Descubriendo nuevos caminos
Hay varios modos de organizar las suposiciones que utilizamos para colocarnos en un estado que consideramos útil para operar cuando hacemos tipos de trabajos terapéuticos. Una suposición es que es mejor tener opciones que no tenerlas, y otra es la noción de la opción inconsciente. Otra suposición es que la gente ya posee los recursos necesarios para cambiar, siempre y cuando se le pueda ayudar para tener los recursos apropiados en el contexto apropiado. Una cuarta suposición es que cada uno y único trozo de conducta tiene una función positiva en algún contexto. Sería una muestra de irresponsabilidad de parte nuestra si sencillamente cambiáramos la conducta de las personas sin tomar en cuenta la noción muy importantísima denominada «ganancia secundaria». Nosotros suponemos que la conducta de alguien demuestra en un momento dado la respuesta más adecuada que tiene en ese determinado contexto, no importa cuán bizarra o inadecuada nos parezca. Yo diría que el contexto al cual están respondiendo sus clientes generalmente se compone de nueve partes de experiencia interna y una parte de experiencia externa. De modo que cuando una conducta les parezca como bizarra o inadecuada, esa es una buena señal para indicar que gran parte del contexto de la persona a lo que está respondiendo es algo que no está a su disposición en su experiencia sensorial inmediata. Está respondiendo a alguien o a alguna otra cosa representada internamente: mamá, papá, eventos históricos, etc. Y muchas veces ocurre que esa representación interna está enteramente fuera de la conciencia. Linda y Tammy pueden verificar que las respuestas que cambiaron cuando trabajaron con nosotros acá, eran respuestas a eventos que ocurrieron alguna vez en el pasado.
Por lo demás eso no debería sorprenderle a nadie. Estoy seguro de que todos ustedes han pasado por experiencias que fundamentan esa afirmación. Nuestra respuesta específica a ese entendimiento es la noción de que todos somos organismos complejos y balanceados. Un modo de tomar en cuenta la complejidad, cuando desean asistir a alguien en conseguir algunos cambios, es utilizando la configuración que nosotros denominamos «reencuadre[4]». El reencuadre es un modo específico de contactar la parte —por falta de una palabra mejor— de la persona que está ocasionándole determinada conducta o que le está impidiendo la ocurrencia de cierta conducta deseada. Hacemos esto para descubrir cuál es la ganancia secundaria en la conducta, tomando y haciéndonos cargo de eso, como una parte integral del proceso de inducir un cambio en esa área de la conducta.
Veamos esto con un ejemplo. Una mujer acudió donde nosotros enviada por un siquiatra. Quería bajar veinte kilos. En el pasado ya los había bajado, pero cada vez que conseguía bajar los veinte kilos luego los volvía a subir. Podía quitárselos de encima, pero no podía mantenerlos alejados. Mediante el reencuadre descubrimos que no había ninguna parte de ella que tuviera una objeción a que perdiera peso. Sin embargo, la parte que la hacía comer demasiado lo hacía para proteger su matrimonio. ¿Pueden hacer la conexión? Si no pueden les voy a explicar un poco más. En la opinión de esta parte si ella perdía peso y llegara a pesar lo que quería pesar, se pondría físicamente atractiva ante los ojos de otros hombres y al ser físicamente atractiva a otros hombres éstos se iban a acercar y hacerle proposiciones deshonestas. En la opinión de esta parte ella no tenía suficientes recursos como para tomar buenas decisiones en respuesta a estas proposiciones. Le costaba decir que no. Ninguna parte de ella quería estar gorda. Sin embargo había una parte que usaba su gordura para institucionalizar la alternativa de no tener que enfrentar una situación que ella creía no poder enfrentar efectivamente y que podría, eventualmente, conducir al término de su matrimonio. A esto se le conoce como «ganancia secundaria».
Lo crucial en el reencuadre es hacer la distinción entre la intención de la conducta —en este caso proteger su matrimonio— y la conducta, en este caso el comer demasiado. Hecho esto uno podrá encontrar conductas nuevas más aceptables que satisfagan la misma intención.
Una cosa que la gente pocas veces entiende es que los síntomas realmente funcionan, o sea, que a medida que su estar gorda funcionaba para algo lograba la intención esa parte que, responsable de su gordura, iba a mantenerla gorda. Al tener mejores modos de proteger su matrimonio, entonces esa parte le permitiría bajar de peso. Lo que de hecho hizo sin un régimen estricto.
Ahora demostrémoslo. ¿Quién quiere cambiar algo?, secretamente…
Muy bien Dick, queremos que mantengas el contenido secreto, permitiendo que los demás puedan observar el proceso por el que vamos a pasar. Dick está haciendo algo sobre lo cual no tiene ninguna opción, una especie de conducta compulsiva que quiere cambiar por alguna otra cosa o bien hay algo que le gustaría poder hacer, pero no puede. Son dos modos verbales de codificar el mundo de la posibilidad.
Dick: Es la primera.
Muy bien, si están de acuerdo le vamos a dar el código X a la conducta que tiene en este momento, que le gustaría cambiar por otra más adecuada y supongo que X, en su juicio consciente no es una buena representación como un organismo total adulto. Acabamos de identificar la conducta, aquella que la persona desea cambiar. Ese es el paso número uno.
El paso siguiente es establecer un canal de comunicación con la parte de Dick responsable de esta conducta X que él quiere cambiar.
En este contexto está incluida una noción que voy a decir directamente y que también quiero indicársela a todos ustedes. Dick, yo respeto esa parte tuya que actualmente es responsable de tu conducta X. Llegaste acá y estás sentado aquí y tienes éxito haciendo una serie de cosas que haces en tu vida. Estoy convencido de que aquella parte tuya que gobierna esta conducta X a pesar de que conscientemente no te gusta está tratando de hacer algo positivo para ti. Yo no voy a producir ningún cambio hasta que aquella parte tuya que es responsable de X esté satisfecha con que los cambios resultantes serían más adecuados para ella, al igual que para todo tu organismo.
Esto tiene sentido únicamente si uno posee un sistema de creencias que dice algo así: «Mira, si él tuviera un control consciente sobre esta conducta ya lo hubiera cambiado». Así que una parte de él que no es consciente está haciendo andar esta conducta.
Y les puedo garantizar que noventa y nueve veces de cien cuando una persona quiere cambiar algo y viene donde ustedes, va a haber una disociación, un conflicto entre sus deseos conscientes y algún conjunto de programas inconscientes. Lo inconsciente es mucho más poderoso y sabe mucho más acerca de sus necesidades que la mente consciente y mucho más de lo que yo pudiera saber desde afuera. Yo inmediatamente me hago aliado del inconsciente y esto es lo que acabo de hacer. En forma verbal y explícita le dicen: «Mira, no le estoy hablando a tu mente consciente. Le estoy hablando a la parte tuya responsable de esta conducta. Es la que maneja el show. Yo voy a hacer las veces de consultor nada más».
Ahora bien, ¿cómo establecen una comunicación con esa parte? Si tuvieran que ir al edificio federal en San Francisco para un trámite, estarían abocados a una tarea muy compleja, porque de cuatrocientos cincuenta burócratas que hay en ese edificio, sólo uno tiene el timbre adecuado y puede completar el trámite. Si la estrategia es ir parando de puerta en puerta, preguntándole al guardia quién es la persona que tiene que firmar el papel y luego seguir así, de oficina en oficina, buscando la persona autorizada, van a perder mucho tiempo. Sería una estrategia inadecuada para conseguir lo que quieren en ese marco burocrático. En todo caso es una buena metáfora para el tipo de cosas que hacen muchos terapeutas.
