«¿Cómo puede ser», le preguntó la señora O’Neill a Clancy, el policía matemático, «que cuando compro bananas verdes a treinta centavos el racimo y el mismo número de bananas maduras a cuarenta centavos, obtenga dos racimos más que si dividiera la misma cantidad de dinero parejamente entre verdes y maduras?».
«¿Qué cantidad de dinero?» preguntó Clancy.
«Eso es lo que usted debe decirme», replicó la señora O’Neill.