RESPUESTA

El punto divertido de este acertijo es que, se juegue como se juegue, el «hombre» no puede atrapar al «gallo» ni la «mujer» a la «gallina», pues, como se dice en ajedrez o en las damas, el gallo «le gana por la mano» al hombre, y por la misma razón la mujer nunca puede llegar a «oponerse» a la gallina. Pero si las cosas se invierten, y es el hombre quien va tras la gallina y la mujer tras el gallo… ¡las aves de corral pueden ser fácilmente capturadas! Una de ellas puede atraparse en el octavo movimiento, y la otra en el noveno.