Cinco magos, una consejera, un sinfín de demonios imperiales y la debacle que fue Darujhistan, todo sirvió para justificar ante el pueblo la declaración de rebeldía proclamada por la emperatriz contra Dujek Unbrazo y sus maltratadas legiones. Que eso dejara libre a Unbrazo y su hueste para lanzar una nueva campaña, esta vez como fuerza militar independiente, para formar sus propias e impías alianzas destinadas a continuar la horrenda escalada hechicera contra Genabackis, es, podríamos decir, secundario. Cierto, el sinfín de víctimas de esa época devastadora quizá dieran, si el Embozado les concediera el privilegio, una opinión muy diferente. Es posible que el detalle más poético de lo que llegaría a llamarse las Guerras Painitas fuera, de hecho, un precursor de toda la campaña: la destrucción casual e indiferente de un único puente de piedra, una maniobra del tirano jaghut en su malhadada marcha hacia Darujhistan…
Campañas imperiales (la Guerra Painita)
1194-1195, volumen IV, Genabackis
Imrygyn Tallobant (n. 1151)