Los terapeutas han sido entrenados para prestarle mucha atención a las solicitudes conscientes de sus clientes y típicamente la mente consciente es la que menos sabe acerca de lo que está ocurriendo en su conducta. El hecho de que una persona venga a mi oficina y me diga: «Mire, estoy “X” ando y no quiero seguir haciendo eso. Ayúdeme a cambiar», constituye una afirmación en el sentido de que ya ha tratado con todos sus recursos de hacer el cambio y que no puede hacerlo conscientemente y que ha fracasado rotundamente. Es tan absurdo como comenzar a partir del guardia y seguir caminando y preguntando en cada una de las oficinas. Yo quiero irme directo a la oficina donde está la persona que me puede firmar el papel que me interesa. Quiero irme directamente a la parte de Dick que está controlando su conducta en un nivel inconsciente en este contexto.
También parto de la base, y esto desde luego es una suposición, que la parte de ustedes que los hace tener la conducta X —a pesar de que no les guste conscientemente— está haciendo algo, de alguna manera, a favor y beneficio de ustedes. No sé qué es lo que es y a partir de su respuesta consciente ustedes tampoco saben lo que es, ya que quieren detenerla.
Por lo tanto, el primer paso es establecer contacto oficial con esa parte. Ya ocurrió, pero hagámoslo oficialmente. Dick, ¿sabes usar palabras para hablarte por dentro? Muy bien. Lo que me gustaría que hicieras es que te metieras para adentro y te hicieras una pregunta. Te voy a decir cuál es la pregunta. Tu tarea, luego que has formulado la pregunta, es simplemente prestar atención a cualquier cambio que sientas en tus sensaciones corporales, cualquier cambio kinestésico, imágenes o sonidos que puedan ocurrir en respuesta a la pregunta. De ninguna manera trates de influirlo. La parte tuya responsable de esta conducta te va a dejar saber lo que necesitas saber a través de uno de estos canales sensoriales. Lo único que tienes que hacer tú es ser sensible y detectar la respuesta. Es a tu inconsciente a quien nos estamos dirigiendo.
La pregunta que me gustaría hacerte es: «¿La parte responsable de X está dispuesta a comunicarse conmigo en conciencia?» y en seguida dedícate a percatarte qué ocurre; cambios de sensaciones, sentimientos, imágenes o sonidos.
La tarea de ustedes allá, mientras Dick está haciendo esto, es observarlo y siempre obtendrán la respuesta a la pregunta que le he hecho antes que él formule, porque ya la tiene. Eso es lo típico. El otro día hablamos acerca del metacomentario como una opción en comunicación. Este es un contexto en que yo les recomiendo seriamente que no metacomenten a menos que quieran perturbar a alguien. Si siempre obtienen la respuesta antes que el cliente, tienen entonces un canal realmente poderoso de comunicación con su inconsciente, fuera de su conciencia, que les permite hacer unos chequeos de congruencia realmente elegantes. Si la respuesta que ustedes observan es distinta de la respuesta que obtienen en su conciencia, eso es algo importante de saber.
Dick, ¿cuál fue tu experiencia luego que hiciste la pregunta?
Dick: Confusión.
Muy bien. «Confusión» es una nominalización, no es experiencia. Es un juicio consciente acerca de experiencia. Es irrelevante hablar acerca de estos juicios conscientes porque él ya ha hecho lo mejor posible con sus recursos conscientes y no ha funcionado. Tenemos que trabajar con su experiencia. ¿Cuál fue la experiencia que tú denominaste «confusión»? ¿Cómo sabías que estabas confundido?
Dick: Una sensación de presión.
Sentiste presión, un cambio de presión sanguínea. ¿Hubo también un cambio de temperatura junto con ello o una sensación de presión se localizó en alguna parte especial de tu cuerpo?
Dick: Sí, algo de ambos. Fundamentalmente en el estómago.
En tu estómago. Muy bien, esa es una respuesta no verbal, realmente elegante. Al hacer reencuadre recomendamos encarecidamente que se queden con los sistemas representacionales primarios; sensaciones, imágenes o sonidos. No se preocupen de las palabras porque son demasiado susceptibles de convertirse en interferencias conscientes. Esa es la hermosura de las señales no verbales kinestésicas como ésta, que se consideran involuntarias y pueden estar seguros de que son involuntarias. Dick, ¿tú puedes hacer que esa sensación de presión te ocurra conscientemente?
Dick: Tal vez.
Inténtalo…
Dick: No, no puedo.
Eso también es un modo bastante bueno de convencer subjetivamente a algunos que se están comunicando con una parte que normalmente no está a disposición de ellos a un nivel consciente. Y desde luego que gran parte de la hipnosis y del biofeedback (retroalimentación biológica) se basa en el principio de que pueden alterar la conciencia y conseguir acceso a partes de su sistema nervioso y fisiología que normalmente no tenían acceso. La pregunta fue una que requiere una respuesta «sí — no», la respuesta fue un cambio kinestésico, un cambio de sensación. Hasta aquí todo lo que tenemos es una respuesta, aún no sabemos si significa sí o no. Tampoco lo sabe Dick conscientemente.
Una de las maneras en que la gente se crea problemas, es que juegan al siquiatra con sus propias partes sin estar calificados para ello. Interpretan los mensajes que obtienen de sus partes. Empiezan a sentir algo y lo denominan miedo, cuando puede ser una especie de excitación o algún tipo de vitalidad o cualquier cosa. Poniendo un nombre y luego actuando como si ese fuera el caso, malinterpretan su propia comunicación interna con la misma facilidad con que malinterpretan su comunicación externa. No queremos correr el riesgo y hay modos bastante fáciles de saber qué significa la señal.
Dick, primero quisiera que te metieras para adentro y agradecieras a la parte la comunicación que te brindó, de modo que puedas validar aquella parte que se está comunicando contigo. En seguida quiero que le digas: «Me gustaría muchísimo entender tu comunicación y a manera de no entender mal lo que estás diciendo, si dices si estás dispuesto a comunicarte conmigo en conciencia, por favor intensifica la misma señal que me diste antes; la sensación de presión en el estómago. Si lo que quieres decir es: ‘No, no estás dispuesto a comunicarte conmigo en conciencia’, inviértelo y disminuye la respuesta».
A medida que Dick hace eso, y lo están observando para obtener la respuesta antes de que él la dé a nosotros, si la señal hubiera sido una imagen, sencillamente le hubiera pedido que variara la amplitud de la señal. Podríamos hacer que se hiciera más brillante indicando «sí» y más oscura para el «no». Si hubiera sido un sonido, podríamos haberle pedido que aumentara el volumen para «sí» y que disminuyera el volumen para «no». De esta manera se evita el riesgo de malinterpretar conscientemente el significado de las diversas señales internas kinestésicas visuales o auditivas. Les da un canal muy limpio de comunicación con la parte de Dick responsable de la conducta que quiere cambiar. Y desde luego esa es exactamente la parte que sabe cómo producir el cambio.
Este proceso les da una excelente oportunidad de practicar, ver lo que tradicionalmente se denominan respuestas hipnóticas. Una de las definiciones más útiles que le he escuchado a Milton Erickson del trance profundo es: «La focalización limitada de la atención hacia adentro». Eso es exactamente lo que le pedimos a Dick que hiciera aquí. Que focalice su atención sobre una señal generada internamente y los cambios correspondientes a la textura de su piel, su respiración, grosor de labios, color de la piel, etc., son todas características que los hipnotistas profesionales denominarían un fenómeno de trance.
Dick, ¿podrías volver acá con nosotros? ¿Qué ocurrió?
Dick: Tuve las sensaciones.
De modo que las sensaciones se intensificaron. Obtuviste una verificación. Ahora hemos establecido una comunicación con la parte, tenemos una señal sí — no.
