Una buena regla para recordar en los casos de balanzas falsas como las que aquí se describen es: pesar un artículo en un brazo de la balanza y después en el otro, multiplicar ambos resultados, y la raíz cuadrada del resultado será el peso verdadero del artículo.
Sabiendo que una pirámide pesa una onza, el primer pesaje del inspector demostró que un cubo pesa 3/8 de onza. Su segundo pesaje, con el cubo en el otro brazo, demostró que un cubo pesaba seis onzas. Seis por 3/8 es 18/8 o 9/4, cuya raíz cuadrada es 3/2 o 1 onza y media. Por lo tanto, un cubo pesa una onza y media y, en una balanza fiel, ocho cubos se equilibrarían con doce pirámides.