Yo escribo los libros, pero éstos no llegan a los lectores sin un puñado de gente que ayuda por el camino. Este libro recibió la ayuda de Patrick Nielsen Hayden, que lo editó; Arthur D. Hlavaty, que se encargó de corregir las galeradas; Irene Gallo, que le puso la cubierta; Lynn Newmark, que diseñó el interior; Dot Lin, que se encargó de la publicidad; y a los encantadores amigos del departamento de marketing de Tor, que convencieron a los libreros de que merecía la pena colocarlo en sus estantes. Ofrezco mi humilde agradecimiento a todos ellos por el trabajo que han hecho por este libro. No habría llegado a ustedes sin ellos. Agradezco también su trabajo a Teresa Hayden, a Liz Gorinsky y, por supuesto, a Tom Doherty.
Aparte de Tor, gracias por su ayuda y apoyo durante la redacción de este libro a Regan Avery, Stephen Bennett, y Stephanie Lynn. Philip K. Dick es responsable del título y de hacer que me pusiera a pensar en ovejas. Espero que no se esté revolviendo en su tumba. Gracias a los lectores de Whatever, mi blog personal, que fueron testigos de cómo me dominaba la ansiedad al escribir este libro, y ofrecieron comentarios animosos. Finalmente, gracias como siempre a Kristine y Athena Scalzi por su amor, apoyo y tolerancia. La familia es algo maravilloso.