Ahora le podemos formular a esta parte particular cualquier pregunta y obtener una respuesta no ambigua de tipo: sí/no. Tenemos un canal de comunicación interno que Dick maneja él mismo. Nosotros no lo hacemos, sencillamente consultamos con él el paso siguiente. El ha establecido un canal interno de comunicación que le permite comunicarse sin ambigüedad con la parte de él responsable de la conducta que quiere cambiar. Eso es lo único que necesitan. Ya en este momento pueden hacer cualquier cosa.
El paso tres es distinguir entre conducta X y la intención de la parte responsable de esa conducta. Dick, esa parte tuya que está respondiéndote a este nivel inconsciente tiene una cierta intención que hace en tu favor: El modo como lo hace no es aceptable a tu nivel consciente. Ahora vamos a trabajar con esa parte a través del canal de comunicación que establecimos para ofrecerle modos mejores de conseguir lo que está tratando de hacer por ti. Cuando tenga mejores modos de conseguir lo que está tratando de hacer ahora, podrás entonces tener lo que quieres conscientemente y además esta parte podrá seguir cuidándote al modo como ella sabe.
Quiero que te metas adentro otra vez y formules la pregunta. Luego la pregunta sigue siendo sensible al sistema de señales. Métele adentro y pregúntale a la parte «¿Estarías dispuesta a dejarme saber concretamente qué estás tratando de hacer para mí mediante esta conducta X?». Entonces espera una señal «sí» o «no»… (Dick sonríe ampliamente).
Yo dije que preguntara sí o no, no le dije: «Dame la información». Si es que estaban prestando atención se habrán dado cuenta que ocurrió algo relativamente notorio. El pidió una respuesta del tipo «sí — no» y obtuvo la señal «sí — no» y además obtuvo información acerca de la intención en su conciencia.
Dick: Lo cual me agrada muchísimo.
Lo que le agrada y además le sorprende. Ya en este momento la terapia se acabó. Ahora hay una apreciación consciente de lo que esta parte —que estaba haciéndolo hacer esta conducta X— había estado tratando de hacer para él a un nivel inconsciente. Dick, ¿tú, antes no sabías para qué hacía esto la parte verbal?
Dick: No, pero obtuve una clave mientras tú estabas hablando antes de meterme. Como que me dio la sensación de…
Aparte de nuestros problemas por hacer demostraciones es que, luego de dos días con ustedes, hemos tenido tan buen contacto con sus inconscientes que hay una tendencia para que hagan todo demasiado rápido.
De modo que ahora él ha entendido conscientemente la intención de la parte que lo ha estado haciendo hacer X. Dick, ¿es verdad que te gustaría que una parte tuya se hiciera responsable de ese asunto en esa forma, a pesar de que el método específico no te es demasiado aceptable? Puede que no te guste el modo como hace X, ¿pero estás de acuerdo que la intención es algo que quisieras que una parte tuya hiciera?
Dick: Sí, desde luego.
Ahora hay congruencia entre la intención de la parte inconsciente y la aceptación que hace de ello la parte consciente.
Esto significa que estamos listos para el paso número cuatro: crear algunas nuevas alternativas de esta conducta X que sean más exitosas para obtener la intención y eso aún le permite a la conciencia obtener exactamente lo que quiere. Lo que vamos a hacer es mantener la intención, el resultado constante y vamos a variar los modos de lograr el resultado hasta que obtengamos una manera mejor de lograr el resultado. Modos que no entran en conflicto con las demás partes de Dick.
Dick, ¿tienes una parte de ti que consideras parte creativa?
Dick: Humm, tal vez.
La parte creativa da un brinco: «Hola, aquí estoy. ¿Qué es lo que quieres de mí?».
Espero que ahora todos comprendan el sentido en que anteriormente dije que la personalidad múltiple es un paso evolutivo. De modo que tienes una parte de ti mismo que consideras tu parte creativa.
Dick: ¡Oh, sí!, desde luego.
Quiero que te metas adentro y le preguntes a tu parte creativa si estaría dispuesta a realizar para ti la siguiente tarea. Primero te voy a explicar antes de que lo hagas. Pídele que se vaya al nivel inconsciente donde está esa parte que dirige esa conducta X y descubra qué está tratando de hacer esa parte para ti. En seguida, hazla crear modos alternativos mediante los cuales podrías lograr esa misma intención. Te va a fabricar diez, veinte o mil modos de obtener el mismo resultado y va a ser bastante irresponsable en esto. Sencillamente va a generar una cantidad enorme de modos posibles para que obtengas el mismo resultado sin tener que evaluar cuáles van a funcionar realmente. Ahora, a partir de la multitud de cosas que va a ofrecer esa parte tuya que está gobernando la conducta X, va a evaluar cuál de esos modos cree que son más efectivos que la conducta X para obtener lo que antes estaba tratando de obtener para ti y va a tener que seleccionar por lo menos tres modos que cree van a funcionar por lo menos tan efectivamente y ojalá más efectivamente que la conducta que hasta ahora estaba usando para lograr esa intención, ¿entendido?
Dick: Creo que sí.
Muy bien. Métete para adentro y pregúntale a tu parte creativa si está dispuesta a hacer eso. Cuando te diga que sí, entonces dile que prosiga. Y me gustaría que esa parte tuya te notificara que ha aceptado cada una de las alternativas nuevas dándote una sensación, esa sensación que significaba «sí», la señal que habíamos establecido antes. Puede que estés consciente o no de cuáles son las nuevas alternativas; en todo caso para nuestros objetivos acá es irrelevante.
Dick: Suena como una gran tarea.
Lo es, pero hay miles de personas que lo han hecho en todas partes del mundo. Es humanamente posible y tú eres humano. Tienes que meterte y explicarle a tu parte creativa y a tu otra parte, y si ambas están de acuerdo, entonces adelante. Lo que vas a hacer ahora es esencialmente utilizar tus propios recursos creativos para comenzar a reorganizar tu propia conducta… (pausa larga).
¿Ahora obtuviste tus tres señales Dick? (No). ¿Cuántas tienes? (Ninguna). Ninguna, ¿no tienes ninguna? Entonces métete y pregúntale a la misma parte —otra vez sí o no— si le han sido presentadas las alternativas por tu parte creativa Pregúntale si tu parte creativa ha estado presentando las alternativas… (hace una señal de «sí»). Muy bien, ¿entonces ha estado recibiendo?
Dick: Aparentemente.
De modo que chequeando el nivel creativo encontramos que la creatividad está generando muchas posibilidades. Muy bien, ándate para adentro y pregunta si alguna de estas alternativas que te fueron presentadas constituyen opciones aceptables. ¿Alguna de ellas es una conducta más efectiva que X para conseguir lo que quieres?
A algunos de ustedes les gusta darles consejos a sus clientes. Cada vez que ofrecen consejo va a ser menos efectivo que si los hacen meterse dentro de sí mismos con las instrucciones adecuadas sobre sus propios recursos, para que desarrollen sus propios modos alternativos. Ustedes son seres únicos y también lo son sus clientes y puede que haya sobreposición o puede que no, como descubrieron el primer día durante aquel ejercicio en la tarde, donde les pedimos que alucinaran. Algunos de ustedes pudieron adivinar el contenido de las vivencias y experiencias de su pareja de un modo realmente increíble. Pero con otras personas no funciona en absoluto. Si tienen esa sobreposición increíble, entonces pueden utilizar consejos que son útiles. No tiene nada malo en sí, en tanto cuando sean sensibles a la respuesta que están obteniendo a medida que lo ofrecen. Pero incluso así, es más efectivo hacer que la persona se ponga en contacto con sus propios recursos (Dick mueve la cabeza).
