la frontera con Francia por Irún ya la habían señalado los agentes de la Comintern en Madrid el 16 de agosto, cuando anunciaron que el enemigo disponía de grandes cantidades de suministros italianos y alemanes (TNA: HW 17/27). <<

[75] Nadal (pp. 128-132) ha ejemplificado esto en el caso de Málaga; Ledesma (pp. 61-70 y 134-141) en el de Zaragoza. Véase también la contribución general de este último autor a la obra colectiva dirigida por Muñoz Soro et al.<<

[76] Buchanan (1993) ha hecho una excelente descripción de los clichés sobre el carácter español que circularon en el discurso político público en el Reino Unido en la izquierda y, en menor medida, en la derecha. El problema es que muchos de ellos nutrieron también el proceso decisorio en las covachuelas de la Administración y, singularmente, en el Foreign Office. Moradiellos (2002) recoge que en la imagen británica de los españoles se combinaron seis elementos, tres negativos (crueldad, beatería, vanidad) y tres positivos (valor, orgullo, individualismo). <<

[77] Para ser objetivos, también hay que recordar que igualmente dieron cobijo a fuertes llamamientos contra las acciones incontroladas y que el rotativo de la CNT figuró entre los más firmes defensores de los tribunales populares. En la obra de Peirats se recogen ejemplos al respecto. <<

[78] Nada de esto significa olvidar la persistente mitologización de un «terror rojo» impulsado desde el Gobierno, tema que ha destacado Vidal entre muchos otros autores pro-franquistas. <<

[79] Cervera (pp. 58-76) ha escrito agudamente al respecto. <<

[80] Aunque es algo sobradamente conocido, no estará de más recordar aquí que estas dos personalidades, que tanto hicieron por salvar vidas de derechistas, fueron entregados por los nazis a Franco tras la guerra civil. Siempre atento a realzar los valores cristianos, el régimen los fusiló sin la menor compunción, a pesar de los múltiples testimonios a su favor. <<

[81] Agradezco a José Luis Ledesma, que está haciendo un magnífico trabajo sobre la violencia en la zona republicana, su inapreciable ayuda en este punto. Godicheau (p. 97) nota la diferencia entre el caso español y el soviético. En el primero, la revolución —o la marea revolucionaria— simplemente no triunfó. <<

[82] Despacho del 3 de septiembre de 1936, TNA: FO 371/20538. <<

[83] Vidarte (p. 419), quien fue a visitar la cárcel tras ocurrir los luctuosos sucesos, reconocería que «la exasperación se apoderaba del pueblo que clamaba la venganza por los crímenes cometidos por los sublevados y estaba dispuesto a tomarse la justicia por su mano». Sobre la autoría existe alguna confusión. Los implacables anticomunistas que eran los británicos pudieron leer una atribución similar de responsabilidades en dos telegramas interceptados de origen muy diferente. El primero, del día 24, procedía de la embajada norteamericana e hizo referencia a «elementos extremistas, dominados por anarquistas». El segundo, del día siguiente, provenía de los agentes de la Comintern en Madrid y hablaba de «bandas de anarquistas armados»(TNA, HW 12/206, BJ065989, y HW 17/27, respectivamente). En sus memorias, Bowers (pp. 304-306) acentuó este último componente. Beevor (p. 123) se refiere, simplemente, a «milicianos enfurecidos». Cervera (pp. 86-88), que reconoce que en la Modelo perecieron una treintena de personas, no se pronuncia. <<

[84] El testimonio de Pablo de Azcárate (pp. 26-27) es revelador al respecto: «Todo esto produjo un daño irreparable a la República […] Los periódicos del mundo entero publicaban cada mañana […] informaciones folletinescas sobre la anarquía y el caos reinantes en la capital del Estado». Ello produjo un «profundo impacto […] en la sociedad inglesa entera, desde la City hasta Transport House», donde radicaba la central del Partido Laborista y de los sindicatos. Churchill se negó a estrecharle la mano, «declaró que no quería tener relación alguna conmigo y se alejó murmurando entre dientes: “sangre, sangre…”». Zugazagoitia (pp. 138ss) ha dejado también páginas imborrables. <<

[85] Los más nombrados eran los anarquistas y la FAI (en Barcelona, Valencia, Bilbao y Santander), en menor medida (y sólo en Madrid) los comunistas. Sobre las ejecuciones de los sublevados se disponía de menos datos (DBFP, doc. 289). <<

[86] Fue el primero que habló a Azaña de las checas. <<

[87] Conviene subrayar esta información porque hay fuentes que aducen que Largo Caballero tenía otras intenciones. <<

[88] Despachos de Ogilvie-Forbes en TNA: FO 371/20535 y 20536. En este mismo período, sin embargo, Luis Araquistáin, director del periódico caballerista Claridad, denunciaba al Gobierno Giral por carecer de autoridad y competencia para «hacer la guerra a fondo y acabarla con una victoria absoluta y revolucionaria». Según él, todo el mundo estaba convencido de que la guerra podía acortarse y que si ello no ocurría era por «la inepcia del Gobierno». El asalto a la cárcel Modelo demostraba su impotencia. Un eventual Gobierno Prieto inspiraría gran desconfianza «desde el punto de vista del proceso revolucionario». La solución estribaba en un Gobierno de coalición. Si la idea no se aceptaba, «sería el momento de pensar si la toma violenta del poder había de hacerse sin esperar el fin de la guerra». Araquistáin seguía fiel a su verborrea revolucionaria y tenía engatusado a Largo Caballero (1996, pp. 7s). <<

[89] Alexander (p. 101) tiene un lenguaje fuerte para caracterizar a tal cruzado: «a bigoted clerical». Evidentemente, los furibundos ataques de la derecha francesa han de interpretarse también en clave interna, como mecanismo para desgastar al Frente Popular y, en ciertos medios, a su líder judío, Léon Blum. <<

[90] La decisión fue adoptada en la reunión del Politburó del 29 de agosto, en la que se cursaron instrucciones al Comisariado del pueblo para el Comercio Exterior a fin de que prohibiera las exportaciones de armamento a España y lo anunciara en la prensa. En la misma ocasión se aceptó la participación soviética en el comité de control que vigilaría en Londres la aplicación de la no intervención (RGASPI: fondo 17, inventario 162, legajo 20, número de expediente 395). <<

[91] Agradezco a Heiberg (pp. 73s) su ayuda en este punto basándose en la documentación aportada por Rovighi y Stefani, I, docs. 6a-6c. <<

[92] Telegrama del 22 de agosto de 1936. Esta última valoración de un militar profesional extranjero coincidiría, ¿por casualidad?, con la que rápidamente hicieron los asesores soviéticos. <<

[93] El que los datos fuesen correctos o no es algo que, en la óptica en que nos situamos, no tiene demasiada importancia. Lo que es realmente significativo es que quienes tenían que tomar decisiones en el Reino Unido contaban con ellos. Extrajeron unas consecuencias y no otras. Aun así, las referencias, por ejemplo, a los 12 aviones eran correctas. Estaban a punto de partir. <<