[1] La más reciente reconstrucción del contexto es la de Martínez Reverte, que tiene la ventaja de rememorar el ambiente reinante a la vez que analiza, día a día, la marcha de las operaciones militares. <<
[2] Nadie entonces hubiese creído que Stalin, cuando meditaba el envío de la primera ayuda, se había cuidado de ordenar que los pertrechos no tuvieran tales marcas. En realidad el Bramhill llevaba armas para los anarquistas pero es verosímil que su traslado se hubiese hecho con la connivencia de las autoridades nazis. Howson (p. 275) ha sugerido que la intención habría estribado en provocar tensiones entre anarquistas y comunistas. Una discusión más amplia se encuentra en Heiberg y Pelt (pp. 62-65). <<
[3] Gorev, por ejemplo, a quien se le había dado autorización el 6 de octubre para que pudiese entrar y circular libremente en la Inspección General de Milicias (AHPCE: EM soviético, legajo 28, doc. 325) hizo diez días más tarde una crítica bastante dura en un informe a Vorochilov de los aspectos organizativos de las fuerzas republicanas. Destacó que en seis semanas no se había logrado una sola victoria en el frente central, a pesar de haber estado involucrados hasta 20 000 hombres, mal utilizados (Radosh et al., doc. 17). Cardona (1985, p. 215), por su parte, es tajante: «Frente a la voluntad de tomar la ciudad, el Gobierno no tenía un plan para defenderla». <<
[4] Se trata de un resumen, bastante sintético, de los aspectos más generales contenidos en los informes 6 a 8 del AIS, para el período comprendido entre el 4 y el 25 de octubre. Como recogería Azaña (1990, p. 125) su ida a Barcelona lo fue a sugerencia del Gobierno, «por precaución». <<
[5] Montaje de aviones alemanes en Sevilla el 22 de septiembre, llegada a Vigo en el vapor Aniene de 12 cazas CR-32 y de 10 bombarderos RO-37, la prevista el 28, también a Vigo, del barco Città di Benghasi, con diez pilotos de caza y pertrechos. <<
[6] Naturalmente, la indicación de Cabezas, p. 356, de que las armas soviéticas empezaron a llegar a partir del 26 de septiembre es incorrecta. El profesor De la Cierva (2003, p. 457) afirma que «las agrupaciones soviéticas de carros y aviones […] se venían preparando desde primeros de octubre en las bases murcianas». <<
[7] Hay que dar cierta credibilidad a los informes de los servicios de inteligencia británicos en tema tan sensible. Ello, y la reconstrucción efectuada hasta este momento, nos permite criticar la idea tradicional de la historiografía franquista, retomada recientemente por Arias Ramos (p. 103), de que «la ayuda masiva soviética precedió en más de un mes a la que Alemania comenzó a prestar en noviembre y en casi tres a la aportada por Italia». Esto es sólo una parte de la historia. La ayuda soviética tuvo, de entrada, un elevado componente de reacción. <<
[8] Este mercante, posteriormente hundido, había salido con los tanques el 4 de octubre (Schauff, p. 219) y atracó en Cartagena el 12 (Largo Caballero, 2007, p. 3459). El responsable de los tanquistas, S. Krivoshein, diría simplemente que llegaron en octubre y que en el puerto había un gran número de barcos extranjeros, entre ellos un destructor inglés, un buque francés y otro alemán. Las interpretaciones de Bolloten (p. 204), basadas en presuntos testimonios personales, están obsoletas. <<
[9] La reconstrucción que antecede se ha efectuado en base a los diarios de operaciones del Luchs y del Admiral Scheer, que se encuentran en AMAF, legajos M/1371/80654 y M/1369/80615. Los nombres incorrectos de los barcos fondeados en Cartagena que figuran en ellos se han sustituido por los correctos. Los servicios de interceptación británicos descifraron algunas comunicaciones alemanas ulteriores. <<
[10] No he encontrado documentación que me permita aclarar porqué el Campeche, que había atracado el 4 de octubre, continuaba en puerto una semana más tarde. Nótese la información alemana sobre su carga. <<
[11] Tal es la conclusión a la que llegó el entonces jefe de las fuerzas navales alemanas destacadas en España, vicealmirante Rolf Carls. AMAF: legajo M/1406/80841. <<
[12] Por razones que no he podido documentar, pero que probablemente tenían que ver con el temor a que los alemanes creyeran que habían penetrado su cifra naval, los británicos no dieron a conocer esta noticia. El Komsomol llevaba también 50 motores de repuesto, proyectiles, 300 toneladas de gasolina y 30 de aceite. <<