Muy bien, obtuviste una señal de no. Ninguna de las nuevas alternativas es aceptable. La parte creativa generó una cantidad de modos posibles, ninguno de los cuales es tan efectivo como la conducta que tienes ahora. Ahora, ¿le preguntarías a la parte responsable de tu conducta X si iría a la parte creativa y se convertiría en un consejero para tu parte creativa de modo que puedas producir mejores alternativas acerca de cómo lograr esa intención? Pídele que explique específicamente qué hay en las alternativas que le ha presentado la parte creativa que impide que sean modos más efectivos de lograr la intención. ¿Entiendes conscientemente las instrucciones? Muy bien. Métete entonces y explícale a la parte y luego pregúntale «¿Sí o no?». Si estaría dispuesta a hacer eso. Y si responde «sí» dile que prosiga.
Este proceso particular difiere significativamente de las técnicas normales terapéuticas o hipnóticas. Nosotros sencillamente nos limitamos a hacer de consultores para la mente consciente de la persona. El hace por sí mismo todo el trabajo, tiene su propio terapeuta. En ese momento es su propio hipnotista. Nosotros no estamos haciendo nada de eso. Nos comunicamos directamente, únicamente con su conciencia y le instruimos en cómo proceder. Es responsabilidad suya establecer y mantener una comunicación efectiva con las partes del inconsciente que él tiene que accesar para cambiar. Desde luego que una vez aprende a hacer eso —utilizando esto como un ejemplo— lo puede hacer sin nosotros.
Esa es otra ventaja. Este proceso tiene incluido en sí la autonomía para el cliente. Dick, ¿obtuviste las tres señales?
Dick: No estoy tan seguro.
Muy bien, me gustaría que te metieras y le preguntaras a la parte si ahora tiene por lo menos tres alternativas —el que estés consciente o no de ellas es irrelevante— y cuál de ellas es más eficaz que la antigua conducta X para lograr lo que estás tratando de lograr. Y nuevamente usa la misma señal. Es importante referirse continuamente a la misma señal y es importante obtener tres nuevas alternativas. Si tienen tres alternativas, entonces pueden empezar a mostrar variabilidad en su conducta.
Dick: Eso fue un «sí».
Muy bien, así que ahora tiene un positivo y dice, sí, tengo por lo menos tres modos más efectivos que la antigua configuración X. Aunque conscientemente no sabe cuáles son.
El paso cinco es asegurarse que las nuevas alternativas realmente ocurran en su conducta. Utilizando el mismo sistema de señales quisiéramos preguntarle a esta parte: «Ya que tienes tres modos más efectivos que la antigua configuración X ¿te harías responsable de que estas nuevas alternativas realmente ocurran en tu conducta en el contexto adecuado?». Y ahora sabes que el «sí» es una intensificación y el «no» es una disminución. ¿Verdad eso?
Dick: No estoy tan seguro.
Muy bien, pídele a la parte que te dé una señal «sí» antes de que comiences. De modo que sepas nuevamente cuál es «sí» y cuál es «no». Si los obtienes al revés entonces se nos van a revolver las cosas un poco:
Dick: Sí, este… me… me… perdí.
Sí, lo sé, por eso te estoy pidiendo que hagas esto. Andate para adentro y pídele a la parte que te dé una señal «sí». De modo que sepas cuál es «sí».
Dick: La señal de «sí» es relajarse.
Muy bien, ahora volvamos un poquito. Vuélvete para adentro y pregúntale a la parte si está de acuerdo que estas alternativas van a funcionar efectivamente con X.
Dick: Eso fue un Sí.
Muy bien, ahora pregúntale a la parte si estaría dispuesta a aceptar tomar la responsabilidad de generar estas tres alternativas —en lugar de esa conducta X— digamos por un tiempo de unas seis semanas, para ensayarlas.
Dick: Sí.
El paso seis, en mi opinión, es el que hace de este modelo de cambio algo realmente elegante. Se llama «chequeo ecológico» y es nuestro reconocimiento explícito que Dick está aquí y cada uno de nosotros es un organismo complejo y balanceado. Para nosotros, hacer un cambio en la conducta X, sin tomar en cuenta las repercusiones en las demás partes de su experiencia y su conducta, sería una torpeza. Este es un modo de protegernos en contra de eso.
Me gustaría que agradecieras a esta parte por todo el trabajo que ha hecho. Ha obtenido lo que necesitaba y ya está satisfecha con eso. Ahora queremos descubrir cualquier otra parte que tenga entrada a este proceso. Pregúntale: «¿Hay alguna otra parte mía que tiene una objeción a estas nuevas alternativas que van a ocurrir?». Luego pon atención a respuestas provenientes de cualquier sistema: sensación, imágenes o sonidos…
Muy bien, obtuviste una respuesta ¿y?
Dick: No hay objeciones.
¿Cómo sabes? Eso es muy importante. Yo te pedí que atendieras a todos los sistemas. Volviste para acá y dijiste «no», no hay objeciones. ¿Cómo sabes que no tienen objeciones?
Dick: No sentí ninguna tensión en ninguna parte.
¿No sentiste ninguna tensión? ¿Hubo algunos cambios que podías detectar, ya sea kinestésica, visual o auditivamente?
Dick: Bueno, la relajación.
Ah, la relajación. Muy bien, esa fue una relajación corporal, global, digamos. Para estar seguro únicamente, para chequear la congruencia, agradece cualquier parte que hubiera sido la responsable de que se te relajara el cuerpo, y luego dile: «Si esto significa que no hay objeción, relájame aún más y si hay alguna objeción permite que ocurra la tensión». Lo único que estamos haciendo es recalcando la señal de «sí» o «no». Es totalmente arbitrario el que hayamos hecho que «sí» fuera aumentar y «no» disminución o a la inversa, no importa.
Dick: Parece que estoy recibiendo una objeción.
Bien, ¿exactamente cuál fue tu experiencia? ¿Hubo cambios en la tensión muscular?
Dick: Sí, alrededor de los ojos.
Cada vez que obtengas una respuesta a una pregunta general es importante estar absolutamente seguro de qué significa esa respuesta. Agradécele a esa parte la respuesta y la tensión en los músculos alrededor de los ojos. Pídele que un aumento signifique «sí» y una disminución signifique «no» a la pregunta: «¿Tienes alguna objeción ante las nuevas alternativas?»…
Dick: Hubo una disminución.
Es un poco inusual experimentar tensión en esta parte. Lo habitual durante el chequeo ecológico es sentir una cierta taquicardia. La mayoría de la gente asocia un aumento de pulso con miedo o ansiedad. Cuando les pido que dejen de alucinar y simplemente digan que un aumento signifique «sí» y una disminución «no», por lo general el pulso se lentifica. Yo interpreto esto simplemente como una señal de que hay una parte de ellos que está bastante excitada por lo que está ocurriendo.
Dick: También me he dado cuenta de que había un latido en mis manos. Pero la tensión en los ojos parecía más distinta que las sensaciones en las manos. Por eso mencioné la tensión en los ojos.
Bueno, chequeemos eso también. Esta vez métete y agradécele a la parte que te dio las señales en las manos. En seguida haz la pregunta: «¿Tienes alguna objeción?».
Y pide que el «sí» sea un aumento y el «no» sea una disminución.
Dick: Fue una disminución en la sensación.
Disminución: De modo que la parte tampoco tiene una objeción. Si hubiera habido una objeción en este momento, sencillamente hubiera reciclado al paso número tres. Tienes una nueva señal, sí-no. La pulsación en las manos. Ahora haz una distinción entre la objeción de esta parte y su intención y continúa así, reciclando este proceso hasta que hayas integrado todas las objeciones.
