Ejercicio de anclaje.

Vamos a pedirles que comiencen por las anclas kinestésicas Son las más fáciles de aprender y las más útiles y desde ahí, cor naturalidad, van a poder generalizar. Pueden anclar cualquier sistema. Fórmense en parejas nuevamente con un A y un B Ambos van a operar en ambas posiciones.

A, tu tarea es la siguiente: Ubícate mirando de frente a B y pon tu mano suavemente sobre la rodilla izquierda de B. Enseguida hazle preguntas de acceso: «¿Puedes recordar la última vez que tuviste una experiencia sexual realmente buena?». Espera una respuesta adecuada. Tienes que ser capaz de detectar una respuesta antes de aclararla. Junto con comenzar a ver los cambios empiezas a aplicar con la mano. Observa los cambios en los parámetros: tono, muscular, color de la piel, respiración, grosor del labio inferior. A medida que los detectas permite que ellos dirijan la presión de tu mano. Una vez que los cambios estén estabilizados, entonces quita la mano. Así tendrás un ancla perfectamente sincronizada. No ancles apresuradamente sino únicamente cuando puedas ver una diferencia en una respuesta de tu compañero.

La capacidad que cada uno tiene para ver las diferencia: depende en cuán insistente uno puede ser para amplificar lo que uno está obteniendo. Si evocan el estado así: (una voz baja plana, lenta). «¿Alguna vez ha estado realmente excitado?» (una voz alta, rápida). «¿Alguna vez ha estado realmente triste?» eso no va a funcionar tan bien como si lo dicen congruentemente. Es fundamental que el tono de voz y el ritmo vayan con lo que están diciendo. Mientras más expresivamente accesen, más expresiva va a ser su respuesta.

En seguida coloquen su mano en su rodilla derecha y pregúntenle «¿Cuál sería una experiencia exactamente opuesta a aquello?», con lo cual van a accesar cualquier cosa que para ellos sea opuesta. A medida que ocurran los cambios van aumentando la presión hasta que los cambios llegan a aplanarse. En seguida retiran la mano.

Con esto ya tienen dos anclas. Lo que quiero que hagan es que usen una y noten los cambios. Pausa. Luego usen la otra y noten los cambios. Funciona aun mejor si distraen la mente consciente de su compañero con algo neutral como «¿Te acuerdas haber visto las luces cuando entramos en el edificio?» al mismo momento que usan el ancla. Vean si pueden obtener regularmente la misma respuesta cuando utilizan las anclas.

Cuando estén satisfechos de que tienen dos anclas que funcionan y pueden ver la diferencia entre ellas, entonces sujeten ambas anclas simultáneamente durante treinta o sesenta segundos y observarán una cosa increíble que se llama integración. Observen la cara de su compañero. Primero van a ver en una mitad de su cara todas las respuestas y en la otra mitad las otras y en seguida se van a integrar. Las anclas no son botones. Tienen que tenerlos presionados hasta que tengan una respuesta plena. Una vez que empiece la integración pueden retirar las manos.

El objetivo de ese ejercicio no es hacer terapia con su Compañero, sino que verificar con su propio aparato sensorial de que las anclas existen y que ustedes son capaces de anclar. Están aprendiendo a anclar y esta tarde les vamos a enseñar cómo utilizarlas en terapia. Muy bien, adelante.

Hubo una pregunta que surgió muchas veces durante el ejercicio. Bill dijo: «Bueno, yo estaba imaginándome aquella vez que fue extremadamente agradable con mi mujer, ahí en una rodilla y en la otra rodilla, me estuve acordando de una vez que no quería estar conmigo o las exigencias de la casa no nos permitía estar juntos en ese momento y me enojé». El compañero de Bill fue capaz de obtener ambas respuestas, ensayarlas y reaccesarlas. El anclaje funcionó bien. Colapso las dos anclas y ocurrió la integración. La pregunta es: «¿Qué va a ocurrir ahora cuando vea a su esposa?». La respuesta es realmente importante, por lo menos en lo que se refiere a nuestro trabajo. Lo que va a ocurrir ahora, cuando vea a su esposa, es que va a tener más de una opción. Va a tener una alternativa entre aquellos sentimientos puramente sensuales agradables del pasado o los sentimientos de rabia del pasado o bien, y esto es lo importante, una combinación de ambos. Tiene nuevas alternativas de respuesta.

Esos fueron dos estados de sentir antagónicos disociados en el pasado. Al anclar cada uno también están anclando la fisiología del antagonista, las pautas musculares, la respiración, etc. Luego, cuando estimulan ambos a la vez, las configuraciones fisiológicas que son antagónicas, literalmente se interrumpen la una a la otra. Esto lo pueden ver en la cara de la persona, su respiración, etc. En el proceso se integran de modo que la persona puede surgir con cualquier combinación de sentimientos que antes estaban disociados y responder adecuadamente al contexto. La presuposición tras nuestra conducta en esta área es que, dado un conjunto de alternativas, una persona siempre va a optar por lo mejor que tiene a disposición en ese contexto. Yo pienso que es perfectamente adecuado para alguien tener la capacidad de ser plenamente sensual, como también estar enojado y todas las mezclas que hay entremedio. Integrando de esta forma, utilizando anclajes como un dispositivo integrativo para romper las disociaciones, nos aseguramos de que tienen un rango amplio en esta área.

Una de las mentirillas que les dijimos fue que el ejercicio de anclaje que hicieron no es terapia. «Van a anclar esto aquí y esto allá y luego van a colapsar las anclas e integrarlas». ¿Qué piensan de eso? Lo que hicieron con las dos anclas en las rodillas es formalmente idéntico al trabajo de dos sillas en terapia guestáltica. En guestalt se usan sillas como anclas y cuando cambian de una silla a la otra sus sentimientos cambian realmente. Si estuvieran desde afuera como terapeutas verían cambios posturales, cambios en la expresión de la cara, cambios de colores a medida que la persona se cambia de una silla a la otra. Esas sillas son anclas. El problema es que así resulta difícil obtener la integración. ¿Cómo juntan en ese caso las sillas?

Ahora me gustaría que todos se juntaran nuevamente en parejas y que hicieran «el cambio de historia personal» que hicimos esta mañana con Linda. Los pasos a seguir brevemente son:

Primero: ¿Cuál es la respuesta que su compañero tiene ahora y qué quieres cambiar? Anclen eso para estabilizar la situación y tener acceso a ella.

Ahora, ¿cómo les gustaría conducirse o qué recursos tendrían que tener para funcionar de una manera que fuera más congruente con sus recursos actuales? Cuando pasaron por esta experiencia en la realidad no tuvieron los recursos que tienen ahora; ¿qué recursos tendrían que haber tenido entonces para cambiar su historia personal? ¿En qué oportunidad ha tenido la experiencia ese recurso? Luego cuando obtengan la respuesta, ánclenla.

Luego junten ambas experiencias. Sujeten ambas anclas a medida que su compañero se va para atrás en el tiempo y revive su pasado con este nuevo recurso, cambiando y creando una nueva y vieja historia hasta que esté satisfecho. Aquí su experiencia sensorial es importante. Chequeen buscando congruencia. ¿Están satisfechos con el modo como resultó? Si no, háganlo de nuevo. ¿Qué otro recurso necesitan? A veces tienen que dar a las personas un par de recursos o a veces la gente piensa que lo único que necesitan es un cierto tipo de recurso y lo toman y se van para atrás en la historia y resulta que no era tal. La mente consciente tiene un entendimiento limitado de lo que necesita allá atrás. El único modo que van a poder descubrir es haciéndolos que se vayan para atrás y revivencien parte de su historia personal.

Luego que estén satisfechos de que tienen un nuevo recurso que funcionó allá atrás, tienen que puentear o hacer lo que llamamos el acompañamiento a futuro. ¿Qué experiencias en su vida presente son suficientemente parecidas a las viejas para disparar la respuesta indeseada? ¿Cuál es la primera cosa que ves, escuchas o sientes, que te permite identificar este tipo de situación? En seguida anclen estos nuevos recursos a esas claves contextuales. Muy bien, adelante.

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Hay muchos modos útiles de organizar todo el proceso denominado sicoterapia. Uno de los modos más sencillo y, por lo tanto, elegante es tratar cada limitación como si fuera una fobia. Puede decirse que la fobia es el caso paradigmático de la limitación sicológica. Una persona que tiene una fobia tomó una decisión, inconscientemente bajo tensión, alguna vez más tempranamente en su vida ante un estímulo realmente intenso. Pudieron hacer algo que las personas rara vez pueden hacer. Pudieron hacer un aprendizaje intenso de una vez, o sea, a la primera. Cada vez que surge un conjunto de estímulos más tarde en sus vidas, responden exactamente igual. Es un logro increíble. Uno cambia durante los años y a pesar de los cambios externos contextuales, aún somos capaces de mantener ese circuito estímulo-respuesta.

La otra cosa que hace interesante la fobia es el hecho de que SUS respuestas sean tan consistentes. Si una respuesta dice: «No puedo sentirme segura cerca de mi jefe», esencialmente están diciendo: «En alguna parte hay en mi historia personal una experiencia o un conjunto de experiencias de haber sido alguna vez asertiva y segura. No puedo usar este recurso en el contexto de mi jefe». Cuando una persona responde con una respuesta fóbica, por ejemplo ante una culebra, es una situación semejante. Yo sé que en otros momentos de su experiencia de su historia personal han sido capaces de actuar calmadamente y tener coraje. Sin embargo, en el contexto de la culebra no pueden accesar ese recurso.

Hasta este momento el desarrollo de la sicología, de la siquiatría y la orientación vocacional, ha intentado organizar la información para ir directamente tras las cosas. Freud formuló la regla: «Hay que introducirse en la historia personal». De modo que hemos decidido de que si uno puede entender cómo algo se desarrolló históricamente, entonces se puede trabajar con ello. Yo soy de la opinión que eso hay que hacerlo una o dos veces, no más. Dado que uno entiende históricamente cómo la gente es capaz de crearse fobias, uno no necesita un entendimiento histórico de cada una y todas las fobias, mientras uno entienda que hay procesos semejantes funcionando. El modo como la gente adquiere las fobias es fascinante y una vez que entienden su estructura podrán seguir adelante y cambiarlas, porque todas las fobias van a funcionar del mismo modo. La gente tiene estrategias que producen respuestas fóbicas. ¿Alguien tiene una fobia aquí?