[13] Como los tanques eran del modelo Vickers, esta compañía recibió información de sus agentes en España sobre la llegada de 56 (sic) tanques, 150 camiones y personal (entre el que había dos mujeres). Vickers se apresuró a comunicarlo al War Office (TNA: FO 371/20582). <<
[14] DBFP, doc. 308. La descarga la observó el navío británico Grafton (FO 371/20582). En Largo Caballero (2007, p. 3459) se señalan conjuntamente las cargas de tal navío y de dos más (el Kim y el Volgoles). <<
[15] Según se recogió el 28 de octubre en un documento de síntesis británico (TNA: FO 371/20582) era difícil que a estos caballeros se les escapase algo de lo que ocurría en Cartagena. Aun así, no parece que informaran sobre la salida del oro que se produjo poco después, como veremos en el capítulo correspondiente. Rojo (1967, p. 219) señalaría que «no había envío soviético que pasara desapercibido». <<
[16] A los británicos los franquistas les dieron rápidamente detalles de algunas de estas capturas, fuesen barcos soviéticos u otros extranjeros, y les dijeron que registrarían todos los navíos que se dirigieran a puertos republicanos (AIS: informe n.º 10). <<
[17] Todos estos datos rectifican los que Orlov ofreció a Payne en abril de 1968 (Zavala, 2005, pp. 439s) y permiten ubicar con precisión las fechas de llegada de los cargueros soviéticos, que no fue la primera semana de octubre. No hay por qué pensar que los agentes de la NKVD no participaran en la supervisión de la descarga, pero si lo hicieron no evitaron que los marinos del Luchs se enteraran de la carga del Komsomol ni tampoco que lo hicieran los británicos y los franceses. <<
[18] Poco más tarde el Grafton indicó que oficiales de la Marina soviética se habían incorporado a la dotación de varios navíos republicanos, entre ellos tres cruceros. Se preparaba la partida de todas las unidades y varios mercantes españoles habían cubierto sus nombres y alterado otros distintivos. Estas noticias fueron también confirmadas por el Vance, que añadió que los buques republicanos tenían instrucciones de navegar bajo pabellón británico en cuanto se alejaran de la armada franquista (TNA: FO 371/20583). <<
[19] Dado que este dato procede del informe Maleev, es obvio que Tumanov estaba ya en Bilbao por lo que hubo de llegar antes de lo que afirmaron los diplomáticos franceses, quienes situaron su aparición en la capital vasca el 8 de noviembre. <<
[20] En el prólogo se afirmaba que de haberse aplicado lealmente la no intervención el Gobierno republicano ya hubiera restablecido el orden. Las críticas al británico, del que se sospechaba que, como así ocurría, tenía muchos y mejores datos, fueron constantes. En el Foreign Office, al preparar la respuesta a una pregunta parlamentaria, se recomendó que Eden afirmara que las autoridades locales españolas dificultaban la obtención de información y que la misión de los barcos británicos estribaba en proteger a los ciudadanos e intereses británicos y no supervisar operaciones de carga y descarga. Es una pequeña muestra del doble rasero que se aplicaba sistemáticamente. TNA: FO 371/20583: «Lack of evidence of infractions of Non-Intervention Agreement». <<
[21] Sería interesante seguir la pista referida a Barcelona. Las noticias sobre España abordadas por el consejo se encuentran en TNA: FO 371/20582. <<
[22] Lo que no puede aceptarse son afirmaciones como las de Lister (p. 158) a tenor de las cuales la tardanza con la cual empezó a llegar la ayuda soviética era culpa de los gobernantes republicanos, «que sólo recurrieron a la URSS cuando el Gobierno del socialista Blum y otros gobiernos “democráticos” se negaron a cumplir los acuerdos que tenían con la República española». <<
[23] Los soviéticos informaron a los norteamericanos que el comité no funcionaba, que los italianos bloqueaban cualquier investigación y, con los portugueses y alemanes, apenas si ocultaban que ayudaban a los rebeldes, que el presidente británico solía alinearse con los primeros y que el representante francés no amparaba al soviético. Parecía evidente que había que tomar una postura tajante (FRUS, p. 535). <<