Por lo general mantenemos el primer conjunto de tres alternativas constantes y le pedimos a cualquiera parte que tenga objeciones, que encuentre modos alternativos de hacer lo que tiene que hacer sin interferir con el primer conjunto de alternativas. Pero también podrían pedirle a las dos partes que se constituyan en una comisión y que vayan a la parte creativa y seleccionen nuevas alternativas aceptables a ambos.
El chequeo ecológico es muy importante. Muchos de ustedes han logrado hacer algo muy elegante en su trabajo y el cliente está congruente y conforme en su consultorio. Pero cuando se marcha surge otra parte de él que tiene preocupaciones ligadas a lo contextual. Cuando llega a casa, súbitamente descubre que no tiene acceso a aquello que tenía acceso en el consultorio o en el grupo. Hay otras partes de él que saben que si retorna a su casa y sencillamente cambia del modo que iba a cambiar, va a perder la amistad de esta persona o bien va a entorpecer esta relación o algo por el estilo. Este es un modo de chequear para asegurarse de que no hay partes cuya contribución positiva a él van a interferir con sus nuevas pautas de conducta. Desde luego que el único chequeo real está en la experiencia. Pero es un modo de hacer lo mejor que podemos para asegurarnos que las nuevas alternativas van a funcionar.
Muy bien Dick, ¿y qué ocurre si dentro de seis o siete semanas te descubres nuevamente haciendo esa conducta X? ¿Qué deberás hacer entonces?… Podrás tomar eso como una señal de que las nuevas alternativas con que surgiste no eran adecuadas para satisfacer la intención y puedes recurrir a tu parte creativa y darle instrucciones para que produzca otras con tres nuevas alternativas de conducta. La conducta o la pauta de conducta es un barómetro de cuán efectivas son las nuevas alternativas. Si luego de un período de prueba surge la conducta antigua, es una afirmación de que las nuevas alternativas no eran tan efectivas como las antiguas alternativas. Es una señal para volver a este proceso y generar mejores alternativas.
La regresión a conductas anteriores tampoco es una señal de fracaso, es una señal de incompetencia y hay que volver atrás y arreglarlo. El reencuadre va a funcionar. Les garantizo que su conducta va a cambiar. Si su conducta vuelve atrás, es sencillamente señal de que los nuevos tipos de conducta no eran tan efectivos para obtener algo como la antigua pauta de conducta y nada más. Entonces deberá rehacer el proceso y descubrir cuál era la ganancia secundaria que estaba involucrada en todo esto y crea un nuevo modo de ocuparse de eso también.
Si no hacen que el síntoma sea una señal explícita para comenzar a negociar, cuando vuelva el síntoma, entonces la mente consciente lo va a llamar un «fracaso». Cuando el síntoma se identifica como una señal, el cliente comienza a prestarle atención como mensaje. Probablemente siempre fue un mensaje, pero nunca pensaron que fuera así. Esto además comienza a establecer un mecanismo de retroalimentación. Descubren que la señal aparece únicamente a veces.
Por ejemplo alguien llega con jaqueca. Les hago un reencuadre y todas las partes están felices y contentas y durante dos semanas el cliente está sin jaqueca y todo funciona bien. Luego está en un determinado contexto y de repente ¡Pumm!, el dolor de cabeza. El dolor de cabeza está gatillando la instrucción de que las negociaciones no fueron adecuadas. Lo que puede hacer entonces la persona, es meterse adentro y preguntar: «¿Quién está infeliz con esto? ¿Qué es lo que significa esto?». Si una parte le responde dice: «Lo que pasa es que no te estás parando en tus propios pies como prometiste». Entonces se ven abocados a la simple elección de tener la jaqueca o pararse por sí mismos.
Tuve una cliente que tenía dolores de cabeza tan intensos que la tenían en cama la mayor parte del tiempo. Una parte de ella que quería jugar de vez en cuando y si no iba a poder jugar, entonces las demás partes no iban a hacer absolutamente nada. Le daban un tremendo dolor de cabeza. De modo que ella hizo los arreglos necesarios para gastar una cantidad de tiempo determinado en actividades de juego. Luego de la sesión, cuando vino el fin de semana y era el momento de jugar, decidió, en lugar de eso, llenar su formulario de impuestos con lo cual, esa parte, simplemente la tumbó con cefalea. Me llamó por teléfono y dijo: «Bueno, yo no mantuve mi parte del trato y me dio la jaqueca nuevamente. ¿Qué debo hacer?». Le dije: «No me preguntes a mí, pregúntale a la parte. No es mi problema, no es mi cabeza la que duele».
Así que se metió y descubrió lo que tenía que hacer. La parte le dijo: «Levántate, sal y métete en el auto y anda a algún lugar y diviértete o si no…». Apenas se subió al auto se le pasó el dolor de cabeza. De modo que su dolor de cabeza ya no era un obstáculo únicamente, sino que llegó a ser un indicador al cual ella tendría que responder. Aprendió que el tener dolor de cabeza era su señal para salir y divertirse.
Muy bien, ¿alguna pregunta acerca de este proceso que hicimos con Dick?
Mujer: Bien, ¿es correcto lo que entiendo que Dick no tiene que estar consciente de cuáles son sus alternativas?
Preferiríamos que no. Eso se le interpondría en el camino.
Mujer: Dick, ¿tú no estás consciente específicamente de tus tres nuevas alternativas?
Dick: No. De alguna manera me siento un fracaso por eso, porque no puedo pensar en ellas.
Mujer: Bueno, ¿y cómo sabe que las tiene?
El recibió una señal de su inconsciente, una sensación kinestésica de relajación. El no sabe conscientemente cuáles son las nuevas alternativas.
Dick: Pero se siente bien por acá.
Su mente consciente[5] sabe cuáles son y eso es lo que importa. De todas maneras, esa es la que dirige el show en esta área de la conducta. Vamos a hacer una demostración aquí. Métete Dick y pregúntale a la misma parte ahí, usando la misma señal si-no si estaría dispuesta a permitir que tu mente consciente sepa una de estas nuevas alternativas, simplemente para demostrarle que sabe cosas que tú no sabes.
A esto se le llama un convencedor. Es totalmente irrelevante para el proceso de cambio, pero puede tranquilizar la conciencia un poco.
Dick: No, no lo va a hacer.
Menos mal. Si yo fuera la mente inconsciente de Dick, tampoco le diría porque él trataría de interferir. ¿Qué fue lo que hizo antes? Su parte inconsciente no entregaba información específica e inmediatamente tuvo una sensación de fracaso. Yo tampoco me comunicaría con esta mente consciente si se fuera a comportar así. Es suficientemente convincente el que tu inconsciente te diga: «No, no te voy a decir cuáles son las nuevas alternativas» si es una señal involuntaria, ¿verdad?
Dick: Verdad.
Ahora les voy a mencionar algo acerca de la naturaleza paradójica de lo que pedimos en el paso número dos. La pregunta fue: «¿Estarías dispuesto a comunicarte conmigo en conciencia?». Cualquier señal que detecte, va a ser una respuesta en conciencia. Incluso si la parte dice: «No, no me voy a comunicar contigo». De todas maneras es una comunicación en conciencia.
Si hubiera obtenido una respuesta que dijera «no», la hubiera entendido del siguiente modo: la intención de esa parte no es no comunicarse con él en conciencia, es más bien una declaración de que no confía en él. De hecho no está dispuesto a entregarle información a su mente consciente y yo respeto eso.
Yo creo que la mente consciente[6] debiera tener la libertad y de hecho el deber de mantener fuera de la conciencia material que no le resultaría útil a la mente consciente.