Mujer: Yo tengo una. Al pasar en automóvil por un puente es como si me estoy cayendo con el auto al agua.

Si la hubieran estado observando habrían visto que todo lo que necesitaban saber acerca de cómo cambiarla, ya ha ocurrido. ¿Te gustaría liberarte de esa sensación? ¿Es algo que restringe tu conducta?

Mujer: ¡Oh, sí! Me encantaría liberarme de ello.

¿Estas segura?

Mujer: Desde luego que estoy segura. De lo que no estaba segura es que quería compartirlo. Pero ahora ya lo he compartido.

No necesitabas compartirlo. Podrías haberlo mantenido en secreto. No necesitamos contenido, de hecho preferimos incluso no conocer el contenido. ¿Hay alguna persona aquí con una fobia y que no quiera hablar acerca de ella? Todas las veces que pidamos voluntarios pueden guardarse el contenido. Ninguno de ustedes sabía qué es lo que le estaba pasando a Linda esta mañana. Ese es el formato que vamos a usar para las demostraciones. Pueden sentirse seguros para ofrecerse como voluntarios. Un modo que nosotros tenemos para respetar su integridad como seres humanos, ya sea en la consulta privada o en demostraciones de grupo como ésta, es que ustedes se guarden el contenido. Nosotros no lo necesitamos. De todas maneras operamos con el proceso. El contenido es irrelevante y aparte de eso muchas veces es deprimente y no queremos escucharlo. Y cuando les relatan a alguien el contenido de su problema, parecen unos idiotas. Por suerte te interrumpimos antes que relataras el contenido ¿verdad? ¿Cuál es tu nombre?

Mujer: Tammy.

Tammy, muy bien (él contorsiona su cuerpo y por su cara pasan varias expresiones intensas). Cualquier análogo extraño no verbal, sirve, especialmente si sus clientes han estado antes en terapia. Necesitamos hacer algo para desbalancearnos. Cualquier cosa para romper sus configuraciones habituales. Porque de otra manera, ellos van a entrar y les van a contar lo mismo que a todo el resto. Van a venir y les van a repetir un mensaje pregrabado. Una vez escuchamos la grabación de un cliente frente al terapeuta y en toda la primera sesión ella repitió exactamente lo mismo, las mismas palabras y en el mismo orden que le había relatado a él. Nos fascinó su capacidad de reproducir. Fue casi idéntico, hasta que intervenimos en el proceso. De golpe me levanté y empecé a vociferar acerca de Dios, «Dios dijo, vas a cambiar». La forma más fácil de hacer terapia es entrar dentro de la realidad del cliente. Esta mujer era extremadamente religiosa y el modo para ayudarla a hacer un cambio sería que yo me convirtiera en un intermediario entre Dios y ella. ¿Eso es lo que hacen los sacerdotes, verdad? A ella le pareció aceptable. Lo único que yo hice entonces fue devolverle la información que ella me había dado a partir de su inconsciente, que eran las instrucciones que ella necesitaba.

Ahora Tammy, hagamos como que no sabemos que esto se trata del puente. ¿Me podrías suministrar una palabra código para la respuesta fóbica que has tenido durante estos años?

Tammy: Lila.

Lila: Ella es fóbica a Lila. Ahora, con esto ustedes tienen la misma información como si hubiera dicho: «Me da miedo atravesar puentes en auto». Aún no tiene idea cuál es la respuesta ni de donde proviene o cuáles son sus dimensiones internas y externas. La terapia secreta y las palabras código muestran con viveza la ilusión de entender a la otra persona, toda vez que usan palabras que no están basadas en descripciones de datos sensoriales.

Antes de comenzar te voy a hacer una pregunta, Tammy. ¿Podrías pensar en una situación en que te expresaste con lo que consideras una buena representación de todas tus capacidades como ser humano adulto, como mujer madura? Alguna vez en los últimos años —pudo haber sido una situación difícil como también una situación feliz— en que te comportaste de una manera que encontraste particularmente satisfactoria. Quiero que te tomes tu tiempo y que encuentres esa situación y dime cuando la tengas. ¿Entiendes lo que te pido? (Ella hace un movimiento afirmativo con la cabeza)…

OK. Primera cosa. Quiero que todos se percaten del claro cambio en su cara, en su respiración, etc. Aquellos que la estaban mirando podrían haber visto que Tammy construyó una imagen visual, ella buscó visualmente y dirigió los ojos hacia arriba y a la derecha. Ella está organizada normalmente, es decir, usa preferentemente la mano derecha. No vio la situación como sí estuviera adentro de ella, se vio a sí misma en la situación y como tal, su respuesta kinestésica no fue tan intensa como si hubiera hecho lo que le voy a pedir que haga en seguida.

¿Podrías construir nuevamente esa imagen de ti misma?, y cuando la veas claramente quiero que des un paso hacia adentro de la imagen, de modo que estás de vuelta en la situación que representa para ti un ejemplo de tu capacidad plena como mujer. Cuando puedas sentir realmente en tu cuerpo todos los sentimientos de competencia y fortaleza que asocias con esa situación, simplemente tómame la mano…

Muy bien. Yo no tengo idea cuál es su experiencia específica.

Sin embargo sé, a partir del cambio notable y dramático que Tammy me acaba de ofrecer en forma no verbal, que tuvo éxito y logró seguir mis instrucciones. Estoy de acuerdo con ella, eso se ve muy bien. Eso calza con mis alucinaciones personales acera de competencia, etc. Tammy, ¿por casualidad sabes cuál es la experiencia original con la cual está conectada esta fobia?

Tammy: No, no sé.

Muy bien, eso también es típico de las fobias. Es típico que la persona únicamente sabe que en cierto tipo de situaciones tiene una respuesta kinestésica muy fuerte. De hecho, en su caso, yo la describiría como una respuesta avasalladora. La respuesta es tan sobrecogedora que en el pasado, cada vez que había estado en situaciones así, literalmente no tenías ninguna opción. ¿Encontraste en el pasado que esta respuesta restringía tu conducta?, ¿verdad?

Tammy: ¡Oh, sí!, y en mi mundo de sueño también.

La mayoría de las personas fóbicas no saben cuál fue el trauma origen y de hecho no es ni siquiera necesario saber eso. Yo voy a hacer el procedimiento como si fuera necesario saberlo, pero es únicamente parte de la mitología.

Tammy ha tenido éxito durante años en producir la misma respuesta una y otra vez. Ha demostrado adecuadamente que sabe hacer aquellos. Una fobia puede pensarse como nada más que un aprendizaje a la primera, por así decir, que jamás fue puesto al día y funcionó. Muchas veces me dirijo directamente a la persona y le digo: Quiero reasegurarle a la parte tuya que te ha estado manteniendo fóbica todos estos años, que respeto lo que ha hecho y considero eso una respuesta válida. Estás aquí, has sobrevivido. Si no hubiera habido una parte tuya que hiciera esta respuesta efectiva para mantenerte alejada de ciertas situaciones, tal vez no estarías aquí. Yo no quiero quitarte la alternativa de poder tener respuestas fóbicas, sólo quiero ponerla al día, de modo que puedas tener otras respuestas que son más congruentes con tus recursos plenos, como mujer plenamente adulta. Vamos a utilizar la misma capacidad que tuviste para aprender a la primera, para enseñarte a hacer otra cosa.

En un momento más te voy a pedir que te traslades en el tiempo. A medida que te vayas para atrás en el tiempo quiero que aumentes la presión en mi mano en cualquier momento que necesites recordarte de tu competencia como persona plenamente desarrollada y madura. Esta es tu conexión con el tiempo presente y todos esos poderosos recursos adultos que tienes como una persona adulta. ¿Sabes cuáles son las sensaciones de la fobia?

Tammy: Humm (El le toca el brazo).

Eso es todo lo que necesitan para anclar la respuesta fóbica o pueden hacer otra pregunta: ¿Cuál fue la última vez que tuviste una respuesta intensa como esa?

Tammy: Humm (nuevamente le toca el brazo).

Obtuve la misma respuesta que dio hace un momento cuando le pregunté «¿Sabes cuáles son las sensaciones de la fobia?». La misma expresión facial, la misma respiración. Eso ahora está fundado en su brazo. Esta ancla constituye un factor estabilizador para ayudamos a remontarnos hacia atrás en el pasado y buscar, clasificar a lo largo de toda su experiencia personal para encontrar la experiencia original. No es necesario hacerlo así, pero es uno de los modos para trabajar la fobia.

El que me estés sujetando la mano constituye tu conexión con los recursos y la fortaleza que tienes como mujer adulta. Hubo una experiencia en tu pasado, especialmente relacionada con esta fobia a la cual vamos a volver a revivir, pero de un modo que no te va a incomodar en absoluto. Un modo que sea completamente confortable para ti. Y te recuerdo sobre lo que hablamos ayer acerca de la disociación. Les dijimos durante el ejercicio lo que hicimos ayer en la tarde, que para asegurarse de recuperar la sensación kinestésica plena es preciso meterse en la escena, como la vio uno estando ahí, no contemplándola desde afuera. Lo opuesto también es cierto, es decir, para no revivir lo kinestésico no hay más que mirar la escena desde afuera, como se vería de una cámara fotográfica. Durante años, Tammy ha estado expuesta a cierto tipo de situaciones de la vida real y ha respondido con mucha emoción y gran compromiso kinestésico. Hacerla retroceder y revivir esa experiencia otra vez y sentir las mismas sensaciones, lo único que va a conseguir es forzar y eso es ridículo. La mente inconsciente de la mayoría de las personas, de todas formas dirá: «Al diablo, para qué vamos a volver allá, eso duele», y entonces son rotulados clientes «resistentes», ¿verdad? Consideren esa resistencia como una declaración que lee así: «Miren, ojalá que alguien haga algo para que no tengamos que pasar por lo mismo una y otra vez».

Ese algo podría ser algo así: Quisiera que cerraras los ojos. Tammy. Puedes variar la presión en tu mano cada vez que necesites apoyo. Puedes tomarla directamente de aquí y también a mí me sirve para saber donde estar. En un momento me voy a acercar a ti y te voy a tocar en el brazo de vez en cuando. Eso te va a ayudar a recobrar discretamente las sensaciones de «lilear». No quiero que pases por esas sensaciones otra vez. Quiero que tomes estas sensaciones —pero únicamente tanto cuanto necesites— y que te vayas para atrás en el tiempo únicamente hasta que ante tus ojos aparezca en escena ahí donde te ves a ti misma a una edad más joven, en una situación que se relaciona con el cómo aprendiste a responder de esta manera.

