Figura 9.7
En uno de los relatos de Dumas acerca de criminales notorios, se hace mención de cierto joyero que robaba las joyas de damas distinguidas. Su método era sustituir las gemas por imitaciones o cambiar la posición de las piedras de modo que no pudiera detectarse la ausencia de unas pocas.
Para ejemplificar el modo de proceder de este bribón, observemos la ilustración, que reproduce un prendedor antiguo que contiene veinticinco diamantes. Su dueña acostumbraba a contarlos desde arriba hasta el centro y luego continuaba el conteo hacia la izquierda, hacia la derecha o hacia la base. En los tres casos., el resultado era trece.
Esta dama cometió el grave error de permitir que el joyero (del que ya hablamos) reparara su prendedor. Le enseñó cuál era su método de contar las gemas, y cuando se le devolvió la joya, el joyero, cortésmente, las contó delante de ella. Durante muchos años la dama siguió contando los diamantes del mismo modo, es decir, llegando a trece de tres maneras diferentes. Sin embargo, ¡le habían hurtado dos de sus mejores diamantes! ¿Cómo hizo el joyero para reacomodar las gemas y ocultar su delito?