Hubo una época en que hacíamos únicamente hipnosis de trance, muy, pero muy profundo. En una oportunidad vino un hombre y dijo que había toda clase de cosas que le impedían ser feliz. Yo le pregunté: «¿Le gustaría decirme cuáles son estas cosas?». A lo cual me respondió: «No, quiero que me pongan en trance y cambiarlo todo y por eso es que vine, para que me hicieran hipnosis». Así que aceptando todas sus conductas le hice una inducción, lo puse en trance profundo quitando del camino su mente consciente y le dije: «Quiero hablar privadamente con su mente inconsciente». No tengo la más remota idea qué significa eso y sin embargo las personas lo hacen. Le hablan a uno y no es la misma persona a la que estaba hablando antes, porque saben cosas que el otro no sabía. No tengo la más remota idea si fui yo quien creó la división o si estaba ahí desde antes. La solicité y la obtuve.
En este caso particular su mente consciente estaba, por así decir, vacía. Sus recursos inconscientes, sin embargo, eran increíblemente inteligentes. Así que le dije: «Lo que quiero saber de usted, ya que sabes más de él que yo cuál es el cambio que él necesita hacer en su conducta».
La respuesta que obtuve fue «su homosexualidad».
«¿Qué cambio necesita hacer?».
«Necesita cambiarlo porque está basado en un error».
«¿Qué error?».
La explicación que obtuve de su mente inconsciente fue la siguiente: La primera vez que en su vida había tenido que defenderse físicamente ante la violencia fue a los cinco años, en el hospital donde estuvo internado por una operación de amigdalitis. Alguien le puso la máscara de éter en la cara y él trató de luchar al ir cayendo en anestesia. El estar anestesiado se ancló a la sensación de ira. Luego de eso, cada vez que se sentía irritado, enojado o asustado y empezaba a luchar y dar golpes, su cuerpo se relajaba como anestesiado. Como resultado de eso, su mente consciente decidió que era homosexual. Había vivido como homosexual unos veinticinco años.
Sus recursos inconscientes decían: «No debes dejar que tu mente inconsciente[7] sepa acerca de este error, porque conocerlo va a destruirlo». Estuve de acuerdo con eso. No había ninguna razón por la cual tenía que saber que durante veinticinco años había estado equivocado en sus relaciones. Lo importante es que iba a hacer un cambio, porque quería casarse, pero no podía casarse porque sabía que era homosexual. Su mente inconsciente no le permitía de ninguna manera hacerse consciente del hecho que había cometido un error, porque hubiera convertido su vida entera en un error y esta comprensión lo hubiera destruido totalmente. Yo quise que tuviera la ilusión de que en cierta medida había pasado esa etapa, había crecido hacia una nueva conducta.
De modo que yo hice arreglo con su mente inconsciente para que brotara como una persona heterosexual e hiciera los cambios como el resultado de una experiencia espiritual. Su mente inconsciente estuvo de acuerdo que ese era el mejor modo de hacerlo. El cambió sin ninguna representación consciente, bien sea de la sesión hipnótica o de donde provinieran los cambios. El cree que el cambio vino del resultado de una experiencia con droga. Fumaba marihuana y había tenido una experiencia cósmica. Supuso que se trataba de la calidad de la yerba y no de la sugestión posthipnótica. Eso bastó para que hiciera los cambios que quería.
Hay muchas partes de las personas que hacen el mismo tipo de cosa. Una parte no quiere que la mente consciente sepa lo que está ocurriendo porque cree que ésta no será capaz de manejar la información y puede que tenga razón como puede que no la tenga. A veces he trabajado con gente y he hecho un trato con una parte de ellas para permitir que la mente consciente lentamente se dé cuenta de algo, pero de a poco, para descubrir si la mente consciente puede o no soportarlo. Y por lo general la parte descubre que la mente consciente de hecho podía aceptar tal información. En otras oportunidades he obtenido un no muy enfático: «No, de ninguna manera. No quiero que la mente consciente sepa. Voy a cambiar todas las conductas, pero no voy a informar a la mente consciente de nada» y a pesar de ello la persona cambia. La mayoría de los cambios, de todas maneras, ocurren a un nivel inconsciente. Es únicamente en la historia occidental europea reciente que hemos hecho que los cambios sean algo explícito.
Si la parte de Dick hubiera dicho que no estaba dispuesta a informar a su mente consciente cuál era la intención, simplemente hubiéramos seguido adelante, porque no es relevante. Le hubiéramos dicho a la parte que siguiera adelante directamente a su parte creativa para obtener nuevas alternativas. De hecho, el informar su mente consciente es probablemente lo que le hizo tomar tanto tiempo. Lo digo en serio. El estar consciente, al menos a lo que yo sé, jamás es importante, a menos que uno quiera escribir libros para modelar su propia conducta. En términos de comunicación cara a cara ya sea internamente o con otras personas, no precisan de la conciencia. Nosotros limitamos la participación consciente de la persona a recibir y reportar fluctuaciones en sus sistemas de señales y formulando aquellas preguntas que estimulan esas respuestas.
Es bastante posible —y no únicamente posible, sino que positivo— que él no sepa cuál es la intención de su parte inconsciente, como también que no sepa cuáles son las nuevas alternativas. De todas maneras, los cambios aún van a ser tan profundos y efectivos como si él supiera todo eso. De hecho, en alguna forma los cambios van a ser más efectivos.
Hombre: ¿Y qué pasa si no se obtiene ninguna respuesta al comienzo?
Bueno, si no obtiene ninguna respuesta su cliente probablemente ya esté muerto. Pero si no obtiene una respuesta que lo convenza, yo me haría aliado de su parte inconsciente y diría: «Mira, esta parte no está dispuesta a comunicarse contigo y yo estoy de acuerdo con ella, porque yo tampoco querría comunicarme contigo. Lo que no te has dado cuenta aún, es que esta parte ha estado haciendo algo que es vitalmente importante para ti. Ha estado prestándote un servicio y has tomado todo este tiempo luchando contra tus propios procesos internos, cuando han estado haciendo algo positivo por ti. Y creo que le tienes que pedir perdón o al menos hacerle una apología». Literalmente les digo que se metan para adentro y le pidan perdón por haber estado peleando y dificultarle las cosas a que esta parte haga lo que está tratando de hacer por ellos.
Y si eso no funciona, entonces los pueden amenazar: «Si no empieza ya a estar bien con tus partes, yo las voy a ayudar a destruirte. Las voy a ayudar a darte un terrible dolor de cabeza y a que engordes unos veinte kilos de peso». Entonces sí que empiezo a obtener típicamente una muy buena comunicación inconsciente. La persona va a comenzar diciendo: «Bueno, no creo que esto realmente sea así» y al mismo tiempo asintiendo con su cabeza a lo que acaba de decir.
Mujer: En el paso tres le preguntas a la parte qué está tratando de hacer, ¿cuál es la intención detrás de esa conducta? ¿Es necesario hacer eso ya que no importa si uno sabe o no cuál es?
No, sólo que la mayoría de las personas están interesadas. Si la parte inconsciente no quiere revelar la intención, diremos algo así: «A pesar de que X es una conducta que conscientemente quieres cambiar, ¿estás dispuesto a creer que es una parte bien intencionada inconsciente y lo que está tratando de obtener de ti, haciéndote hacer X, es algo que va en favor tuyo integralmente como persona?». Si estás dispuesta a aceptar eso, mantengamos todo el contenido inconsciente diciendo: «Muy bien, y confío que eres bien intencionada, no necesito revisar o evaluar tus intenciones porque parto de la base de que estás operando en favor de mis intereses». Y ahí seguiríamos directamente con el paso cuatro.