En algún momento voy a decirte «¿Qué es lo que ves ahora?» y en ese momento quiero que estabilices la imagen. Lo más probable es que sea una imagen de ti misma, a una edad más temprana, vestida de alguna manera particular, con alguno: colores y en un determinado contexto. Y no sé cuáles serán c cómo será y en ese momento tú tampoco, porque no sabes de dónde surgió esto. Tan pronto como yo te pida que detengas la imagen quiero que formes una fotografía como una diapositiva y mantenla estable. No quiero que le pongas movimiento aún, como en cine, porque tenemos que hacer otra cosa para que te sientas más cómoda antes de que hagamos correr el cine.

Recuerda que puedes modular cuantas de estas sensaciones (tocándole el brazo en el ancla de la fobia) vas a utilizar para atrás hasta que veas una imagen visual claramente enfocada que se relacione con esa sensación que represente dónde ocurrió el aprendizaje original. Así es. Vas tomando toda la fuerza que necesitas a medida que retrocedes en el tiempo, incluso más atrás, Toma tu tiempo… aún más. No hay ningún apuro. Siéntate perfectamente cómoda, ahora mira la imagen. Hazme una señal con la cabeza cuando veas claramente una imagen de ti misma a una edad más temprana…

Tammy: Me veo a mí misma a una edad más temprana, pero no estoy en ninguna situación en particular. Estoy…

¿Puedes ver el color de los zapatos que llevas puestos?

Tammy: Negros.

Muy bien. Ahora quiero que muy lentamente mires la superficie que está justo debajo de tus zapatos. Desde ahí, permite que tus ojos lentamente vayan viendo lo que está alrededor tuyo al estar parada en esos pequeños zapatitos negros, utilizando la sensación de fuerza y seguridad. Has mostrado adecuadamente que sabes acerca de esas viejas sensaciones. Ahora quiero que demuestres que puedes tener estas sensaciones de fuerza a medida que miras esa imagen. Acordándote de respirar. El oxígeno es esencial para todo el proceso. Así es. Cuando tengas la imagen quieta hazme una señal con la cabeza…

Muy bien. Ahora me gustaría que sostuvieras la imagen estable, tal como si fuera una fotografía. Relaja tu mano derecha, no la izquierda. Tu mano izquierda puede estar tan apretada como quieras para que puedas accesar esa sensación de fuerza que necesitas. Y ahora estás respirando bien. Continúa respirando.

Ahora me gustaría que lentamente flotaras hacia arriba y fuera de tu cuerpo, de modo que puedas verte a ti misma aquí, sentada conmigo, tomada de la mano, aunque parezca ridículo. Tómate todo el tiempo que necesites. Cuando hayas podido flotar fuera de tu cuerpo, de modo que te puedas ver a ti misma desde arriba o desde el lado o desde adelante o atrás, hazme una señal. Excelente.

Ahora, permaneciendo en esa tercera posición, quiero que mires más allá de donde estamos nosotros tomados de la mano y sintiendo la sensación de fuerza y recursos adultos. Esta vez, con esa sensación de fortaleza, confort y seguridad, quiero que mires y escuches cuidadosamente todo lo que ocurrió a la joven Tammy cuando estaba allá, de modo que puedas entender otras cosas y aprender algo nuevo acerca de lo que ocurrió, con lo cual vas a tener nuevas alternativas, nuevas opciones. Esto lo has de hacer mirando desde la tercera posición con la misma sensación de recurso y fuerza que se relacionan con mi mano puesta aquí. Sabiendo que efectivamente viviste eso y que no tendrás que pasarlo de nuevo, permite que esa parte más joven tuya sienta todas las antiguas sensaciones por allá a medida que pasas por esa antigua experiencia por última vez. Una vez que hayas visto y escuchado todo, suficiente como para entender cosas nuevas, sencillamente mueve la cabeza y quédate ahí. Ahora puedes comenzar el cine… (ella hace una señal con la cabeza).

Muy bien, ahora muy lentamente quiero que flotes desde la tercera posición y una vez más vuelvas a ti y te juntes con tu Cuerpo, sentado aquí con esa sensación de recursos y fuerza…

Y ahora quiero que hagas algo muy importante para ti. La Tammy más joven hizo algo muy poderoso para ti. Ella te permitió vivir todas estas sensaciones una vez más para ti y te permitió observar y escuchar con comodidad y seguridad estímulos que en el pasado habían suscitado estas respuestas avasalladoras. Esta vez pudiste observar y escucharlas sin lilear. Quiero que en el ojo de tu mente acerques a la joven Tammy, quiero que la alcances y uses todos los recursos femeninos que tienes como mujer adulta para que la reconfortes y le asegures de nuevo que jamás va a tener que pasar por eso. Agradécele por haber revivido esas viejas sensaciones y sentimientos una última vez para ti. Explícale que puedes garantizarle que revivió todo esto porque tú perteneces a su futuro. Y cuando veas en su cara y en sus posturas y en su respiración que está reasegurada y que estarás ahí para cuidarla de ahora en adelante, quiero que la tomes por los hombros y la vayas acercando hacia ti y realmente sientas que penetra en tu cuerpo. Llévatela para adentro, ella es parte tuya y es una parte con mucha energía. Esa energía ahora está liberada de la respuesta fóbica. Quisiera que tu mente inconsciente escogiera alguna actividad particular que te dé placer, donde algo de esa energía podrá ser ahora invertida, en favor tuyo, aquí en el presente y en el futuro. Porque la energía es energía y te la mereces. Quédate ahí sentada, relájate y disfruta de esas sensaciones. Permite que se expandan a través de todo tu cuerpo. Tómate todo el tiempo que quieras. Están pasando muchas cosas por dentro tuyo. Mientras tanto yo le voy a hablar al grupo.

¿Entienden las anclas? Primero, ella me da la mano. Este es el «ancla del salvataje», un ancla de recurso que siempre la va a sacar de los problemas. Y le dicen «Oye, tú estás cimentada justo aquí». También es un mecanismo de retroalimentación biológica realmente excelente. Mediante los cambios de temperatura presión y humedad en su mano yo puedo captar una gran cantidad de información acerca de su compleja experiencia interna que de otra forma se me hubiera escapado. Un ancla aquí: en su brazo estabiliza las sensaciones fóbicas para utilizarlas como guías para retroceder en el tiempo y encontrar alguna experiencia visual que servirá como una metáfora para todo el conjunto de experiencias de ella que se denomina «la respuesta fóbica».

Una vez que ella se ve a sí misma allá, a una edad más temprana, habiendo utilizado los sentimientos y las sensaciones para llevarla de vuelta a algo que ella jamás supo conscientemente, entonces la disocio a un segundo paso, le pido que flote y se salga de su cuerpo. Pudieron ver los cambios en postura, en color y en respiración, lo cual indicaba desde cuál posición estaba operando.

Una vez que se ha establecido la disociación de dos pasos, hago que mire y escuche cómodamente la antigua experiencia. Ella hoy acá vio y escuchó cosas que nunca habían estado antes a disposición de ella.

Tammy: Verdad.

En el pasado ella se sentía tan sobrecogida por sus respuestas fóbicas que no podía escuchar o ver lo que estaba ocurriendo. La conciencia es limitada y a medida que observa y se escucha a si misma a una edad más temprana, los sentimientos de fortaleza, confort y recursos se asocian con los estímulos auditivos y visuales de su experiencia del pasado.

Una vez que ha pasado o revivido toda la cosa, entonces lo reintegramos. Todo modelo de terapia, cada sicoteología se basa en alguna forma de disociación y reclasificación para ayudar a que las personas se reorganicen. Llámenlo «padre, niño, adulto», «perro de arriba, perro de abajo», ya sea utilizando sillas o palabras, no importa, mientras que rotulen y ordenen la conducta de la persona, disociando partes de ellas una de la otra. De todas maneras tienen la responsabilidad como comunicadores profesionales de «armar» otra vez a sus clientes antes de concluir la sesión. Un modo fácil de asegurarse que la disociación creada por ustedes sea reintegrada antes del final de la sesión, es invirtiendo el proceso mediante el cual crean la disociación.

En este caso particular, la disociación consiste en (1), verse a si mismo a una edad más temprana, (2) «flotar» hacia arriba y fuera del cuerpo. Para la integración (1) uno «flota» hacia abajo y se vuelve a juntar o integrar y ustedes pudieron ver el tremendo cambio en ella que indicó que había logrado eso y (2) luego en el «ojo de su mente», acercarse a ella, abrazarla, reconfortarla y reasegurarle a la Tammy el joven, agradecerle haberle permitido revivir esto para que ella pudiera aprender algo. Traérsela dentro de uno, reintegrarla y sentir toda esta energía.

Lo que estamos haciendo aquí es una regresión estructurada. La terapia Primal dice que consigue una regresión completa hasta la primera infancia. Si eso fuera verdad, entonces la terapia primal lograría cambios únicamente en tanto cuanto no funciona. Si la terapia primal realmente consiguiera una regresión completa, entonces conseguiría exactamente lo que Tammy estaba haciendo hasta hoy con la respuesta fóbica. Una regresión completa significa sencillamente que uno revive la experiencia en todos los sistemas. Si hacen eso, están reforzando, nada más.

Una regresión parcial estructurada, del tipo que Tammy y yo estuvimos trabajando aquí, les da la libertad de volver atrás y conectar nuevos tipos de recursos con los estímulos auditivos y visuales que en el pasado han suscitado respuestas antiguas, incómodas, insoportables. Ahora es imposible para ella atravesar esta experiencia, revivirla y aun mantener esas viejas respuestas, porque ella otra vez ha aprendido algo a la primera. Ahora ocurre que no tiene que ser fóbica, yo no le he quitado esa opción. Puede haber algún contexto en el que ser fóbica, en respuesta a algo resulte bastante útil. Yo no estoy jugando a Dios, pero supongo que las personas en determinados contextos, optan por lo mejor. Mi tarea es asegurarme que los recursos disociados de cierto contexto estén a disposición en ese contexto. El hacer una selección adecuada por ahí a lo largo del continuo que existe entre el recurso y el terror, lo dejamos en manos de cada individuo con sus diversas necesidades de las cuales no sabemos nada. Y ella lo hará. Esos recursos han sido disociados en el pasado, pero ahora están integrados y ahora son ambas respuestas al mismo estímulo.