[24] Stalin hubo de conocer el tenor de la conversación de Litvinov con Blum en Ginebra el 5 de octubre que causó al comisario una mala impresión. Blum reconoció que su comportamiento con respecto a la República se debía a su temor a una crisis interna en Francia (DVPSSSR, doc. 294). <<
[25] El texto completo de la declaración fue aprobado por el Politburó el 7 de octubre. <<
[26] En realidad, según el despacho de Pascua reproducido en el apéndice, se había tratado de un almuerzo colectivo en el que participó la alta dirección soviética. La nota de Kaganovich en la que se recoge este episodio es el último documento de los publicados sobre su correspondencia con Stalin. Como hemos indicado, al año siguiente no se fue de vacaciones. Había que continuar las purgas y «limpiar» en serio. No he encontrado explicación para la pequeña mentira de Kaganovich y su presunta invitación a Pascua. <<
[27] El embajador norteamericano en París, William Bullit, informó de una conversación con Delbos el 12 octubre. Éste pensaba que la URSS quería mantener su prestigio en la izquierda y, al tiempo, inducir al Gobierno francés hacia la intervención a favor de la República (FRUS, p. 539). <<
[28] Roy Henderson, el encargado de negocios, consideraba no obstante (ibid., p. 540) que lo más probable es que la URSS enviase una ayuda limitada, porque tenía que darse cuenta de que no podía competir con Alemania e Italia. <<
[29] Pero, para Henderson, tales afirmaciones no ayudaban demasiado a interpretar cuál era la línea política que el Kremlin iba a seguir hacia la República (FRUS, p. 542). La declaración de Maisky fue aprobada por el Politburó. <<
[30] Ésta fue también la tesis de Maisky a las preguntas que le hicieron sus colegas. La reunión del CNI fue relativamente tranquila. Los británicos se mostraron irritados y trataron de echar un capote a los alemanes, cuyo embajador al parecer estuvo flojo pero se comportó con dignidad. Maisky anticipaba duras críticas a la postura soviética y pensaba entrevistarse lo antes posible con Eden y Vansittart para bajar la tensión (RGASPI: fondo 558, inventario 11, legajo 214, páginas 39-41. Telegrama del 23). <<
[31] RGASPI: fondo 17, inventario 162, legajo 20, expediente número 42, página 104. <<
[32] Según informó la embajada británica en la misma fecha (TNA: FO 371/20582). <<
[33] Largo Caballero (2007, p. 3494) afirma: «Había que sacarlo [el oro] de España. ¿Dónde? Francia e Inglaterra estaban sus Gobiernos ostensiblemente contra los republicanos españoles y con alguno de estos países se mantenía un litigio con motivo de otro depósito de oro que se hizo anteriormente». El expresidente confunde las cosas. El litigio se produjo después, no en aquel momento. Por el contrario, sí cabe confiar en su valoración ulterior: «No había otro país sino el llamado entonces “amigo”, Rusia, y a él hubo de recurrirse. Con oro y plata podía pensarse ganar la guerra, sin ello estaba perdida de antemano». <<
[34] Sin relación directa con la situación internacional, Delbos anunció que si la Generalitat declaraba la independencia de Cataluña y solicitaba la ayuda de Francia, el tema se pasaría inmediatamente al CNI (TNA: FO 371/20581, telegrama de Lloyd Thomas, París, del 22 de octubre). Eran rumores que circulaban insistentemente. <<
[35] Unos días antes Delbos había afirmado que si a consecuencia de la intervención en España surgía un conflicto entre Alemania y la URSS, el pacto franco-soviético podría jugar o no, según los intereses de Francia. <<
[36] Se trata de un congreso famoso porque en él se demostró que, en contra de las afirmaciones de Delbos, muchos radicales flirteaban abiertamente con el fascismo. Los que cantaron la Marsellesa con un saludo casi fascista superaron a los que entonaron la Internacional, puño en alto. Daladier, que intervino en nombre del Frente Popular, apenas si pudo hacerse oír en el tumulto. Un día triste para el radicalismo francés, concluye Soucy (p. 29). <<
[37] Al escuchar esto Eden replicó que otra gente podía pensar lo contrario porque, al fin y al cabo, el objetivo proclamado de la URSS era universalizar su sistema. Maisky no lo negó pero afirmó que eso era a muy largo plazo y que nadie en Rusia pensaba que pudiera conseguirse en una generación. Las finalidades del Gobierno soviético en su ayuda al español eran, por el contrario, mucho más inmediatas. <<
[38] «Soviet Union and Non-Intervention Committee», 2 de noviembre de 1936 (TNA: FO 371/20582). <<