Hace unos años, en un seminario, había una mujer que tenía fobia de conducir por las autopistas. En lugar de tratarlo como una fobia, que hubiera sido mucho más elegante, hice un reencuadre convencional para demostrar que se puede trabajar con las fobias mediante reencuadre. A pesar de que es mucho más rápido usar la configuración de la disociación visual/kinestésica en dos etapas. Le dije: «Mira, hay una parte dentro tuya que te está asustando cada vez que te acercas a una autopista. Métete y dile a esta parte que sabemos que está haciendo algo de importancia por ti y pregúntale si está dispuesta a comunicarse contigo». Obtuvo una respuesta positiva muy importante, de modo que seguí: «Ahora métete y pregúntale a la parte si estaría dispuesta a decirnos qué está tratando de hacer para ti asustándote cada vez que te acercas a una autopista». Se metió y su respuesta fue: «Bueno, la parte dijo no. No estoy dispuesto a decirte».
En lugar de hacer un reencuadre inconsciente hice algo que puede parecer como algo curioso, pero es algo que hago de vez en cuando, cuando tengo sospechas o cuando tengo aquello que otras personas llaman intuición. Le pedí que se metiera y le preguntara a la parte si sabía lo que estaba haciendo por ella. Ella cerró los ojos y luego salió nuevamente afuera diciendo: «Bueno…, no… no creo lo que me dijo». Le dije: «Bueno, métete otra vez y pregúntale si acaso te está diciendo la verdad». Se metió otra vez y entonces dijo: «No quiero creer lo que dijo». Le pregunté: «¿Qué fue lo que dijo?» y me respondió: «Lo olvidé».
Aunque eso parezca divertido, siempre he pensado que esa es una gran respuesta. De alguna forma es bastante sensata. Uno está vivo durante mucho tiempo. Si una parte de ustedes organiza su conducta para hacer algo y realmente se resisten a ella y luchan contra ella, puede verse tan involucrada en la pelea, que se olvida por qué organizó esa conducta de esa forma para comenzar. ¿A cuántos de ustedes les ha ocurrido que se han metido en una pelea y en la mitad de la discusión se han olvidado cuál fue su intención para comenzar? Las partes, como la gente, no siempre se acuerdan de los resultados.
En lugar de hacer una cantidad de rituales y protocolos, le dije: «Mira, esta es una parte muy potente tuya. ¿Alguna vez has pensado cuán potente y poderosa es? Cada vez que te acerques a una autopista esta parte es capaz de asustarte hasta aterrorizarte y eso es bastante extraordinario. ¿Cómo te gustaría tener una parte tan potente tuya a tu lado, trabajando en favor tuyo?». A lo cual me respondió: «Puchas, si yo no tengo partes así». Seguí adelante diciéndole: «Métete y pregúntale a la parte si le gustaría hacer algo por lo cual podría ser apreciada y respetada, que valiera por sus talentos». Y, desde luego, que la parte exclamó entusiasmada: «Oh, sí, desde luego». Seguía adelante diciéndole: «Métete y pídele a la parte si estaría dispuesta a que cada vez que entraras en la autopista estuvieras muy cómoda, alerta, respirando regularmente y manejando suavemente con cautela y en experiencia sensorial». La parte dijo: «Sí, claro, claro que haré eso». Y en seguida la hice fantasear un par de situaciones en la autopista. Antes era incapaz de hacer eso, entraba en un estado de terror, porque incluso la fantasía de estar cerca de una autopista le daba demasiado miedo. Cuando esta vez lo hizo, lo hizo adecuadamente. Enseguida se subió a su auto, salió a la autopista y le fue muy bien. Se divirtió tanto que estuvo conduciendo durante cuatro horas y finalmente se quedó en panne de gasolina (sin gasolina).
Hombre: En un momento dado me pareció como que había una tensión que se veía en la frente de Dick. Me pregunté si acaso estaría molesto por algo o concentrándose únicamente.
Si tú estuvieras trabajando con alguien y tuvieras una duda seria acerca de eso, debes verificar tu sospecha o negarla. Desde luego que el modo más fácil es utilizar el mismo método. Yo miraría a Dick y le diría: «Creo que estás con el ceño fruncido. Eso a veces indica tensión o a veces simplemente concentración. No sé cual». Toma unos treinta segundos en que se meta adentro y le pida a la parte que le está frunciendo el ceño que aumente la tensión si es que tiene algo que ver en este proceso que le gustaría manifestar o que disminuya la tensión si es que no. Eso les dará una verificación inmediata sin ninguna alucinación. No es necesario alucinar y tampoco hay que adivinar. Tienen un sistema que les permite obtener señales sensitivas sensoriales directas para responder sus preguntas.
Espero que aquellos de ustedes que son hipnotistas, reconozcan un par de configuraciones aquí. Una de ellas es la que llamamos fraccionamiento: alternar entre dirigir la atención hacia adentro y luego salir a experiencias sensoriales, dentro y fuera del trance.
Sean o no hipnotistas es posible que hayan escuchado hablar acerca de las señales de dedos o señales ideomotoras. Frecuentemente los hipnotistas hacen un trato con la persona en trance de que levante el índice derecho mediante un movimiento inconsciente para significar «sí» y el índice izquierdo para la respuesta «no». Lo que hicimos acá no es más que un sistema natural de señales. Las señales de dedos son una imposición totalmente arbitraria de parte del hipnotista. El reencuadre da mucho más libertad sobre la parte del cliente para que escoja él mismo el sistema de señales de respuestas que es más congruente con aquello que necesitan en ese momento. Es una técnica natural que también hace posible señales que no pueden ser duplicadas por la conciencia. Sin embargo, es la misma pauta formal de las señales de dedos. El uso de señales naturales también permite que las diferentes partes utilicen diferentes canales de salida en lugar de que todas las partes usen el mismo canal.
¿Y qué ocurre si en un determinado momento hubieran obtenido un aumento en la transpiración de la palma de la mano, una sensación en la parte anterior de la pierna, imágenes visuales, el ruido de un auto de carrera, todas estas respuestas a la vez? Yo le hubiera dicho a la parte: «Estoy contento de que haya tantas partes activas de parte tuya, pero para que esta cosa funcione métete y agradécele todas las respuestas. Pídele a esas partes que pongan mucha atención en lo que va a ocurrir. Primero vamos a tomar la transpiración de tus manos, vamos a trabajar sobre esa parte. Les garantizo a todas las demás partes que no va a ocurrir ningún cambio conductual hasta que no hayamos hecho un chequeo ecológico y haya verificado que todas aceptan la nueva conducta».
O también podían pedirles a todas esas partes que formen un comité y que escojan una sola señal de entre todas. Entonces consiguen que el comité haga saber sus necesidades colectivas a la parte creativa y así sucesivamente.
Hombre: ¿Y qué ocurre en el paso número cinco si la parte no se hace responsable?
Bueno, entonces algo anduvo mal. Si la parte que dice «No, no me hago responsable» es la misma que escogió las tres nuevas formas de conductas que cree serán más efectivas que la conducta original, entonces no tiene ningún sentido. Es un indicador de que los canales de comunicación suyos, en alguna parte por ahí, se confundieron, así que vuelven atrás y arreglan las cosas.
Hombre: Retornando un paso atrás, ¿y qué ocurre si no los ayuda a escoger? Si por ejemplo uno pregunta:
«¿Podrías escoger una de entre todas estas posibilidades?» y dice: «No, no lo haré».
Entonces uno puede decir: «Imbécil, te estoy ofreciendo modos que son más efectivos que tu conducta actual y estás diciéndome que no, ¿qué clase de estúpido eres?». Y lo digo en serio, eso funciona bastante bien. Ahí se obtiene una respuesta. Sin embargo es una de las muchas maniobras posibles. Hay otras maniobras. Por ejemplo: «Ah, así que estás satisfecha con toda esa pérdida de energía que está ocurriendo dentro tuyo». Usen cualquier maniobra que tienen en su conducta que sea adecuada en ese punto para obtener la respuesta que quieren.