Hombre: Usted está haciendo ciertas presuposiciones acerca de la integración de una serie de cosas que han ocurrido.

Correcto. ¿Hay alguna presuposición en particular que quisieras desafiar?

Hombre: Mmm, sí, todas.

Bien. Escoge una.

Hombre: Que se siente distinta ahora que antes.

Muy bien. Le vamos a dar un modo de comprobar (se da vuelta hacia Tammy). Permíteme una pregunta (le toca el ancla de la fobia, se da vuelta hacia él sonriendo). Muy bien, ya respondiste ¿Eso tiene sentido para usted señor? ¿Recuerda la última vez que la toqué ahí y tuvo una respuesta fóbica? Yo había anclado la respuesta fóbica ahí y luego demostré que tenía control sobre su fobia. Cuando le toqué el brazo se tornó fóbica. Ahora la toco y qué hace; me mira como diciendo qué es lo que quieres. Esa es una demostración mucho más elegante que cualquier retroalimentación verbal que pudiera obtener. No estoy diciendo que no usen retroalimentación verbal consciente, pero entiendan que cuando pidan eso están utilizando la parte menos informativa de la persona: su mente consciente.

Les voy a dar otro modo de comprobar esto. Tammy, quisiera que ensayaras algo. Esto es sencillamente un experimento científico. ¿Hay algunos puentes aquí en la ciudad? Quisiera que cerraras los ojos y te imaginaras que estás conduciendo tu automóvil por el puente. Y quiero que lo hagas de una manera muy especial. Quiero que lo hagas desde el punto de vista que estás dentro del auto, no viéndote a ti misma desde afuera. De modo que ves exactamente lo que verías si estuvieras conduciendo por el puente. ¿Qué ocurre cuando haces eso…?

Tammy (Levanta una ceja, se ve algo perpleja): Pasé por el puente.

«Atravesé por el puente». ¿Cuál pudiera haber sido una respuesta más elegante que ésta? Si hubiera dicho «fui muy feliz pasando por el puente» le hubiera dicho «¿qué?, espérate un poco, si sólo es un puente».

Tammy: Pero siempre antes cuando atravesaba un puente inmediatamente me empezaba a programar a mí misma.

«¿Qué voy a hacer cuando el auto se caiga por un costado?».

¿Y qué es lo que dijo esta vez? Sencillamente «pasé por el puente». Cuando ustedes asocian fuerza y confianza con esos estímulos auditivos y visuales, el conducir a través de un puente se convierte en otra actividad humana. La misma experiencia que el resto de ustedes han tenido durante toda la vida manejando encima de puentes. Esto también es un modo de chequear nuestro trabajo para ver si acaso hemos hecho un acompañamiento a futuro. La vimos cuando había tenido una respuesta fóbica. Si surgen las mismas respuestas fóbicas sabemos que de alguna manera la integración no ocurrió. Tendríamos que descubrir qué ocurrió y repetir el proceso, pero su respuesta fue «Oh, atravesar el puente». Antes con Linda estuvimos hablando de anclar la nueva respuesta a una clave que proviniera del ambiente. Aquí estamos comprobando y también simultáneamente estamos haciendo un acompañamiento a futuro o «puenteando».

Mujer: ¿Esto se puede hacer con uno mismo?

Sí, pero con dos precauciones. Mañana les vamos a enseñar una cosa que denominamos «reencuadre» con lo cual se establece un sistema de comunicación interno con cierta sutileza y sofisticación. Si tienen tal sistema de comunicación interno, siempre podrán chequear internamente para asegurarse que todas las partes sean congruentes. Si obtienen «luz verde» desde luego que podrán hacerlo solos. Si hay alguna duda o titubeo, el reencuadre les da un modo de obtener congruencia, un acuerdo interno.

Otra precaución fundamental es el tener un ancla realmente buena para una experiencia positiva intensa, de modo que si empiezan a colapsarse en los viejos sentimientos malos, desagradables, podrán sacarlos inmediatamente. El volver a sentir más desagrado y más cosas terribles no les va a ayudar en absoluto. Yo tenía en ese momento con Tammy, un ancla poderosa. Asegúrense de que ustedes tengan una también. Les recomiendo que lo hagan con otra persona si es que su respuesta fóbica es intensa. No es tan difícil y obviamente no demora tanto. Encuentren a otra persona si bien sea únicamente para operar el ancla de salvataje si empiezan a irse atrás en el desagrado. Pueden meterse un poquito en las respuestas fóbicas y decirle al amigo «fíjate cómo me veo ahora, cómo estoy respirando. Si lo ves de nuevo apriétame la mano», eso bastaría. El resto lo pueden hacer solos.

Mujer: ¿Esto se puede hacer con niños?

Pareciera que los niños no tienen tantas fobias. Para aquellos que las tienen esto va a funcionar bien. Cualquier cosa que hagan con niños, les recomiendo que lo hagan en forma encubierta. Un amigo mío tiene un chico con muy mala ortografía. En una oportunidad le dije: «Observa esta lista de 10 palabras para deletrear». El las miró y luego le dije: «Ahora cierra los ojos y dime cuáles son, no como si deletrearas». Tuvo cierta dificultad en hacerlo. No tenía una visualización bien desarrollada. Sin embargo, cuando le dije: «¿Te acuerdas de Wookie en La Guerra de las Galaxias? ¿Te acuerdas cuando Wookie abrió la boca así y mostró los dientes así?», y él dijo: «Ah, sí» y en ese momento él estaba visualizando. Le pedí que pusiera las palabras en la boca de Wookie. Siempre habrá alguna experiencia en que la historia personal de una persona tiene las cualidades requeridas que necesitamos. Si combinan esa experiencia con la tarea que están tratando de hacer —especialmente con niños, conviértanlo en un juego— no habrá ningún problema. «¿Qué crees que pensaría Wookie si te viera haciendo esto con tu padre?». Este es otro modo de obtener la disociación.

Los niños son realmente rápidos. Como los adultos son mucho más lentos que un niño, son menos fluidos para pasar entre los diversos estados de conciencia. La herramienta fundamental que les mostramos a las personas que trabajan con niños es el anclaje como modo de estabilizar aquello que quieren trabajar, para enlentecer al niño lo suficiente, de modo que uno pueda enfrentarlo, porque los niños son realmente rápidos.

Mujer: ¿Por qué usan una disociación en dos pasos?

No es necesaria la disociación en dos pasos, es únicamente una garantía, es un seguro para que no se colapse de vuelta en la antigua sensación. Si hubiéramos disociado únicamente un paso y llegara a colapsarse caería inmediatamente de vuelta en la vieja experiencia y hubiera sido muy difícil sacarla nuevamente. Al hacerlo en dos pasos, si empieza a colapsarse primero se va a colapsar al primer paso y entonces es más fácil sacarla de ahí. Podrán darse cuenta si está arriba o atrás o acá, por los cambios de postura y cambios de color de la piel, respiración, etc. Sabiendo eso, si la veo colapsarse de 2 a 1 la toco acá o le digo: «Ahora permítele a ella sentir esas viejas sensaciones de allá. Tú la observas desde acá arriba». Esos son modos de asegurarse de que sencillamente no revivencia las malas sensaciones.

Mujer: Tú le pediste a Tammy que tomara las sensaciones y encontrara una imagen de sí misma a una edad más temprana. ¿Y qué ocurre si no puede encontrar una imagen?

Esa es una afirmación acerca del terapeuta, no del cliente. Debiera ser tomado como un comentario acerca de lo que está haciendo el terapeuta, indicando que el terapeuta debiera cambiar su conducta y hacerlo en forma distinta.

Te voy a contestar la pregunta de esta forma. Yo no creo que Tammy realmente haya pasado por la experiencia en que se vio. Puede que sí, puede que no. No lo sé y además es irrelevante. En una oportunidad tuvimos la visita de un terapeuta muy conocido justo en el momento en que nos llegaba una paciente suicida de siquiatría. El siquiatra había renunciado y nos dijo: «¿Podrían por favor tomar a esta mujer? A mí no me quedan alternativas». Dado que este famoso terapeuta estaba con nosotros pensamos que sería una oportunidad sin precedentes para demostrarle alguno de los usos de la hipnosis que Erickson nos había enseñado, ya que para ese terapeuta y en ese punto de su evolución, la hipnosis era una palabra fea. Pensaba que «era manipulativo» y le dijimos: «De muchas maneras la hipnosis ericksoniana es mucho menos manipulativa que cualquier insight o cualquier terapia de mente consciente que jamás hemos encontrado. Vamos a demostrar con esta mujer».

De modo que empezamos a trabajar con esta mujer. El terapeuta visitante estaba mirando y escuchando. Más o menos a los diez minutos de la sesión tuvo una revelación. Fue obvio. Le dije: «¿Tiene alguna idea que quiera que nosotros hagamos?».

Jamas habíamos tenido la oportunidad de observar a este terapeuta en acción. Entonces se hizo cargo del asunto y comenzó a decir palabras como: «sangre… escala… niñez… hermano menor… madre grita… llanto…». Fue desarrollando esta increíble fantasía que luego le «vendió» a la mujer. En un primer momento decía: «¡Chitas!, no recuerdo nada así». Finalmente llegó a decir: «Ah, eso es. Yo lo hice, yo debí haberlo hecho». En una manera muy similar a una construcción familiar, de las que hace Virginia Satir. Esta mujer pudo hacer todas estas conexiones internas y junto a su terapeuta revisaron toda esta experiencia pasada y la mujer cambió dramáticamente. Su conducta cambió dramáticamente y además permaneció cambiada. Ella era una cliente nuestra.

Cuando volvió a las dos semanas, no pudimos resistir la tentación. Le indujimos un trance sonambulístico y establecimos un ancla de amnesia de modo que pudiéramos borrar cualquier cosa que hiciéramos durante la sesión, porque le estaba yendo muy bien y no queríamos interferir. Sencillamente quisimos chequear y descubrir qué es lo que había ocurrido. Le preguntamos a su mente inconsciente si de hecho la experiencia descrita por el terapeuta durante la sesión —o cualquier cosa que se le aproximara— había ocurrido realmente. La respuesta inequívoca fue «no». Sin embargo eso no es diferente de lo que ocurrió acá. Si la experiencia generada por Tammy contiene todos los elementos de cualquiera que hubiera sido la experiencia original o el conjunto de experiencias, servirá tan efectivamente como metáfora, como la representación real, factual o histórica. Y a partir de mi experiencia sensorial les puedo garantizar que fue muy efectiva.

