¿Qué le pasa a la pesa?
Este extraño problema mecánico, a pesar de su aparente simplicidad, parece haberle causado gran inquietud a Lewis Carroll. No se sabe si el famoso autor de Alicia en el País de las Maravillas, que era profesor de matemática en Oxford, fue quien lo creó, pero sí se sabe que en un desafortunado momento pidió información acerca de lo siguiente:
Si de una soga que pasa por una polea sin fricción alguna se suspende una pesa que equilibra exactamente a un mono colgado del otro extremo, ¿qué le pasa a la pesa si el mono intenta trepar por la soga?
«Es muy curioso», escribió Carroll, «señalar las diferentes opiniones de diversos matemáticos. Price dice que la pesa sube con velocidad creciente. Clifton (y Harcourt), que sube a la misma velocidad que el mono, en tanto Sampson ¡dice que desciende!». Un distinguido ingeniero opina que «no produciría más efecto que una mosca escalando la soga». Es un bonito problema que merece seria consideración, y que ilustra la relación íntima que existe entre los acertijos y los problemas mecánicos.
Para tornar más preciso el problema supongamos que tanto la soga como la polea no tienen peso ni sufren fricción.
[M.G.]