Mujer: ¿Qué tipo de reportaje o relato obtienen de lo que ocurre cuando empiezan a ocurrir las nuevas conductas?
Por lo general la gente empieza a comportarse en forma distinta durante una semana antes de darse cuenta. La mente consciente, no se olviden, es realmente limitada. Eso es algo que escuchamos mucho. Yo usé el reencuadre con una persona que había tenido una respuesta fóbica, curiosamente al pasar por sobre puentes, pero únicamente si pasaba por encima del agua. Había vivido en New Orleans donde hay una gran cantidad de puentes sobre el agua. Hay un puente en New Orleans llamado Slidell Bridge y ella siempre decía: «especialmente el SLIDell Bridge» (slide= resbalar), acentuando el modo. Luego que hice reencuadre con ella le dije: «¿Vas a atravesar puentes cuando vayas a casa?» y ella contestó: «Sí, voy a pasar el SliDELL Bridge». La diferencia en acentuación fue indicación suficiente para indicarme que el reencuadre iba a funcionar bien.
Estuvo en taller tres días y no dijo una palabra. Al final del seminario le pregunté acerca del trabajo que habíamos hecho el viernes: «¿Tú has estado pasando por puentes este fin de semana? Quiero saber si has tenido alguna respuesta fóbica». Ella dijo: «¡Bah!, no había pensado en eso». Unos días antes había estado trabajando en esto como un problema. Dos días después estaba diciendo: «¡Ah!, sí, son autopistas que pasan por encima del agua». Eso es muy semejante a la respuesta que Tammy nos dio ayer. Cuando Tammy fantaseó que estaba pasando por un puente, dijo: «Bueno, estaba conduciendo por el puente». Ya no tenían el increíble impacto las respuestas kinestésicas abrumadoras que antes la habían invadido. La gente tiene una tendencia, en realidad, a ni siquiera pensar acerca de estas cosas, tienen la tendencia a descubrirlo después, lo que para mí, de todas maneras, es un modo mucho más elegante que si estuvieran sorprendidos y encantados con el cambio.
La misma mujer en New Orleans dijo también: «Bueno, es algo realmente sorprendente. De hecho ni siquiera era fóbica de los puentes».
«Bueno, y si no eras fóbica de los puentes cómo es que te apanicabas cada vez que pasabas por uno».
«Porque pasan por encima del agua. ¿Ves?, todo tiene que ver con una vez que casi me ahogué cuando era chica. Estuve debajo de un puente y me estaba ahogando».
«¿Tienes una piscina en casa?».
«Ahora que lo dices, no».
«¿Nadas a menudo?».
«No nado en absoluto. No sé nadar».
«¿Cuál prefieres, la ducha o la tina de baño?».
«La ducha».
En algún momento de su pasado ella hizo una generalización que rezaba así: «No te acerques al agua, te vas a ahogar». Cuando la parte se percató de que iba pasando por un puente le dijo: «Los puentes pasan por sobre el agua y el agua es un buen lugar para ahogarse, así que este es el momento para estar aterrorizada».
Nosotros siempre hacemos follow-up. Las personas vuelven o nos llaman por teléfono. Así nos aseguramos que los cambios que querían realmente ocurrieron. Por lo general, tenemos que pedir el relato, lo que a mí me parece realmente adecuado. Para mí, el cambio es la única constante en mi experiencia y en su mayoría ocurre a un nivel inconsciente. Es únicamente con el advenimiento de las sicoterapias oficiales humanistas y la siquiatría que la gente ha empezado a prestarle atención consciente al cambio.
En Michigan me tocó trabajar la fobia de una determinada mujer. En ese momento no sabía cuál era el contenido, pero resultó que tenía una fobia a los perros. Luego fue a visitar a un amigo que tenía un perro. Lo que le resultó más divertido es que cuando entró y vio al perro lo vio mucho más pequeño, al punto de decirle a su amigo: «¡Dios mío!, ¿qué le pasó a tu perro? ¡Se encogió!».
Hombre: El sistema de señales de Dick dio una respuesta positiva diciendo que había recibido tres nuevas alternativas de su parte creativa. ¿Y qué hubiera ocurrido si hubiera recibido una respuesta negativa?
No importa si se obtiene un «sí» o un «no». Lo importante es obtener algo. Las señales «sí-no» tienen como fin, únicamente, distraer a la mente consciente de la persona con la cual uno está trabajando. Si se obtiene un no, entonces uno le ofrece otra manera de trabajar: «Entonces dirígete a tu parte descarriada y dile que te haga aliada con tu parte creativa, engáñala para obtener nuevas alternativas». No importa cómo lo hagas.
Otra cosa que yo haría, sería reconstruir su parte creativa. No me hubiera quedado satisfecho con el solo acceso a su creatividad. Sé que hay muchas maneras de conseguir lo mismo. Uno puede decir: «¿Conoces alguna otra persona que sea capaz de hacer esto? Quiero que revises con todo lujo de detalles en imágenes, sonidos y sensaciones lo que ellos hacen. Entonces haz que esta parte tuya considere aquellas posibilidades». Ese es un modo de hacer lo que nosotros denominamos «traslado del índice referencial».
¿Y qué ocurre si ante la pregunta?: «¿Tienes alguna parte tuya que consideres tu parte creativa?». Y le contestan: «No». ¿Qué es lo que hacen entonces? O titubean diciendo: «Bueno, no sé». Hay un modo bastante fácil de fabricar una parte creativa mediante sistemas representacionales y anclaje. Les dicen: «piensa en cinco ocasiones de tu vida donde te has comportado de una manera muy creativa y no tuviste la más remota idea de cómo lo hiciste, pero supiste que lo hiciste, era positivo y creativo». Al ir pensando en estas cinco ocasiones uno lo va anclando. Se obtiene así un ancla directa a la creatividad de la persona. Han fabricado una parte creativa. Han organizado su historia personal. También pueden preguntarles: «¿Tienes alguna parte que hace planes, que planifica?». Bueno, dile que te fabrique tres planes nuevos para una misma conducta. La palabra «creativa» es únicamente una opción de entre miles de modos posibles de organizar su actividad.
El único modo como se pueden atascar en un proceso como éste es si tratan de hacerlo rígidamente. Le dicen al cliente: «Bueno, ¿tienes una parte que consideres tu parte creativa?». Si mirándolos directamente a los ojos responden «No», entonces empiecen a usar otras palabras: «¿Te das cuenta que tienes en ti una parte responsable de todas tus actividades exóticas y que el modo de contactarla es tocándote la sien?». Pueden inventar cualquier cosa siempre que el resultado sea generar nuevas modalidades de satisfacer la intención. Eso es tan ilimitado como su propia creatividad y si ustedes no tienen una parte creativa créensela, ¡fabríquensela!
Hay muchas otras formas como esto podría no haber funcionado. ¿Se dan cuenta que eso es lo que están haciendo otra vez las personas aquí? Todos lo vieron funcionar y aún así están preguntando: «¿Cuáles son las formas en que podría haber fracasado?». Estoy seguro que podría manufacturar cientos de modos para hacer que esto no funcione. Y de hecho muchos de ustedes lo harán. El asunto es cuando hagan algo que no funciona, entonces hagan otra cosa. Si siguen haciendo otras cosas eventualmente algo va a resultar. Queremos que lo hagan funcionar entre ustedes para que tengan una experiencia de referencia. Busquen a alguien que no conozcan bien para que sea su pareja y ensayen un reencuadre. Nosotros estaremos dando vueltas entre ustedes por si se quedan atascados.