Mujer: Lo que aún no puedo entender es qué es lo que hacen si el cliente está atascado, porque tiene una expectativa de obtener una imagen de un incidente de su niñez y está ahí sentado sin esa imagen.

Eso equivale al mismo punto de opción como la respuesta «No lo sé» que hablamos antes. Pídele que adivine, que invente, que mienta, que fantasee y en realidad no importa.

De hecho la regresión de edad es un fenómeno muy fácil de obtener. Le dijimos: «Retrocede en el tiempo» y ella tenía muy poca idea consciente de qué queríamos decir con eso, sin embargo respondió bastante fácilmente.

Hombre: ¿Qué es lo que estabas viendo en su cara específicamente?

La misma respuesta que demostró originalmente cuando le preguntamos acerca de cómo sentía su fobia. Yo la observé hacer una regresión de edad hasta que vi un ejemplo muy intenso de ello. Había una mancha amarilla en su mejilla, había cierta palidez alrededor de los ojos y a los lados de su cara. Noté una especie de contracción del mentón. Hubo aumento de la humedad de la piel, especialmente sobre el puente de la nariz. Cuando eso se intensificó, le dije: «Ahora mira una imagen, esa imagen que está allá».

Si ustedes le dan instrucciones a su cliente para que retroceda en el tiempo y frunce el ceño, eso también es una clave. Y pueden ensayar otra cosa diciendo: «Ahora adelántese en el tiempo». «Traspase el tiempo, salte atrás en el tiempo». «Ande alrededor del tiempo». Cualquier cosa, no importa lo que sea. Las palabras específicas que usan son totalmente irrelevantes en tanto cuando obtengan la respuesta que desean.

Otro modo de pensar acerca de esto es que todo aquel que tiene una fobia conoce las sensaciones de la fobia, poseen un fragmento de la experiencia de modo que el resto lo pueden obtener por sobreposición, ¿Cómo encuentran las llaves del auto cuando quieren ir al mercado y no saben dónde las dejaron?

Mujer: Busco en mis bolsillos.

Hombre: Yo, ah, me recorro la casa y busco.

Hombre: Yo busco en la mente. Retrocedo en el tiempo y visualizo donde están.

Mujer: Yo zarandeo mi cartera para ver si las puedo escuchar.

Muy bien. Si todo lo demás fracasa, siempre pueden volver a la puerta de entrada y entrar otra vez. Si piensan acerca de las respuestas que acabamos de tener, se habrán percatado que éstas incluyen los tres sistemas representacionales fundamentales. Si tienen un fragmento cualquiera de una experiencia pueden obtener la experiencia por sobreposición. Ella tuvo aquí las sensaciones. Esas sensaciones una vez ancladas estabilizan su estado de conciencia. Todo lo que ella ha accesado a medida que cerraba los ojos y se iba atrás en su historia personal, tuvo en común ese conjunto de sensaciones, garantizándole que cualquiera que fuera la imagen seleccionada esta pertenecería a la categoría denominada experiencia fóbica.

Yo utilicé el mismo principio para ayudarla a obtener una imagen visual focalizada y completa de sí misma a una edad más temprana. En un comienzo tenía únicamente una imagen de sí misma, pero sin contexto. Le pregunté de qué color eran los zapatos que estaba usando y luego presupuse que podía ver sus pies y sus zapatos y que podía ver colores. Ella acepta la proposición y dice: «Negros». Dado que puede ver los zapatos, entonces obviamente, «lógicamente» puede ver sobre qué está parada, la superficie sobre la cual está. Le pedí eso. Cuando obtiene la superficie, ésta se funde con las paredes y los árboles y cualquiera que hubiera sido el resto de la imagen. Fue una sobreposición o intersección muy fácil de hacer. Esta técnica me permite ayudar a recuperar la imagen completa construyendo porciones de ella, poco a poco.

Hombre: ¿Cuál es la diferencia entre estas técnicas y una desensibilización sistemática?

Alrededor de seis meses. Esa es la diferencia fundamental, la cual constituye una diferencia bastante costosa. Esto es un acondicionamiento directo. Sencillamente hemos asociado a un nuevo conjunto de sensaciones, vale decir la sensación de competencia, seguridad y fuerza, al estímulo auditivo y visual.

Pero hay otra diferencia importante. Estamos escogiendo un conjunto específico de sensaciones y asociando cosas a él, en lugar de intentar borrar todo lo que está ahí. La gente que yo he observado haciendo desensibilización, por lo general, está tratando de eliminar cierto tipo de conducta en lugar de reemplazarla con algo que es una respuesta positiva. Son el tipo de gente que a la pregunta «hola, qué tal» responden con un «Humm, no tan mal».

Nosotros decimos que cada trozo de conducta tiene una función positiva. Y es la mejor opción que la persona tiene en el contexto. Era mucho mejor para Tammy ser fóbica ante los puentes que no tener ningún programa. Si ustedes hacen una desensibilización sistemática y no reemplazan la configuración de conducta «negativa» al algo positivo, va a tomar mucho tiempo, porque la persona va a luchar en contra de esto. Es su única defensa. Por eso demora seis meses. La persona tiene que colocar algo encontrado al azar en su lugar.

Hombre: Sin embargo hay un reemplazo mediante la relajación.

A veces se hace así, pero la relajación no es el recurso que todos van a necesitar en una situación fóbica. Si van pasando por un puente no quieren relajarse súbitamente. Si están en una situación en que necesitan encarar y enfrentar algo y ustedes le dan sensaciones de relajación, lo están incapacitando. Pudiera ser que en esa situación haya peligros genuinos reales, de modo que va a ocurrir una de dos cosas, o el síntoma va a volver más tarde, porque era protector o la persona se va a hacer daño. Tenemos un ancla muy fuerte para la confianza en sí misma y para los recursos que ella tiene como mujer adulta. Usamos eso; no usamos la relajación. Ella estuvo muy alerta durante el proceso. La desensibilización fue un paso importante, en el que la gente fue capaz de curar fobias con ella. Pienso que sencillamente tiene que ser adornado un poquito más. En lugar de usar la relajación y asociarlo con todo. Intenten asociarlo con otras cosas en lugar de con la relajación. Hay recursos mucho más poderosos que esos en la gente.

No hay nada que les hayamos ofrecido o que les vamos a ofrecer en el resto de este seminario o en un curso avanzado que no estuviera ya presente en la conducta de alguna persona. Lo que hemos hecho como modeladores es encontrar cuáles son los elementos esenciales y cuáles son innecesarios. Todas las terapias tienen en sí la disociación. Todas las terapias tienen los tipos de técnicas de ordenamiento y clasificación que estamos usando acá, sean éstas sillas, anclas en las rodillas o palabras. Lo importante de tener en todas las terapias es algún modo de hacer todo aquello: algún modo de clasificar y ordenar, algún modo de disociar y algún modo de integrar. Los nombres que utilicen son totalmente irrelevantes y la mayoría de las sicoteologías también son irrelevantes. En realidad, no hay nada tan distinto de lo que nosotros hicimos y lo que hace la gente en guestalt cuando hacer retroceder a alguien en el tiempo. En AT se hace un proceso denominado «redecisión» en que somos todos muy, pero muy semejantes.

Nosotros estudiamos y analizamos todos estos procesos diferentes y tratamos de descubrir cuáles eran los elementos esenciales y cuáles estaban de más y eran innecesarios. Luego estilizamos y depuramos el proceso para llegar a algo que funcionara sistemáticamente. Creo que no hay nada malo con la desensibilización, excepto que a veces no funciona. Debe ser porque hay una cantidad de cosas que están de más, y algunas cosas que son esenciales no siempre están ahí. Algunas personas que hacen desensibilización a veces incluyen recursos innecesarios, inconscientemente, pero al enseñárselos a alguien a hacerlos eso no lo enseñan porque no está en su conciencia. Nuestra función como modeladores es ordenar y clasificar las cosas Extraer lo esencial dejando afuera lo innecesario. Además, no estoy seguro específicamente a qué tipo de desensibilización se está refiriendo usted. Algunos usan indicadores y aparatos. Yo y usted somos un mecanismo de retroalimentación biológica mucho más sofisticado que cualquier conjunto de máquinas Utilizo un aparato sensorial realmente sofisticado y las respuestas internas como un modo de amplificar o atenuar ciertas partes de la respuesta que estoy recibiendo. Eso es parte de lo que posibilita el aprendizaje a la primera en el tipo de trabajo que estamos haciendo aquí con el anclaje.

Hombre: ¿Y qué ocurre si un cliente es incapaz de utilizar la imaginería visual?

No es esencial que la persona sea capaz de visualizar para hacer el proceso de la fobia, porque la misma configuración formal puede hacerse auditiva o kinestésicamente. La configuración de esta técnica no requiere la visualización. Quisimos usar todos los sistemas como una demostración. No tenemos que hacerlo con todos los sistemas. Además, podrían tomarse un poco más de tiempo para enseñarle a la persona a visualizar y utilizar la sobreposición.

Mujer: ¿Se podría hacer este proceso sin tocar a la persona?

Claro que sí. Pueden usar un ancla tonal o un ancla visual. Lo pueden hacer sin tocar. Sin embargo, yo les recomiendo que lo hagan tocando a la persona. El ancla kinestésica es prácticamente irresistible. Cuando a alguien lo tocan, siempre lo siente. Cuando uno le hace una señal visual puede estar mirando en otra dirección o tener los ojos cerrados.

Hombre: ¿El ancla de salvataje podría ser un cierto tipo de tono de voz?

Sí. Las anclas tonales en esta sociedad son las más poderosas, porque la mayoría de los americanos no las escuchan conscientemente. El número de personas en este país que realmente escucha es muy reducido. Unos pocos más que los músicos sindicados. En Inglaterra se considera importante para hacer distinciones de clase. Para poder hacer distinciones de clase hay que ser capaz de escuchar diferentes acentos y tonalidades. Por lo tanto, los ingleses son más agudos para escuchar cambios tonales. Cualquiera que sea bilingüe o políglota, y que ha aprendido un lenguaje tonal, va a tener una buena sensibilidad para este tipo de cambio.

La mayoría de las personas en los Estados Unidos no escucha realmente la secuencia de las palabras y tampoco la configuración de entonación que emiten o que otras personas dicen. Están únicamente pendientes de imágenes, sensaciones y diálogo interno como respuesta a lo que escuchan. Muy pocas personas son capaces de repetir con la misma entonación lo que uno les dice. Escuchamos a las personas literalmente, no les agregamos nada ni les sustraemos nada de lo que dicen. Esa es una experiencia humana bastante rara y poco común, y durante largo tiempo no nos dimos cuenta de eso. Estábamos convencidos que todo el mundo escucha las palabras.

El verdadero inicio de todo este trabajo fue cuando empezamos a tomar las palabras de las personas como una descripción literal de su experiencia, no únicamente como una metáfora de su experiencia. Empezamos a comunicarnos con ellas como si literalmente fueran aquello que se habían descrito a sí mismos y descubrimos que efectivamente es así. Por ejemplo, cuando alguien dice: «Cuando me focalizo en esas ideas siento que están bien, pero me digo a mí mismo que no va a funcionar», es una descripción literal de su experiencia interna.

Ahora me gustaría que escogieran una pareja con quien trabajar, preferentemente alguien con quien no han tenido mucho contacto previo. Es más fácil operar al nivel de proceso con gente que es extraña a uno, porque su conducta es menos probable que se constituya en un ancla para alguna conducta de ustedes. Asumimos que todos van a conseguir algunos cambios entre ustedes dadas sus pautas habituales de comunicación. Ensayen algo nuevo. El asunto de hacer este ejercicio es exponerse al nuevo material y hacerlo. Descubrir cómo calza con su propio estilo personal como comunicador; hasta que no hayan comprometido a todos sus canales sensoriales con este material, no lo tendrán. La comprensión plena implica ser capaz de comprender, en todos los sistemas, representaciones, incluyendo la conducta.

Me gustaría que ensayaran el proceso de disociación kinestésica de dos pasos que hicimos aquí con Tammy. No es necesario que tengan una fobia florida. Pueden hacer este proceso con cualquier respuesta desagradable para familiarizarse con la configuración. Este o el proceso de «cambio historia» va a funcionar casi para cualquier problema. El anclaje les va a conseguir cualquier cosa. Cuando hayan concluido utilicen el puentear o acompañamiento a futuro para asegurarse que la nueva respuesta será gatillada por el contexto cuando sea necesario. Ahora, adelante.

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Muy bien. ¿Cómo anduvo? ¿Qué preguntas tienen?

Mujer: Me di cuenta que me distraía porque mi compañera estaba usando muchas palabras que no calzaban con la experiencia que estaba teniendo internamente.

Lo que necesitas utilizar es una maniobra muy sutil: le dices «cállate» o le das una patada en las canillas.

Una de las cosas que pueden aprender de esto es que es muy fácil hablar de un modo que calce la experiencia de su cliente. Por ejemplo, aquí hay un ejercicio que todos pueden hacer. Pónganse cómodos, cierren los ojos, respiren profundo y relájense.

En los últimos cinco años cada uno de ustedes ha tenido una experiencia muy intensa, donde han aprendido algo de gran valor para ustedes. Puede que sepan en su conciencia exactamente cuál fue el episodio en su historia personal. Me gustaría que permitieran que esa experiencia surja espontáneamente en su conciencia. Quédense ahí sentados durante un momento con esa sensación de comodidad y fuerza, sabiendo que en todo momento está realmente ahí ahora. Con esas sensaciones de confort y fuerza, permítanse escuchar y ver qué fue lo que ocurrió entonces. Hay otras cosas adicionales que pueden aprenderse de esa experiencia. Me gustaría que se permitieran a ustedes mismos el regalo de verse y escucharse a sí mismos pasando por esa experiencia una vez más, de modo de entender nuevas cosas y aprender nuevas cosas que están incluidas en aquella experiencia de esa historia pasada.

Y cuando hayan visto y escuchado algo que crean que es de valor para ustedes, me gustaría que escogieran una situación específica que saben que muy posiblemente va a ocurrir dentro de las próximas dos semanas. Fíjense —nuevamente escuchando y mirando con sensación de fuerza y confort— cómo es que pueden aplicar estas nuevas cosas que han aprendido y estas nuevas comprensiones a las situaciones nuevas que van a surgir dentro de las próximas dos semanas. Al hacer esto van a estar utilizando elegantemente su propia historia personal y estarán transfiriendo comprensiones y cosas aprendidas de una parte de su historia personal, de modo de aumentar las alternativas que tienen como seres humanos creativos en el presente. Tómense todo el tiempo que necesiten y cuando hayan incluido, vuelvan acá…

Algunos de ustedes tendrán un entendimiento claro, sólido, resonante de lo que han hecho. Otros tendrán simplemente una sensación de bienestar, una sensación de haber hecho algo sin realmente entender detalladamente qué fue lo que pudieron hacer usando esta experiencia particularmente poderosa del pasado de un modo nuevo…

Ahora me gustaría que empezaran a retroceder lentamente en el tiempo, bajo el entendido que si han completado el proceso del mejor modo comprensible por su mente consciente, excelente… no han concluido, han echado a rodar un proceso que puede ser completado cómodamente fuera de su mente consciente a medida que dirijan nuevamente su atención aquí, a esta sala…

Ahora bien. ¿Qué fue lo que realmente dije? No dije nada, cero. No hubo ningún contenido en esa verbalización. «Hacer algo de importancia para sí mismo…, ciertas comprensiones…, entender ciertas cosas, aprender ciertas cosas…, una comprensión inconsciente de esa experiencia específica de su pasado». Ninguna de esas frases tiene contenido. Son instrucciones de proceso, y si tienen la experiencia sensorial, podrán evidenciar que el transcurso del proceso ocurre como lo hicieron ustedes. Ahí es donde el ritmo de uno es muy importante.

Les voy a proponer otro tipo de experimento. Quisiera que cerraran los ojos y visualizaran una cuerda… verde. ¿Cuántos de ustedes ya tenían una cuerda de otro color? Si yo les doy instrucciones con contenido, así como lo hice, sea cual fuere, es muy posible que voy a estar violando su experiencia interna. No voy a estar acompañándolos adecuadamente.

Todos los comunicadores deberían poder dar instrucciones de proceso, vale decir, instrucciones sin ningún contenido. No es fácil. Es en ese sentido que pienso que la hipnosis ericksoniana es una de las formas de sicoterapia menos manipulativa que conozco. En cualquier comunicación con contenido no hay modo de evitar la introducción de las propias creencias y sistemas de valores propios mediante presuposiciones. Sin embargo, si se restringen a palabras de procesos mediante verbalizaciones libres de contenido, están respetando la integridad de sus clientes. Si hacen terapia secreta, no hay forma que puedan interferir con sus sistemas de creencias o sistemas de valores, porque no saben cuáles son. No tienen idea sobre lo que están trabajando ni tampoco es necesario que la tengan.

Mujer: ¿Por qué es necesario integrar el ancla negativa en lugar de ignorarla?

Mucha gente acude a los hipnotistas para dejar el cigarrillo. El hipnotista les dice: «Desde este momento en adelante, los cigarrillos van a tener un pésimo gusto», los despierta y los manda de vuelta a su casa, ¿verdad? Y no fuman más porque en realidad tienen mal gusto. Sin embargo, eso los deja con un conjunto completo de pautas motoras disociadas. Lo mismo ocurre con los alcohólicos. Los alcohólicos anónimos dicen: «Una vez alcohólico, siempre alcohólico». Eso para mí es una declaración que su programa fracasa al no integrar los programas motores que aún pueden ser gatillados por la presencia del alcohol. De modo que basta un trago y tienen que continuar, o un cigarrillo más adelante y, ¡boom!, esa persona nuevamente ha vuelto a ser fumador.

Las pautas motoras disociadas siempre podrán ser gatilladas a menos que se integren. Si uno disocia a alguien y lo reordena, asegúrense de armarlo nuevamente. No dejen esas configuraciones motoras tiradas por ahí. Esa es una de nuestras responsabilidades profesionales; el que no le sobren piezas, por así decir. La gente ya tiene suficientes disociaciones de por sí, no necesita más.

Hombre: ¿Alguna vez has trabajado con personalidades múltiples?

La personalidad múltiple es algo un poco más complicado, porque depende de quién enredó a la persona en primer lugar. Para comenzar tienen que conocer el modelo del terapeuta que arruinó a la persona. Jamás he conocido una personalidad múltiple que no fuera el resultado de un terapeuta. No significa que no existan, sólo que yo no he encontrado ninguna. Supongo que las habrá por ahí, pero les diré que no hay tantas como hay terapeutas que las mantienen y cultivan.

Hace unos años nos interesamos en las personalidades múltiples y le escribimos a un hombre que había escrito un importante trabajo sobre el tema. Nos convidó a que fuéramos a conocer a una denominada Hellen. Tenía más o menos veinte personalidades, pero el nombre de cubierta para todas era Hellen. Y la cosa más fascinante era que cada una de sus personalidades múltiples era, en realidad, más interesantes que ella misma.

Su terapeuta tenía un modelo muy acabado de sus personalidades. Una era una parte organizativa: una parte que era muy organizada y hacía trabajos de secretaría y todo tipo de cosas así. Así que pedí que me trajera esa. El terapeuta tenía este estupendo modo de elicitarla mediante un análogo no verbal. Se puso de pie y gritó: «JOYCE. ¡SAL, VEN, JOYCE!» y con eso la golpeaba en la frente, bramm. Y ella sufría todos estos cambios. Era como salido de una película, algo realmente espeluznante.

¡Y este tipo hace exorcismos en la cancha de helicópteros en una universidad católica y es considerado un siquiatra respetable por la gente que piensa que nosotros somos un tanto extraños! De alguna manera es efectivo porque es tan expresivo, pero creo que no entiende todas las consecuencias de lo que está haciendo. ¡En todo momento tiene en su consulta entre 16 a 20 personalidades múltiples y no puede entender por qué el resto de la comunidad terapéutica no reconoce la epidemia de personalidades múltiples descubierta por él mismo!

De modo que surgió la parte organizativa de esta mujer y me presentó ante ella. Luego le dije: «La mayoría de estas partes tienen amnesia para lo que ocurre en la vida de esta persona. Siendo la parte organizativa, supongo que le sigues la pista bastante bien a todas». A lo que me respondió: «Ah, sí. Desde luego que les sigo la pista muy bien» y seguí diciéndole: «Bueno, ¿y cómo fue que terminaste teniendo tantas personalidades?», a lo que me respondió: «Es como si hubiera un montón de partes diferentes y había una especie de eje central que pasa por la mitad, y cuando conocí al doctor fulano de tal, éste sacó el eje y se quedó con él». Esto es casi una transcripción verbal de lo que me dijo. Esta era una mujer que no tiene una educación secundaria.

Incidentalmente ella no consideraba que esto hubiera sido algo malo. Su descripción fue que él le sacó el eje, así que todas sus personalidades se desparramaron. Y ahora iban a armarla de nuevo para que fuera otra vez una. Lo trágico es que cuando lograron integrarla, resultó con una amnesia total de su vida. Tenía todas estas partes estupendas, su parte sexy que era fantástica y otra parte que contaba chistes con mucha gracia. Había otra parte muy tímida y coqueta. Pero cuando él la «curaba», tenía amnesia de toda su vida y ninguno de los recursos. Se convertía en una persona sencillamente aburrida. Yo no creo que uno pueda eliminar partes así como así no más. Seguí mencionando los nombres de las partes que me gustaban y obtenía unas respuestas inconscientes fantásticas de ella. Aún estaban ahí, sólo que no estaban plenamente a su disposición.

Para lograr un buen resultado con una personalidad múltiple pienso que es necesario saber el modelo del terapeuta que la creó. El modelo de muchos terapeutas acerca de la personalidad múltiple es que hay todas estas partes y una de ellas es inconsciente, que es la que dirige el programa. Ese es un modelo muy corriente, y el modo de integrarlo es enteramente diferente que con otro modelo. El modelo de este terapeuta era que había tres partes, cada una con su propio inconsciente, y dos partes por allá con un inconsciente, y había otro inconsciente para estas dos inconscientes y así sucesivamente. Estaba todo como estratificado. Y cuando uno integraba, uno siempre tendría que integrar al mismo nivel lógico. Mi suposición es que él no lo hacía así, y de esta forma es como producía la amnesia.

Con las personalidades múltiples ustedes pueden utilizar lo que nosotros llamamos «integración visual». La integración visual es un método donde se utilizan anclas visuales. Se extienden las manos hacia adelante, viéndose a sí mismo como una parte sobre su mano izquierda y como otra parte sobre su mano derecha. Las escuchan y las ven funcionar. Luego lentamente juntan ambas imágenes y visualmente observan cómo se juntan y luego se percatan de cómo esa imagen es diferente. Si les agrada entonces hacen lo mismo, kinestésicamente, y juntan las dos imágenes con sus manos. Luego traen hacia sí la imagen integrada y la incorporan a su cuerpo.

Esto lo descubrimos por casualidad. Al principio era un tanto extraño, hasta que estudiamos un poco más su neurología. Es una buena metáfora de aquello que constituye la metáfora denominada «neurología». ¡Si no creen que la neurología es una metáfora, entonces, pobrecitos, son inocentes! Pero de todas maneras la metáfora de ellos y nuestra metáfora son bastante similares y si lo intentan verán que es bastante dramático. Es un método muy eficaz.

En una oportunidad traté una personalidad múltiple únicamente con eso. Pasamos por todos los niveles, uno por uno, e integré todas las personalidades hasta que se juntaron en una.

En otra oportunidad me llamó un terapeuta y me dijo que había leído mi libro y que no había encontrado en él nada acerca de personalidades múltiples y que, además, no creía en ellas. Sin embargo, recién había entrado una en su oficina y me preguntaba qué podía hacer. Repasamos las instrucciones cuidadosamente en cuarenta minutos por teléfono, y curé a su paciente por teléfono. «Bien. Dígale que ponga sus manos hacia adelante y que visualice a Jane en su mano derecha y visualice a Mary en su mano izquierda. Tome las dos y colápselas juntas en una imagen, y en seguida dígale que una vez que estén integradas las traiga hacia su cuerpo y las integre. Luego que tome la imagen integrada y la junte con otra». Así, una a la vez.

Por lo general, los terapeutas les hacen preguntas a las personalidades múltiples. Pero yo las interrogo para descubrir algo acerca de cómo funcionaba, y lo que he descubierto es que la experiencia de ser múltiple para uno puede ser muy distinto para otro.

Una de las mujeres con las que trabajé describía cada una de sus partes como parte del mismo proceso. Ella era realmente muy visual. Tenía una imagen nítida de cada una de ellas. Había un sofá en la parte de atrás de su mente y todas estas mujeres estaban sentadas ahí en el sofá pintándose las uñas y parloteando. De vez en cuando una de ellas se levantaba y pasaba por las cortinas. Cuando atravesaba por las cortinas pisaba dentro de su cuerpo. Algunas sabían lo que las otras no sabían, porque observaban tras las cortinas. La hipnoticé y fui con ella atrás en su mente y le hice una serie de integraciones visuales.

El método de integración visual es un modo muy eficaz de integrar incongruencias secuenciales transformándolas en simultáneas a partir de un estado disociado. Si ocurre que se ven abocados ante una incongruencia secuencial, jamás podrán representar ambas partes simultáneamente en un sistema que no sea el visual. Requiere una representación auditiva muy compleja para integrar dos voces funcionando al mismo tiempo —en oposición a que estuvieran alternando— y es difícil hacerlo kinestésicamente. Pero pueden tomar incongruencias secuenciales y convertirlas en simultáneas mediante una disociación visual kinestésica y luego integrarlas haciendo que junten las manos y luego integrar los otros sistemas también.

No sé cual es el significado de mover los brazos cuando uno hace la integración visual, pero si lo hacen sin los brazos no funciona tan bien. Lo he intentado de ambas maneras. Si realmente no sostienen sus manos adelante y hacen juntarse las imágenes, entonces no funciona. No es necesario que uno sostenga sus manos hacia adelante para curarse de una fobia, pero aparentemente con las personalidades múltiples es preciso hacerlo. Esto para mí no tiene ningún sentido lógico, pero ocurre que en mi experiencia resulta así. Si fuera a hacer una generalización, haría la generalización inversa. Pero he descubierto que ese es el caso en la experiencia.

Nosotros, de hecho, estamos mucho más dispuestos a experimentar con lo que aparecería como contrario a nuestras intuiciones que la mayoría de las personas. Cuando alguien tiene una intuición intensa, por lo general la sigue. Muchas veces nosotros tenemos intuiciones intensas y las violamos para descubrir qué pasaría —especialmente cuando estamos ante clientes con los cuales tenemos una relación prolongada—, y estamos seguros de poder encarar las consecuencias. Este tipo de experimentación ha resultado en muchos descubrimientos útiles.

Hubo una mujer que durante años había sido lesbiana y se enamoró de un hombre. Estaba realmente atascada en este dilema. Una parte muy fuerte de ella ahora quería hacerse heterosexual. Había otra parte que tenía miedo, porque iba a morir. Estaba pasando por una integración visual con estas dos partes. Estaba tratando de juntar sus manos y mientras lo hacía gritaba: «¡No puedo, no puedo!», «¡no lo puedo hacer así!». Richard y yo estábamos parados cada uno a un lado, nos miramos y tomamos ambas manos y se las juntamos. Los cambios que ocurrieron en esa mujer fueron fantásticos.

Ustedes pueden crear cambios sin ser elegantes; la mayoría de la gente lo hace constantemente. Sin embargo, las consecuencias de algo así no son predecibles, y la predecibilidad es algo que siempre hemos tratado de desarrollar. Pero lo hicimos así impulsivamente. Ella cambió, obtuvo lo que quiso y duró un largo tiempo. Estoy seguro de ello, porque aún la veo. Sin embargo, no sé cuales fueron los efectos colaterales. En muchos aspectos de su vida está muy bien y no sé cuánto de eso es consecuencia de lo que nosotros hicimos. Pero de todas maneras está mejor de lo que estaba. Y en ese momento realmente queríamos saber qué ocurriría.

Cuando empiezan a incluir ingredientes más sofisticados en su trabajo y a combinarlos cuidadosamente, obtienen cambios mejores y aún más elegantes. Además pueden predecir lo que va a ocurrir con más precisión. También a veces obtienen un cambio más duradero y extensivo, cosa que creo es importante. Si pueden hacer una cosa pequeñita y obtener el resultado que quieren, eso también se va a generalizar y obtener todos los demás resultados que son necesarios, pero que no han sido mencionados. Mientras menos hagan en el lugar y en el momento preciso, mayores serán las generalizaciones a los demás contenidos del contexto que ocurrirán naturalmente. Es una de las razones por la cual ponemos tanto énfasis en la elegancia. Si están haciendo terapia, sean precisos.

Si lo que están haciendo es sencillamente utilización de destrezas, entonces se trata de otro juego. La gente del mundo de los negocios generalmente está interesada únicamente en utilizar las estrategias. Si están haciendo entrenamiento de ventas, entonces lo único que tienen que saber es qué estrategia quieren que tengan los vendedores y cómo instalarla. Si el entrenador de una organización es un programador neurolingüístico, entonces dirá algo así: «Muy bien, vamos a hacer que esta persona sea un vendedor y van a hacer esto y para hacer aquello tienen que tener estas tres estrategias». Luego él se las inserta y los bloquea de modo que no interfieran con otras cosas. Esas estrategias no tienen que generalizarse al resto de la vida personal del individuo. No es necesario para ese resultado. Puede que sea deseable, pero no necesario.

Si la vida personal de alguien realmente está interfiriendo su funcionamiento en el mundo de los negocios, pueden colocarle una barrera para que esas estrategias se mantengan aisladas. Hay una serie de resultados diferentes que van a obtener como persona de empresa, pero son relativamente limitados.

Como abogados, por ejemplo, lo que más les interesa es utilizar estrategias. No están interesados en instalar nada. Quieren usar una estrategia para obtener un resultado determinado; por ejemplo, que un testigo aparezca como un imbécil o que el cliente les tenga confianza o algo así.

En una oportunidad trabajé con un abogado que era una persona muy respetable, pero en quien nadie confiaba. Sus análogos no verbales eran terribles, hacía que todo el mundo sospechara de él. Su problema era que no podía conseguir que sus clientes confiaran en él y pasaba la mitad de su tiempo en los tribunales lo que empeoraba las cosas aún más. Lo que precisaba era que reconstruyera su sistema analógico. En lugar de hacer eso le enseñé un pequeño ritual. Cuando está frente a uno de sus clientes dice: «Mire, si yo voy a ser su abogado y lo voy a representar, es esencial que usted confíe en mí. De modo que la pregunta realmente importante es cómo decide usted cuando confía en alguien». Les pregunta: «¿Alguna vez ha confiado realmente en alguien?» y establece un ancla con la cual el cliente accesa esa sensación de confianza. Luego pregunta: «¿Cómo decidió aquello?». Entonces lo único que tiene que hacer es escuchar una descripción general de su estrategia: «Bueno, vi esto y lo escuché decir esto y me sentí así». En seguida les devuelve la información en el siguiente formato: «Bueno, a medida que estoy sentado aquí quiero que veas bla, bla, bla y que te digas a ti mismo bla, bla, bla y tal vez puedas sentir esto» y en ese momento dispara el ancla que había establecido cuando la persona había tenido sensación de confianza. Le enseñé ese ritual y con eso bastó.

Pero hay una gran diferencia entre ese resultado y el resultado que desean como terapeutas. La terapia es un asunto mucho más técnico en el sentido de cambiar cosas. Como terapeuta uno no tiene que ser tan flexible en términos de utilización de alguien como un abogado. Un abogado tiene que ser un maestro en el arte de la utilización. Tiene que ser capaz de hacer muchas cosas en términos de suscitar respuestas. Tiene que conseguir que los doce integrantes del jurado respondan de la misma manera. Piensen en eso. ¡Imagínense una situación en que tuvieron doce clientes y que tienen que conseguir que todos estén de acuerdo aun cuando ustedes no estén en la sala! Eso requiere destreza, maestría.

Una cosa que pueden hacer es identificar uno o los individuos en el jurado que por virtud de sus propias estrategias va a persuadir a los demás. Y desde luego que de eso trata la terapia de familias. En un sistema todo va a interactuar. No importa a quienes juntan y durante cuánto tiempo, pero los sistemas van a empezar a funcionar. Yo trato de descubrir quién en la familia suscita con mayor frecuencia las respuestas. Porque entonces si puedo conseguir que esa persona haga el trabajo por mí todo será sumamente fácil. Muchas veces se trata de alguien que no habla mucho. El hijo aquí dice algo. Manifiesta una conducta externa y con ello obtiene una intensa respuesta interna de la madre. A pesar de que su conducta es muy sutil, alguna clave pequeñita, todos responden a ella. Cuando el padre hace algo mediante una conducta externa, el hijo responde, pero nada más. Y si la hija hace algo tal vez hay una que otra respuesta.

Lo que quiero saber es quién es la persona a la cual todos los demás de la familia responden con frecuencia. También quiero saber si una persona determinada en la familia siempre puede obtener que esa persona responda. Por ejemplo, cada vez que el hijo hace algo con conducta externa, la madre responde. Si puedo predecir algo acerca de cómo aquello ocurre, entonces puedo hacer un pequeño cambio en el hijo y entonces la madre va a responder y voy a conseguir que todo el resto de la familia responda para mí. Generalmente dedico cincuenta por ciento o más del tiempo que tengo en la obtención de información, probándola para asegurarme de que estoy en lo correcto. Haré una que otra cosa inocua por aquí y predigo lo que va a ocurrir por allá. Continúo haciendo andar el sistema una y otra vez hasta estar absolutamente seguro de que si hago este cambio con este chico, va a cambiar la conducta de la madre de modo que va a cambiar la respuesta a las demás personas de la familia. Eso va a establecer otro sistema estable. De otra manera siempre obtendrán un sistema desbalanceado o cambian en el consultorio y al volver a la casa recuperan el estado habitual. Lo que a mí me interesa es algo que abarque todo el grupo familiar y que sea duradero.

Si puedo establecer un sistema estable haciendo únicamente un solo cambio, será muy penetrante en el sistema de la familia. Creo que el error fundamental de la gran mayoría de los terapeutas de familia es que hacen demasiado en una sola sesión. Si están trabajando con un individuo único, podrán hacer mil cosas y tendrán éxito amenos que vuelva a su situación familiar habitual. Lo primero que les pregunto a las personas cuando consultan es: «¿Cuál es su situación vital?». Quiero saber con cuántas anclas tendrá que vérselas cuando retorne a casa. Si viven con sólo una persona no es tan difícil. Eso sí que hay que tener cuidado de que no constituya una ganancia secundaria: que no sean recompensados por la conducta que quieren cambiar.

Hombre: ¿Cuánta dependencia crean ustedes con sus métodos?

Una de las cosas que intentamos hacer en nuestro trabajo es asegurarnos de utilizar la transferencia y la contratransferencia poderosamente para obtener contacto y asegurarnos de no usarla después de eso. Después de esto no la necesitamos. Y dado que no conseguimos que se sienten y que nos cuenten sus problemas, tampoco nos convertimos en sus mejores amigos. Uno de los grandes riesgos en hacer terapia de contenido es que uno se convierte en el mejor amigo. Terminan pagándole dinero a uno para estar con ellos, porque nadie más está dispuesto a sentarse a escuchar las cosas desagradables de su vida. Creo que no creamos dependencia. Además tenemos una herramienta que le enseñamos a nuestros clientes para usar ellos mismos, denominada reencuadre, que les vamos a enseñar mañana.

Si les preguntan a las personas que estuvieron aquí adelante para demostraciones, creo que ellos nos asignarán muy poca responsabilidad a nosotros sobre los cambios; operaron ellos, mucho menos que en la terapia tradicional orientada a contenido. Esa es una de las ventajas de la terapia secreta; no crea una relación de dependencia. Al mismo tiempo que los que trabajan con nosotros, generalmente sienten confianza en nosotros, saben que sabemos lo que estamos haciendo. También puede ocurrir que se enfaden con nosotros, pero de todas maneras están obteniendo los cambios que quieren. Además, la mayoría de nuestros trabajos son muy rápidos y eso reduce la posibilidad de dependencia.

En nuestra práctica privada, que en este momento está muy reducida porque estamos yéndonos a otras áreas del modelaje, contamos cuentos. Entra una persona y no quiero que me cuente nada, entonces yo le cuento un cuento. El uso de las metáforas es todo un conjunto de pautas avanzadas asociadas con lo que hasta aquí hemos estado haciendo. Pueden aprender bastante sobre esto en el libro de David Gordon, «Therapeutic Metaphors». Yo prefiero la metáfora desde el punto de vista artístico. Así no tengo que escuchar las penas del cliente y llego a contar historias realmente entretenidas. Los clientes por lo general o se espantan o se enfurecen de tener que pagarme por escuchar mis historias. Pero de todos modos los cambios deseados ocurren —y desde luego no gracias a mí, de lo cual estoy plenamente de acuerdo—. Ese es otro modo de asegurarse de que no hay dependencia. Uno hace las cosas tan disimuladamente que los clientes no tienen la más remota idea de lo que estoy haciendo. Y los cambios que quieren ocurren de todas maneras.

¿Alguien aquí ha visto a Milton Erickson? ¿Les contó historias, verdad? ¿Tal vez comprobaron que a los seis meses o incluso al año estaban empezando a hacer los cambios que de alguna manera estaban asociados con estas historias que él les había relatado?

Hombre: Sí.

Eso es lo típico. A los seis meses la gente súbitamente se da cuenta que ha cambiado y no tienen la más remota idea de cómo ocurrió. Y luego tienen un recuerdo de Milton hablándoles acerca de un campo en Wisconsin o algo así. Cuando estuvieron con Erickson ¿tuvieron la experiencia de estar un tanto desorientados, fascinados y como en una especie de trance con el lenguaje del hombre?

Hombre: Yo me aburrí.

Milton usa el aburrimiento como una de sus armas principales. Si Milton estuviera aquí una de las cosas que haría es aburrirlos hasta llorar, de modo que todos recurrieran a sus sueños diurnos y ahí entonces que los tiene agarrados. Yo mismo me aburro demasiado rápido como para usar eso como táctica. A Milton, sentado en su silla de ruedas y con sus setenta y seis años a cuestas, no le importa perder tiempo en eso y lo hace exquisitamente bien.

Durante estos últimos días compartidos hemos conseguido brillantemente saturar sus recursos conscientes. Esto fue una movida deliberada de parte nuestra, ya que entendemos gran parte de vuestro aprendizaje y el cambio ocurre a un nivel inconsciente. Hemos atraído explícitamente a ambos que sus mentes inconscientes hagan representaciones necesarias para su educación, de modo que en la semana, días y meses que seguirán podrán ser gratamente sorprendidos por las nuevas pautas que van a ocurrir en sus conductas.

Y le sugerimos a su mente inconsciente que utilice los procesos naturales del dormir y el soñar para revisar cualquier experiencia que haya ocurrido durante estos últimos dos días y clasificar y ordenar las cosas que su inconsciente cree que le serán útiles de conocer, haciendo una representación útil al nivel consciente, permitiendo al mismo tiempo, dormir profunda y tranquilamente, de modo que en los días, los meses y las semanas que seguirán se sorprenderán a sí mismos, haciendo cosas que no sabían que habían aprendido, aumentando constantemente a un nivel inconsciente su repertorio para responder ante las personas que acuden a ustedes buscando ayuda…

La última vez que fui a ver a Milton Erickson me dijo algo. Yo estaba ahí sentado al frente de él y no entendí nada. La mayoría de sus metáforas encubiertas han tenido mucho sentido para mí, pero me dijo algo que me ha tomado mucho tiempo entender. Me dijo: «Tú no te consideras a ti mismo como terapeuta, pero eres el terapeuta» y yo respondí: «Bueno, no de verdad» y él contestó: «Bueno, hagamos como que eres un terapeuta… Que eres un terapeuta que trabaja con gente, la cosa más importante… cuando estás haciendo esto, es entender…, que en realidad no lo estás haciendo…, solamente estás fingiendo…, y si finges realmente bien, la persona con que trabajas va a fingir que haces los cambios. Y luego va a olvidar que están fingiendo…, para el resto de sus vidas. Pero que no te engañen, no te dejes engañar por esto».

Luego me miró y me dijo: «Adiós».